Una decena de personalidades se unieron el pasado jueves 3 de junio en Ginebra para inaugurar una campaña internacional para la “liberación inmediata” del fundador de WikiLeaks, el periodista Julian Assange, y la “defensa de los derechos y los valores humanos inalienables”. Assange está recluído en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, al sureste de Londres. Se enfrenta a 150 años de prisión en Estados Unidos, si el Reino Unido acepta la petición de extradición renovada por la administración de Joe Biden, y que se viene arrastrando desde el gobierno de Barack Obama.
La abogada Stella Moris y madre de dos hijos de Julian Assange, participó brindando una conferencia de prensa en la cuna de los principales organismos de derechos humanos (ausentes hasta ahora en la causa). El acto contó con la intervención, entre otros, del artista italiano Davide Dormino, autor de la monumental escultura “Anything to say” (algo que decir), que después de recorrer varias ciudades europeas fue emplazada en Suiza.
La pieza de bronce representa a escala real a Assange, Chelsea Manning y Edward Snowden, cada uno subido a una silla en clara señal de protesta, y una cuarta silla, vacía, que tiene el propósito de que la ocupe cualquier persona que lo desee.
Stella Moris, visiblemente emocionada, narró el fuerte sentimiento que experimentó al ver por primera vez desde enero, una imagen tridimensional de Julian: “subí a la silla junto a él y no pude evitar agarrar su mano”.
El llamamiento tuvo como objetivo principal pedir a las autoridades británicas que rechacen la extradición y excarcelación de Assange -que no tiene sentencia pendiente- además, instar a las autoridades de EE.UU, a retirar los cargos con un inmediato efecto, de forma tal que se pueda ejercer la nulidad del recurso de apelación contra la sentencia del tribunal británico de primera instancia, dictaminado a principio de este año, y por consiguiente tratar de “inspirar a otras ciudades”, ayudando a ejercer presión sobre Washington y Londres.
Además, la pareja de Assange destacó que Julián está encerrado “en una caja de metal de nueve metros cuadrados, desde hace dos años, y lo esconden de la luz pública, lo silencian, se encuentra en condiciones crecientemente peores y deshumanizadoras". ¿Cuánto más puede aguantar un ser humano bajo esas condiciones? Un hombre, que sigue preso, aún habiendo ganado el caso de extradición, y sin haber cometido ningún crimen.
"Es urgente e imperativo que continúen las movilizaciones y que todos y cada uno de nosotros haga lo que pueda para sacarlo de la cárcel”, reclamó Moris, puntualizando en que la fecha de juicio de apelación todavía no se ha fijado.
¿De qué le acusa EEUU a Assange?
La justicia estadounidense lo acusa del delito de “conspiración para instrucción informática”, mientras que Washington considera que puso en grave riesgo la seguridad de los norteamericanos.
En 2006, WikiLeaks hizo eco en todo el mundo al revelar la filmación bautizada como “Asesinato colateral” donde soldados estadounidenses disparaban desde un helicóptero causando la muerte de civiles en Irak. Esta fue sin duda, una de las filtraciones que generó mayor repercusión.
En 2010 WikiLeaks filtró material clasificado del Ejército de los Estados Unidos sobre las guerras en Afganistán e Irak.
“Estamos en un punto el que o recupera la libertad o pierde la vida, no porque lo sienta suicida, sino porque lo están matando. Es una operación criminal, que lo retiene en prisión por haber revelado con pruebas convincentes, crímenes de Estado”, destacó Stella Moris. Se hace evidente que la causa está totalmente vinculada a un acto vindicativo del imperio norteamericano contra un periodista que supo alimentar ese principio esencial para informar, llamado “verdad y libertad”.
Ningún periodista en ningún lugar del mundo puede estar seguro de que no lo van a procesar por publicar informaciones como las que publicó WikiLeaks. El objetivo de los detractores de Assange es y sigue siendo callarlo de cualquier manera, incluso sentenciándolo a muerte para así dar una señal de poder sobre las masas, y sembrar un mensaje desalentador para el periodismo de cara al futuro.
¡La lucha es hoy, porque mañana puede ser tarde!
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*Foto de portada: Our Voice