Jueves 28 Marzo 2024
Por Claudio Rojas desde Chile-6 de marzo de 2021

Hace pocos días, hablábamos de que la ultraderecha fascista y la derecha conservadora de los latifundistas, le exigía al gobierno chileno un estado de sitio en el wallmapu, vale decir en la región de la Araucanía. Su intención era un Estado de guerra, como corolario a todos los atentados de falsa bandera y montajes, para justificar una posible militarización de la zona, y con ello barrer con los mapuches, que han estado en estos meses, reivindicando y recuperando sus tierras usurpadas, otrora en forma ilegal e indebida, en base solamente a engaños.

Sin embargo, el Ejército a través de su comandante en jefe, el General Ricardo Martínez dejó claramente establecido que ellos no estaban disponibles para esa labor (desobedeciendo el mandato del ejecutivo), y que sólo estaban en la zona, única y exclusivamente para todo lo relativo al control de la pandemia.

Comunidades mapuches llegaron este martes hasta la Escuela de Montaña No. 8 Tucapel en Temuco, Región de La Araucanía, para entregar una carta dirigida al comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, en la que le solicitan que la institución castrense se reste de los patrullajes mixtos junto a las policías, implementados la semana pasada por el Gobierno, en la macrozona sur ante los reiterados hechos de violencia.

La instancia, sin embargo, derivó en un cordial encuentro y conversación que se extendió por alrededor de 15 minutos, como destacó con optimismo Aucán Huilcamán, líder del Consejo de Todas las Tierras y candidato a gobernador de La Araucanía.

"El comandante nos ha hecho saber que su compromiso es de realizar actividades para combatir el Covid y no con relación a los desalojos de las comunidades; por tanto, nos parece muy oportuno que de nuestra acción y nos parece muy oportuna la decisión, que puede significar un acto hacia la paz en La Araucanía", enfatizó.

De hecho, las Fuerzas Armadas están en las calles desde hace casi un año en el marco del estado de catástrofe que rige a nivel nacional por la emergencia sanitaria de la pandemia de coronavirus.

En ese marco, el jefe de la Defensa Nacional en La Araucanía, general de brigada Marcelo Núñez Morales, aseguró que los militares no están disponibles para operar de cualquier forma, como -por ejemplo- ante tomas de predios.

"Bajo ningún punto de vista, eso es un tema policial; nosotros no estamos en ese ámbito. Nuestro ámbito es combatir el Covid, control de toque de queda, puntos de control sanitario, aduanas sanitarias y todo lo referido a combatir el Covid", expuso.

La misiva de tres carillas, igualmente, se hará llegar al comandante en jefe del Ejército, en la cual también se le pide a la institución que revise el rol histórico de las fuerzas militares en la mal llamada "Pacificación de La Araucanía", ocurrida en la segunda mitad del siglo XIX, que Huilcamán tachó como un "genocidio que permanece en completa impunidad".

Habría que preguntarse por qué el Ejército desobedece al Presidente en esta oportunidad y podemos especular: un gobierno con un 4,6% de apoyo, un gobierno que le prometió en campaña política al Ejército que indultaría a los militares condenados por crímenes de lesa humanidad y no cumplió, un Ejército que quiere lavar su imagen ante el mundo, un Ejército que no quiere más condenas por violaciones a los DDHH en un tiempo donde hay teléfonos celulares y más medios de prueba, un ejército molesto con los civiles de la extrema derecha que gobernaron con Pinochet y ninguno fue procesado, ni menos condenado, y que son las más fuertes impulsores de la intervención militar. En fin, podríamos seguir.

Lo concreto es que se le ha caído el principal pilar de sostén de este gobierno nefasto y deslegitimado, pues con ellos al lado, se sentía fuerte.

¿Acaso ellos –el Ejército- se dieron cuenta de todas las “irregularidades” cometidas por el gobierno para justificar la llamada a las FFAA a controlar el llamado “estallido social”?

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*Foto de portada: USA Hispanic Press