Causa AMIA
 
27 años llenando de fantasmas los sótanos de la democracia
 
Por Andrés Volpe 20 de julio de 2021

Era invierno en la República Argentina, y Juan Carlos Álvarez, un humilde barrendero estaba exactamente frente a la puerta de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en el momento en el que aquel lunes 18 de julio de 1994 a las 9.53 horas de la mañana, la infamia se hizo presente y el calor de la explosión cortó por instantes el gélido clima de Buenos Aires. La historia oficial se empeña en sostener que una Traffic subió las escaleras, embistió la puerta y estalló dentro del edificio.

Fue Álvarez, que pasó a la inmortalidad el pasado 13 de junio, quien dijo y repitió muchas veces que, de haber existido esa camioneta, lo hubiera pasado por arriba.

A tal punto se afanan con seguir con su historia, de contarse y recontarse hasta el cansancio, que hasta el día de hoy padecemos los efectos del interminable ejército de funcionarios judiciales, de políticos, de investigadores, de despistados casuales, de opinadores seriales, y de reyes absolutos del “hablemos sin saber”, o del “callemos sabiendo” que se continúa (y continúan) poniendo palos en la rueda sobre el oscuro entramado de intereses que giran en torno al mundo AMIA.

“Nada es casual, Macri nombra a su procurador estrella: Eduardo Casal. Casal nombra al fiscal Basso a cargo de la UFI AMIA (Unidad Fiscal para investigar el caso AMIA) para lavar, vaciar y cerrar la causa lo más rápido posible. No presentó un solo informe desde el inicio de su gestión, aún siguen durmiendo el sueño de los injustos todos los archivos que continúan sin desclasificarse o analizarse dentro de su Unidad Fiscal”.

Esta denuncia pública y otros sentimientos marcados por el sufrimiento fueron expresados, a modo de comunicado, el pasado domingo 18, por los familiares y amigos de las víctimas del atentado, reunidos en Memoria Activa, que se concentraron de manera virtual a la hora del ataque.

Memoria Activa se encontró en la obligación de tener a consideración la punta más actual del ovillo, el abogado de la agrupación Rodrigo Borda, quien intervino en el evento describiendo la increíble trama con la que se protegió al exjuez Galeano, a los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.

“De tal magnitud son las circunstancias que rodean el encubrimiento, que hay diálogos de Gabriela Michetti exigiendo tácitamente que no los condenen, y mensajes del secretario de Mauricio Macri que fueron en el mismo sentido”, denunció Borda.

Dicha organización, además, apeló la decisión del tribunal oral y exigió condenas más altas para las maniobras de sembrado de pistas falsas y encubrimiento de los responsables por el fracaso de la investigación.

Si el país no encuentra justicia, quizás deberíamos dejar que se pronuncien desde afuera. Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS, adelantó que habrá un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenando a la Argentina por la fallida investigación del atentado. Además, adelantó, que la resolución podría tardar cerca de un año y medio más. Quizás con este fallo se puedan gestar cambios institucionales que sostengan la dinámica de trabajo de una justicia en deuda, y la política entonces podrá seguir con los mismos ojos, a un trabajo debidamente digno del deber.

Otros cuentitos se han contado en este derrotero: que el memorándum, que los traidores a la patria, que los fiscales y los jueces paladines de la justicia, etc, etc. Tras 19 años de una causa paralizada, hoy se vuelven a agitar los fantasmas.

Cristina Fernández de Kirchner estuvo casi una hora hablando ante el Tribunal Oral Federal 8 mediante la plataforma Zoom; de pronto asoció la causa del memorándum con Irán con una campaña internacional de los fondos buitre contra su gobierno y quedó al borde del llanto expresándose con total firmeza: "Me quisieron doblar la mano durante años para que les pagara cualquier cosa y me negué", expresó.

La vicepresidenta contó a su vez, cómo la causa en la que había sido acusada de encubrimiento de los iraníes sospechosos del atentado a la AMIA, no solo podía vincularse con una ofensiva política instrumentada a través de sectores del Poder Judicial sino con una rama expandida por medios europeos motorizada por los acreedores que no ingresaron al canje de deuda. En ese momento mostró una publicación en la prensa, en inglés, con su foto y la del hasta ese entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, en letras rojas sobre un fondo negro preguntando: "Argentina e Irán, alianza vergonzosa. ¿Un pacto con el diablo?". Acababa además, de evocar, por los logros sobre reestructuración de la deuda externa, a Héctor Timerman, el canciller que falleció imputado en medio de este proceso y a quien el juez Claudio Bonadio impidió viajar a Estados Unidos para tratarse contra el cáncer. Ante una audiencia oral y pública de 23.800 personas mirando a través de YouTube, dispuesta para que tanto CFK como el resto de las personas acusadas expliquen por qué piden la nulidad del caso y sus sobreseimientos, salieron a relucir sinceridades.

Cristina Fernández calificó además el proceso como un "disparate judicial, institucional y político", generado a partir de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman, el 14 de enero de 2015, quien apareció muerto cuatro días después de concretarla, donde les adjudicaba, a ella, a Timerman y a Larroque entre otros, el delito de encubrimiento.

"Estamos acusados de encubrir el atentado, gente que no tenía ningún tipo de responsabilidad institucional ni conexión de tiempo y espacio con este delito, aún impune. La impunidad del atentado también fue por este manejo político que se dio a la causa", agregó. Las querellas de la DAIA no estaban presentes en el Zoom, tal como lo habían anunciado, en desacuerdo con la realización de una audiencia que estuviera a la vista de toda la ciudadanía.

Para el periodista Juan José Salinas, autor de una exhaustiva investigación sobre el atentado, las pruebas se esconden muy adentro del sótano.

“El vínculo entre los fondos buitres y el fiscal Nisman fue revelado hace 13 meses por un exagente del Shin Bet (servicio de inteligencia y seguridad general interior de Israel) y el Mossad Uzi Shaya que dijo que como parte de su trabajo para el fondo Elliot de Paul Singer proveía de información a Nisman para que atacara a la presidenta CFK”, apuntó Salinas.

Y además profundizó en las relaciones de poder de estos “fondos buitres” que “encabezados por Paul Singer, la Task Force en la que descollaba el recientemente fallecido Sheldon Adelson (zar del juego en Las Vegas, sponsor tanto de Donald Trump como de Benjamin Netanyahu que le transfirió durante largo tiempo un promedio de 6 mil dólares mensuales a Natalio Alberto Nisman) y los servicios secretos de Estados Unidos e Israel son en múltiples aspectos una misma cosa”.

Un hecho fundamental que remarca Salinas, son los expedientes del atentado a la Embajada de Israel (el martes 17 de marzo de 1992) y que mantiene sin acceso al público la Corte Suprema de Justicia donde quedaría claro quiénes y cómo colocaron y detonaron la bomba, y la falacia de la supuesta camioneta-bomba.

En cuanto a la pista Iraní, Salinas, apunta: “no solo no hay pruebas para inculpar a funcionarios del gobierno iraní sino ni siquiera a algún persa silvestre. Este es el motivo por el que desde Israel se le ordenó a la DAIA y la AMIA (y a Nisman) que revieran su aceptación del memorando y pasaran a una oposición frontal que llegó a su vértice con la denuncia infundada de Nisman, que lo condujo al suicidio cuando su columna vertebral, el supuesto pedido de la caída de las alertas rojas que pesaban y aún pesan sobre los funcionarios iraníes, se desmoronó por la reacción de Ronald Noble, antiguo jefe del Secret Service estadounidense y luego presidente de Interpol. Noble no sólo desmintió a Nisman, sino que lo trató de mentiroso".

Atentado en la AMIA

¿Por qué no se esclarece el atentado?

Según Salinas, a casi todo el mundo le resulta “más cómodo culpar a Irán y encubrir que fueron cometidos materialmente por una banda ladrifascista integrada mayoritariamente por efectivos de la Policía Federal, contratados por traficantes de drogas y armas vinculados al entonces presidente Carlos Menem, y que se perpetraron con conocimiento, aquiescencia e incluso participación de agentes de inteligencia de Israel y Estados Unidos, quienes tenían en la SIDE (antigua inteligencia argentina) de 'Jaime' Stiuso seguros servidores”.

Hay que recordar que Argentina hasta ese entonces había sido el único país de América en poner sus conocimientos al servicio del plan nuclear iraní, además de mantener buenas relaciones comerciales en el mercado de granos. Estos dos aspectos también son resaltados por Salinas en su investigación, sin perder la oportunidad de señalar como posible móvil de los atentados el hecho de desgastar los esfuerzos diplomáticos del primer ministro Isaac Rabin en materia de paz.

Para concluir, un año más sin respuestas, las dos dirigentes principales de Memoria, Adriana Reisfeld y Malamud, concluyeron el acto virtual insistiendo en que está todo el archivo de lo que fue la SIDE para terminar de desclasificar, y sobre todo investigar el material (según Salinas expresa en un artículo publicado en pajarorojo.com.ar, Memoria Activa tuvo a su disposición, por intermedio del CELS, toda la documentación que la SIDE de Hugo Anzorreguy y Stiuso había ocultado).

“Nosotros, los familiares de la AMIA no tenemos, después de 27 años, qué decirles a nuestros hijos sobre qué pasó en el atentado. No tenemos explicación para darles. El odio asesino nos puso en esta plaza todos los lunes, cada 18 de julio. Después, los poderosos nos privaron de saber la verdad. Expusimos la obsecuencia de la dirigencia comunitaria, que no nos representa. Igual, nunca estuvimos solos. Nos acompañaron tantos y tantas, el CELS, Amnesty, nuestros abogados de ayer y de hoy, y la gente que llenó esta plaza de memoria activa”.

Da la impresión que lo que sostiene a los familiares de las víctimas y a la pequeña porción de remanente consciente de la ciudadanía es ese impulso por romper con el letargo, por salir de ese sueño inducido en que nos han metido. Con una Plaza Lavalle vacía, frente a los Tribunales, Malamud cerró el acto con palabras que impactan.

"La justicia está tan vacía como esta plaza”.

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*Foto de portada: dw.com (El “Muro de la memoria” es un gigantesco mural creado por el artista Martín Ron para honrar a las víctimas del ataque a la AMIA y renovar el pedido de justicia, a partir de dos columnas que se conservan del viejo edificio)

*Foto 2: elmundo.es