Por Lucas Gabriel Martins desde Brasil-14 de marzo de 2021
Marielle Franco, de 38 años, líder de izquierda y quinta concejala de Río más votada en 2016, es ejecutada dentro de su auto. Esa misma emboscada también le quita la vida al conductor Anderson Gomes, de 39 años. Fue en el mes de marzo de 2018, alrededor de las 21:30 horas del día 14, luego de participar de un encuentro sobre activismo y emprendimiento para mujeres jóvenes negras. Tres años después, la pregunta que comenzó a hacerse esa noche sigue resonando: ¿Quién ordenó matar a Marielle? ¿Y por qué?
En el estado de Río de Janeiro se ha celebrado recientemente la tasa histórica de homicidios más baja en 30 años. Hubo 3.536 asesinatos en 2020. Un año antes, 4.004 personas fueron asesinadas en el estado, negros y pobres, sobre todo
Ronnie Lessa, un policía militar retirado designado por el Ministerio Público como verdugo de Marielle y Anderson, junto a su cómplice esa noche, el también policía Elcio Queiroz (ambos detenidos en marzo de 2019) no cometieron un delito común.
Marielle siempre habló por los derechos de los negros, las mujeres, de la “favela”, personas de la comunidad LGBTQIA +, la población olvidada por una sociedad que no quiere reconocer sus prejuicios estructurales y sus privilegios.
Desde el principio, las investigaciones dijeron lo mismo, el ataque tuvo motivos políticos. Pese a ello, y aunque muchos denunciaron los disparos contra Marielle y Anderson como un ataque directo a la democracia, las respuestas para las preguntas, parecen enfriarse año tras año, a pesar del esfuerzo de familiares, amigos y compañeros de partido de la concejala.
Renata Souza surgió en la política con Marielle, en el Complexo da Maré, uno de los barrios marginales más violentos de Río, y fue asesora de la concejal cuando ella fue asesinada.
"Hay un llamado popular a respuestas concretas, para que los responsables sean responsabilizados. Si no fuera un crimen político, no hubiéramos sido así durante tres años", dice la diputada, quien se eligió a sí misma como una de las herederas del legado político de Marielle.
"Marielle encarnó varias de las vulnerabilidades del cuerpo 'asesinable' de nuestra sociedad, que es el de la mujer negra, pobre, de las favelas, LGBT. Fue un feminicidio político. Una advertencia general: aunque superes todas las barreras, estudies, te gradúes, trabajes, te conviertas en parlamentario, esto no te salvará de ser asesinado”, añadió.
"Una investigación tan lenta es inaceptable", dijo la madre de Marielle, Marinete Silva. Ella sigue confiando en que llegará el día del esclarecimiento del crimen.
"Los autores intelectuales están ahí afuera, pensando que todo está bien. Los dos presos no son suficientes para nosotros, ni para la sociedad. Todavía hay mucha gente movilizada, en todo el mundo”, agregó.
Hasta la fecha, las investigaciones no han identificado a los responsables del crimen.
“La indignación no ha disminuido, pero la impunidad, hace que mucha gente pueda pensar que 'no hay manera, volvió a pasar, el Estado no cumplirá con su obligación y hay otras muertes que llorar'. Cada uno se queda con su dolor”, declaró Jurema Werneck directora ejecutiva de la ONG Amnistía Internacional del Brasil, en una entrevista para la BBC.
Lo que los investigadores han revelado hasta ahora es que Ronnie Lessa, un conocido francotirador que circulaba en el mundo de los pistoleros, y su amigo Élcio Queiroz, conocido por su habilidad para conducir vehículos policiales, dejaron Barra de Tijuca el 14 de marzo y se quedaron en la calle de los Inválidos, en el barrio de Estácio, en la región central de Río, con el objetivo de quitarle la vida a Marielle.
El plan comenzó a elaborarse meses antes y sus pasos estaban siendo monitoreados. La idea era abrir fuego con los coches en movimiento, y así se hizo. Anderson, el padre de un bebé, últimamente estaba trabajando junto a la concejala, para conseguir algo de dinero. Fue muerto por causa de la ubicación de Ronnie al disparar y así como Marielle, murió instantáneamente. La asistente Fernanda Chaves, junto a la parlamentaria en el asiento trasero del auto, sobrevivió y prefirió salir pronto del país con su familia, para no convertirse en un blanco de los asesinos.
Una nueva esperanza en el caso abre el grupo de trabajo anunciado recientemente por el Ministerio Público para atender el caso, con el regreso de la fiscal Simone Sibilio al frente del equipo. Fue responsable de denunciar ante la justicia a Ronnie Lessa y Élcio Queiroz como los ejecutores de Marielle y Anderson. El anuncio de que el Jefe de Policía Moysés Santana, de la Comisaría de Homicidios, también se dedicará en exclusiva a esta investigación, eso es otra posible señal de que se reanudarán los trabajos. Será el tercer delegado responsable del caso.
Ronnie Lessa y Elcio de Queiroz están en la cárcel hace más de 2 años e irán a un juicio por jurado popular, aún existe una posibilidad de que ellos revelen el nombre del mandante del crimen frente a una condena muy pesada.
No resolver este crimen, sería lo mismo que declarar victoria a los que ordenaron matarla y dejar en claro que se puede hacer política de esta manera.
Ya pasaron tres años desde de este crimen, pero seguiremos preguntándonos:
¿Quién ordenó matar a Marielle Franco?
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*Foto de portada: www.folhauol.com
*Foto 2: www.bbcnewsmundo.com / Elcio Queiroz y Ronnie Lessa, pistoleros involucrados como autores materiales.
*Foto 3: www.jovempan.com / Anderson Gómez