Viernes 19 Abril 2024
En el Palacio Montecitorio de Roma
 
La lucha contra la mafia no ha concluído
 
Invitados a hablar de masacres, secretos de Estado y tratativas entre el Estado y la mafia
 
Por Jamil El Sadi-10 de junio de 2021

Tuvo lugar en la Cámara de Diputados la conferencia de prensa organizada por la Honorable Sara Cunial junto a la revista ANTIMAFIADuemila y el Movimiento Our Voice: "¿Y la mafia? Memoria, información y cultura para recordar las masacres y eliminar los secretos de Estado", fue el título elegido para el evento. Sentados a la mesa de los ponentes estaban Aaron Pettinari, jefe de redacción de ANTIMAFIADuemila, Sonia Bongiovanni y Marta Capaccioni, directora y jefa de redacción, respectivamente, del Movimiento Cultural Our Voice. Como ya se había anunciado en el comunicado de prensa, la reunión celebrada en el Palacio Montecitorio fue una oportunidad para el análisis, incluso legal y científico, de temas importantes en el frente de lucha contra el crimen organizado. En primer lugar, se tocó el tema del 41bis y la cadena perpetua sin beneficios. También se habló de la liberación del colaborador de justicia Giovanni Brusca. Y, además, se analizaron los "pasos" fundamentales que la política aún debe dar en materia de combate al crimen organizado de tipo mafioso y, por tanto, todo lo que aún queda por hacer para que la nuestra pueda ser definida, en todos los aspectos, como una república democrática, por cuanto la mafia es un fenómeno que socava todos los cimientos de una democracia sana. En conclusión, se habló del actual escondite del super jefe de Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, de los secretos de Estado detrás de las masacres mafiosas de los años 92-93, de la responsabilidad política y en particular de cierta facción partidaria que nació precisamente en los años en que el asfalto goteaba sangre en Palermo y en otras ciudades italianas, las carreteras estallaban y los noticieros creaban ediciones especiales para relatar muertes excelentes.

Aaron Pettinari

"Hay puntos fijos desde los que empezar de nuevo. Estos incluyen algunas sentencias en las que se dice que la tratativa entre el Estado y la mafia no fue una quimera".

"¿Por qué las mafias existen y resisten desde hace más de 150 años? ¿Por qué han evolucionado hasta convertirse, como dicen los jueces, en un único sistema criminal integrado?"

"¿Cómo es posible que aún queden tantos misterios sin resolver detrás de las masacres que han azotado a nuestro país? ¿Y por qué las masacres terminaron de repente y no precisamente por la bondad de esta o aquella organización criminal?". Así abrió Aaron Pettinari su discurso, haciendo preguntas legítimas. "Debemos hacernos estas preguntas -prosiguió el periodista- porque estamos dentro de esos 57 días que separaron a la masacre de Capaci de la de vía D'Amelio".

"Hoy hay puntos fijos desde los que empezar de nuevo. Estos incluyen algunas sentencias en las que se dice que la tratativa entre el Estado y la mafia no fue una quimera. ¿Qué fue lo que pasó? Algunas sentencias hablan de las relaciones entre funcionarios de las instituciones y Cosa Nostra. Otras certifican los desvíos investigativos realizados", dijo con firmeza queriendo hacer reflexionar no solo al público conectado desde casa vía streaming, sino también a los numerosos parlamentarios (y afines) que se acercaron a la sala para escuchar. Algunos con actitud decidida, otros, en cambio, espiaban desde el pasillo con timidez, como asustados o sorprendidos de que, dentro del Palacio Montecitorio, se estuviera hablando de mafia, de masacres, de secretos de Estado y de responsabilidad política.

Antimafia Duemila y Our Voice 2

"Estamos viviendo un momento muy delicado y no solo por la búsqueda de la verdad -siguió diciendo-. Nos preocupa el debate que se ha originado en estos días por el regreso a la libertad de un colaborador de justicia como Giovanni Brusca, e incluso por lo ocurrido con la decisión del Tribunal Constitucional sobre el tema de la cadena perpetua. Lo que ha sucedido aquí no ha sucedido en ningún otro lugar del mundo. No podemos olvidar eso. Cientos de personas, representantes de instituciones, magistrados, políticos, sacerdotes, periodistas, ciudadanos comunes y niños fueron asesinados. Pero lo que nos desconcertó fue que el pasado 23 de marzo, los abogados del Estado, en lugar de defender los principios del artículo 4 bis del ordenamiento penitenciario y el decreto ley 306 de 1992 (inspirado en Giovanni Falcone), invitó a la Consulta a dictar una sentencia de rechazo interpretativo, en la que a su vez se reconozca al juez de vigilancia la facultad de evaluar cada caso a su discreción".

"Una señal seria y preocupante -comentó el periodista- de un gobierno que, en lo referido a la lucha contra la mafia, de hecho, guarda silencio. Y actualmente se encuentra en riesgo la legislación sobre colaboradores de justicia. He leído y escuchado propuestas para cambiar esta ley, incluso con el mensaje engañoso de que no ha cambiado desde 1992. Esto sucedió gracias a una ley criminógena del año 2000 que buscaba la centroizquierda, y que le daba a los arrepentidos seis meses para decir todo. Si se recuerda algo después de eso, no tiene ningún valor. Hay que revisar la ley de colaboradores, es cierto, pero para favorecerla y ampliar su alcance, para llegar a conocer no solo lo que se sabe sobre las relaciones entre la mafia y el poder, político, económico y financiero, sino mucho más. La cadena perpetua, el 41 bis y la ley de arrepentidos se encuentran entre los primeros puntos de la lista de exigencias que Cosa Nostra presentó al Estado para detener ese rastro de sangre de principios de los noventa. Quizás no sea una coincidencia lo que está pasando ahora mismo -concluyó Aaron Pettinari- hoy aquí, a la luz de esto, no solo debemos reflexionar, sino que debemos actuar. Y para ello debemos entender que la emergencia de la lucha contra la mafia no ha terminado".

Marta Capaccioni

“Es vergonzoso pretender que la legislación italiana antimafia vuelva atrás. La lucha contra la mafia sigue siendo una emergencia como en 1992".

Marta Capaccioni, habló de la emergencia de la lucha contra la mafia: "Es vergonzoso, por no decir grave y preocupante, que hoy se haga referencia a la legislación italiana antimafia, única en Europa y en el mundo, como atrasada y rezagada a los tiempos cambiantes y al actual contexto económico, social, político y judicial. Es cierto que necesitamos cambios legislativos para hacer más efectiva la lucha contra el crimen organizado -dijo- pero ciertamente no en el sentido de bajar la guardia y la atención al fenómeno. Porque no es cierto que 'hoy ya no exista la mafia de 1992', o que ese paquete de leyes, concebido y querido por Giovanni Falcone, ya no responda a las necesidades de hace 30 años, cuando las autopistas y los autos saltaban por los aires, y sobre las calles se podían pisar las balas y la sangre de civiles, magistrados, periodistas, sacerdotes y otros inocentes. La mafia ha cambiado, pero no porque sea menos peligrosa -explicó- sino porque es mucho más poderosa que en el '92. En el silencio casi general de la política y las sucesivas legislaturas, supo aumentar su influencia, tomando control de muchos sectores de la sociedad y extendiendo sus tentáculos en todos los ámbitos de nuestra vida diaria, explotando crisis económicas, como la actual post pandémica, y demostrando una increíble capacidad de adaptación y resiliencia a los cambios políticos y sociológicos. Todo ello gracias a las estrechas relaciones con componentes de la política, los negocios, los bancos e incluso con el mundo de la masonería desviada".

Además, la emergencia de la lucha contra la mafia también está dictada por hechos e informaciones surgidas "gracias a la labor de ese Poder Judicial honesto y más expuesto en la búsqueda de la verdad, que abrió indagatorias judiciales e instruyó juicios, y de donde surgió que hoy, no solo las mafias, Cosa Nostra, 'Ndrangheta, Camorra y Sacra Corona Unita, se mueven sinérgicamente como una, sino que actúan dentro de un sistema criminal integrado real compuesto por un conjunto de sujetos que, de manera coordinada y organizada, operan infielmente en áreas estratégicas de todo el mundo, especialmente en los ámbitos financieros, económicos, empresariales, pero también políticos e institucionales. Tales hechos e informes surgen, por ejemplo, de la investigación Sistemas Criminales, del juicio 'Ndrangheta Stragista y del proceso Gotha".

Un poder mafioso, por tanto, tangible también y sobre todo a nivel económico. "Las organizaciones criminales producen -continuó diciendo- solo en Italia, una facturación de alrededor de 150 mil millones de euros al año que, si se compara con los ingresos del 2020 de las empresas y grupos empresariales italianos, se puede comprobar que la mafia italiana factura 30 mil millones más que el primer grupo italiano, Exor, que comprende a Fiat-Chrysler, Ferrari, CNH, los seguros PartnerRe y la Juventus (con 119 mil millones de ingresos), más del doble de Enel (62 mil millones en 2020), casi el triple de Eni e Intesa San Paolo, ocho veces Telecom y el banco UniCredit, 16 veces Luxottica, 15 veces el grupo Ferrero y finalmente 41 veces Mediaset, el grupo de televisión controlado por Silvio Berlusconi".

“Por tanto, es fácil entender hasta qué punto, con todo ese dinero, las mafias son capaces de chantajear y condicionar las opciones económicas, empresariales, políticas y hasta de comunicación de nuestro Estado".

Finalmente, la emergencia de la lucha contra la mafia está dada también por los constantes ataques que sufren todos aquellos que "intentan descubrir las ramificaciones de esas estructuras de poder y esos matrimonios híbridos entre mafia y política de los que hablábamos al principio, los que son deslegitimados, calumniados y amenazados de muerte. Esos magistrados que a lo largo del tiempo se empeñaron, y que hasta el día de hoy se empeñan, sacrificando su vida, en la búsqueda de la verdad total sobre las masacres de 1992 y 1993, sobre la tratativa, constatada por una sentencia de primera instancia, entre partes de nuestro Estado y Cosa Nostra, sobre la remoción de esos secretos de Estado que sirven para garantizar la impunidad de quienes no quieren que salga a la luz esta verdad y sobre esa relación entre la mafia y la corrupción, sin la cual Cosa Nostra, la 'Ndrangheta y la Camorra, no habrían podido sobrevivir ni crecer en tal medida, mientras los magistrados sufren aislamiento y destitución de sus funciones, tal como les sucedió a Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Entre estos Nino Di Matteo, Giuseppe Lombardo, Sebastiano Ardita, Nicola Gratteri y Roberto Scarpinato quienes, entre otros, y debido a las incómodas investigaciones que realizaban, fueron objeto de graves amenazas telefónicas, allanamientos en sus domicilios, sobres con balas, cilindros de gas sobre los que se habían colocado explosivos, mensajes y cartas intimidatorias, y armamento más o menos rudimentario colocados en sus fotos. Por último, también me gustaría recordarles que, para atentar contra un magistrado, Nino Di Matteo, actualmente consejero del Consejo Superior de la Magistratura (CSM), el explosivo llegó directamente desde Calabria a Palermo y se estaba organizando el ataque en reuniones de los líderes de la mafia", dijo la joven de Our Voice, antes de concluir refiriéndose a la responsabilidad política de quienes integran el Parlamento, decidiendo el destino de la Nación.

"Es nuestro deber como ciudadanos y como jóvenes exigir verdad y justicia a quienes deben representarnos, pero es su responsabilidad política, civil y moral proteger a nuestra Constitución y a nuestra democracia", concluyó.

Antimafia Duemila y Our Voice 3

Sonia Bongiovanni

"La política a menudo usa a las sentencias para negar la proximidad a la mafia. Más allá de las sentencias, se deben considerar responsabilidades políticas y civiles".

El último discurso estuvo a cargo de la directora del Movimiento Our Voice, Sonia Bongiovanni, quien hizo un llamamiento a los dirigentes políticos y a la política para que "representen los más altos principios de la Constitución, instaurados con la sangre de nuestros partisanos y nuestras partisanas. Una política silenciosa, incluso comprometida con la mafia en algunos casos, incapaz de enjuiciarse a sí misma a pesar de que los hechos comprobados por las sentencias muestran su múltiple corrupción y connivencia con la mafia -continuó, aludiendo a la responsabilidad política- Entre estas figuras políticas tuvimos como protagonistas a los fundadores del partido Forza Italia, nacido en 1994, a Marcello Dell’Utri, sentenciado en primera instancia en el proceso de la Tratativa Estado-Mafia, y definitivamente por concurso externo en asociación mafiosa. En esta última sentencia se atestigua que se firmó un pacto entre las familias mafiosas y Silvio Berlusconi. Y que el propio Marcello Dell'Utri fue el intermediario de ese pacto al menos hasta 1992. Silvio Berlusconi, que según la misma sentencia le pagó a la mafia hasta 1992, sigue siendo investigado en Florencia como instigador externo de las masacres de 1993, junto con Marcello Dell'Utri. Bueno, es una pena que hombres cercanos a la mafia todavía tengan voz en el debate político, e incluso se presenten en el Quirinal para ofrecer su disponibilidad política para formar gobierno. Y hoy, Forza Italia es parte de ese gobierno".

Nombres altisonantes los de los dos fundadores de Forza Italia. Nombres que poco a poco empujaron a más y más parlamentarios (y afines) a acercarse a la puerta de la sala de conferencias del Montecitorio para escuchar o, como se mencionó anteriormente, para espiar tímidamente.

Sonia Bongiovanni llamó luego la atención sobre la responsabilidad política, haciéndose portavoz de las palabras del juez Paolo Borsellino, brutalmente asesinado con un coche bomba junto con los cinco agentes de su custodia el 19 de julio de 1992, en Palermo: "La proximidad entre políticos y mafiosos -dijo el juez- que no constituía un delito, ya volvía poco confiable al político en la gestión de los asuntos públicos. Aunque ciertas sentencias no tengan pruebas suficientes para condenar al imputado -comentó Sonia Bongiovanni- existe una responsabilidad civil, que debe estar en la base del compromiso político. Pero en cambio la política, muchas veces, nos ha demostrado que quiere esconderse detrás de la pantalla de la sentencia, para negar los hechos ilícitos y la proximidad al crimen organizado".

Y tras explicar el sentido de responsabilidad política, la directora de Our Voice lo vinculó al compromiso del Estado en capturar a los jefes fugitivos, en primer lugar, a Matteo Messina Denaro que, después de 28 años, sigue libre. Además, partiendo de este aspecto, Sonia Bongiovanni hizo un llamamiento a varios políticos destacados con peticiones concretas. "Si realmente se quiere luchar contra la mafia, le pedimos a la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, que haga de la captura de Matteo Messina Denaro una prioridad; que fortalezca a la policía y destine más fondos para la búsqueda del fugitivo. Pedimos que se elimine el secreto de Estado sobre las masacres, especialmente aquellos relacionados con el papel de los servicios secretos. Todos los familiares de las víctimas de la mafia, y todos los ciudadanos, tenemos derecho a conocer la verdad sobre los padres y las madres de la patria, asesinados injustamente por esa parte del Estado contaminada por la mafia, que aún está presente en todas las salas del poder del país. Le pedimos a la ministra de Justicia, Marta Cartabia -continuó- que defienda la legislación antimafia inspirada y deseada por Giovanni Falcone. Le pedimos a la política que no sea hipócrita, quejándose porque los colaboradores de justicia son liberados al final de su condena, sin decir que los mafiosos que no han colaborado, que han permanecido en silencio, están a punto de ser liberados. Los que ya no van a tener ningún motivo para hablar. Si se quiere hacer una reforma de la justicia, debe ser a los fines de un poder judicial independiente, y no a favor del control o condicionamiento político".

Llamamiento que también fue dirigido al presidente Mario Draghi: "Señor presidente -dijo la joven Bongiovanni- como economista experto, y conociendo el volumen de negocios de la mafia, usted debería hablar de cómo esos enormes capitales se lavan en los bancos de toda la economía mundial. Me gustaría preguntarle, señor presidente ¿Qué importancia le da a la lucha contra la mafia? ¿Por qué no está en la cima de la agenda política del gobierno? ¿No es una emergencia? Después de estas observaciones ¿va a seguir callado? Yo no he vivido la era de las masacres, pero mi generación es hija de la sangre de los mártires, la que fue traicionada por una parte del Estado, el mismo Estado al que sirvieron hasta el último de sus días -concluyó. No he vivido las masacres. Pero quiero luchar, para que ni yo, ni mi generación, ni las futuras, experimentemos tal horror. Y el mío es un llamamiento a la política, y a todo el Estado, para que tomen en serio el problema antes de que sea demasiado tarde".

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*Foto de portada y restantes: Our Voice