Viernes 11 Octubre 2024

santiago2017 1Por Jean Georges Almendras-29 de agosto de  2017
¿Se comienzan a correr (a caer) algunos  telones de la impunidad en relación al caso de desaparición forzada del joven artesano argentino Santiago Maldonado? ¿Si acaso tímidamente? ¿Si acaso estratégicamente? ¿Si acaso hipócritamente?  Desde filas del Estado argentino, en los últimos días, se apresuraron a dar  dos “buenas nuevas”  sobre las investigaciones que están en curso. Dos “buenas nuevas” que se consideran significativas, tomando en cuenta el camino de  “cínica indiferencia”  elegido por el Estado, en fechas anteriores. Desde el Estado dicen mucho y hacen anuncios,  pero Santiago Maldonado sigue sin aparecer, y los días pasan.
Dos “buenas nuevas”: Por un lado, se anunció que en diversos allanamientos autorizados por el Juez Guido Otranto, y a pedido expreso de la Fiscal  Federal de Esquel, Dra. Silvina Ávila, se secuestraron 65 teléfonos celulares de los efectivos que el 1ero de agosto habrían tomado participación del operativo que realizó la Gendarmería Nacional en la comunidad mapuche Pu  Lof  Cushamen. Concretamente se secuestraron 9 celulares de la base de Esquel, 44 de la base de El Bolsón y 12 de la base de José de San Martín. Tenga presente el lector, que en el procedimiento de ese día fueron 31 los efectivos de la fuerza nacional que ingresaron al predio de la Ruta 40, donde se encuentra  la comunidad mapuche y que el mismo estuvo bajo las órdenes del segundo jefe del escuadrón de Esquel, Juan Pablo Escola, trascendiendo que en la localidad cordillerana también estuvo presente (¿monitoreando los  operativos?) nada menos  que el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Pablo Noceti.
Y por otro lado, se supo que la Fiscal decidió cambiar la carátula de la causa  que tiene entre manos. Ahora el caso está oficialmente rotulado como “desaparición forzada”. Debemos recordar además que todavía se aguardan los resultados de las pericias científicas luego del hallazgo de sangre y cabellos en un vehículo y en las instalaciones de una base de Gendarmería allanada oportunamente. En el marco de esas pericias de laboratorio se encuentran los cotejos de ADN, que serían vitales para orientar las investigaciones. Pero esos resultados aún están por verse, al menos por estas fechas.
Volviendo a las dos “buenas nuevas”, entre comillas, éstas parecerían decir mucho, pero  en realidad no nos dicen nada.  Absolutamente  nada. Porque las únicas “buenas nuevas” -desde filas estatales- que serían buenas nuevas, en mayúsculas, serían éstas: la aparición con vida de Santiago Maldonado y la identificación de los responsables (eventualmente de filas de la Gendarmería) de la privación de libertad, en el curso de la represión cometida contra los integrantes de la comunidad mapuche Pu Lof Cushamen, de la Provincia de Chubut, en el curso de la represión del 1ero de agosto.
Pero hasta el momento, todo está a fojas cero. Hasta el momento todo sigue incambiado, al menos a nivel de las investigaciones, porque a nivel de las repercusiones de este episodio, el panorama resulta ser otro.
Ocurre, que los reclamos por la aparición con vida de Santiago Maldonado se multiplican día a día en todo el país, al punto que  numerosas organizaciones de Derechos Humanos tienen prevista, para el día 1ero de setiembre, la realización de una marcha nacional para exigir respuestas al Gobierno Nacional.
Pero hay más, porque en la localidad bonaerense  25 de Mayo (de la cual es oriundo el joven Maldonado) sus amigos,  comenzaron a pintar los muros con diferentes mensajes hacia la familia del artesano, apareciendo carteles pegados en edificios y en autos particulares. Carteles y mensajes que siempre dicen lo mismo: “Aparición Ya”. Esto sin tomar en cuenta que en cada barrio de su ciudad natal no se hace otra que hablar del joven Maldonado, tomando conciencia de la gravedad de la situación.
Y por si fuera poco, en la sesión ordinaria celebrada el jueves 23 de agosto, la Cámara de Diputados de Santa Cruz aprobó por unanimidad una resolución que unificó dos proyectos, a través de los  cuales se exigió “la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado”. En ese contexto, según la información periodística, los legisladores unificaron dos proyectos de similar tenor, iniciativa que fue aprobada por unanimidad, exigiéndose además a las autoridades  del Gobierno Nacional y a las Fuerzas Armadas, la inmediata aparición con vida del joven, al tiempo de repudiar enérgicamente el accionar de Gendarmería y las posteriores declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Y por si fuera poco, pudimos saber que referentes de Madres de Plaza de Mayo, de la organización Desaparecidos y Detenidos, de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, el diputado por el Frente Para La Victoria, Santiago Igon , y el ex diputado y nieto recuperado Horacio Pietragalla viajaron a la ciudad de Esquel para interiorizarse  sobre el curso de la investigación judicial. En la oportunidad, en una conferencia de prensa, todos ellos, y representantes de organismos de Derechos Humanos coincidieron en afirmar: “que se haga justicia legal, siempre, jamás por mano propia. Esperamos que la señora justicia se saque la venda de los ojos y actúe como corresponde” según palabras de Taty Almeida, de madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien además agregó “es tremendo volver a pensar en un desaparecido con un gobierno constitucional. Hace 40 años, y ahora, el reclamo es al Estado argentino”.
Lita Boitiano, de Desaparecidos y Detenidos, fue categórica:  “El Gobierno nacional sabe qué pasó y dónde está (Santiago Maldonado). Hace 40 y 41 años que con Taty esperamos saber qué pasó con nuestros hijos y no podemos esperar tanto en saber qué pasó con Santiago; tiene que ser ahora, con todos los recursos que hay hoy, tiene que aparecer con vida ya. A muchas de nosotras, que tenemos varones desaparecidos en los 70, estar reclamando, con esta foto de Santiago, es como tener a cada una de las caras de nuestros chicos. Está dentro de nuestras entrañas, nos produjo una fuerte reacción emotiva”.
Sergio Maldonado (hermano de Santiago), en la conferencia de prensa dijo “de una vez por todas digan dónde está; saben dónde está y quien lo tiene. Apelamos al gendarme bueno, que se humanice y diga dónde está”
El Premio Nobel de la  paz, Adolfo Pérez Esquivel (de nacionalidad argentina) fue mucho más allá: denunció “encubrimiento” por parte del Estado sobre la desaparición de Santiago Maldonado, apuntando al gobierno como el “responsable directo”, insistiendo con el pedido de renuncia de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Pero además, consideró que el Gobierno “lleva muy mal” la “preocupante” situación del joven Maldonado.
“Hay testigos de la represión y el apaleamiento (que sufrió el joven)” al que “subieron a una camioneta” (de la Gendarmería). “Uno no quiere ser pájaro de mal agüero pro ya después de 27 días de la desaparición de una persona, la situación se vuelve dramática y no saben qué respuesta dar. Por ahí se les fue la mano a los gendarmes. Hay un ocultamiento desde el Estado” fueron otras de las contundentes expresiones del Premio Nobel de la Paz a Radio 10.
En el ámbito familiar del joven desaparecido, finalmente se aceptó (después de una firme reticencia por parte de sus padres) aportar sus muestras de sangre y saliva para cotejos de ADN, en la causa de habeas corpus que instruye el juez federal Guido Otranto.
Cabe consignar que la familia de Maldonado desconfía de los cotejos que está realizando el genetista Daniel Corach, científico del Conicet y director del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Universidad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Trascendió que el EAAF no solo tomará las muestras para la obtención del ADN, sino que también tendrá un rol activo en la investigación policial y judicial, a pedido de la familia y de organismos de derechos humanos.
Pero en el marco de todo este intenso movimiento social en reclamo de aparición con vida de Santiago Maldonado hubo un episodio por demás gráfico , protagonizado por los organismos de DDHH y los representantes del Estado argentino, estando entre ellos, nada más ni nada menos que la mismísima Patricia Bullrich, titular del Ministerio de Seguridad..
Días atrás mantuvieron una reunión,  dos partes perfectamente diferenciadas. Por    parte del Estado, además de Bullrich, estuvieron presentes: el ministro de Justicia Germán Garavano y el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj. Por parte de las organizaciones de DDH estuvieron presentes: Estela de Carlotto , Taty Almeida y Lita Boitano, entre otros. El encuentro se interrumpió abruptamente cuando Patricia Bullrich, Garavano y Avruj se retiraron tras un cuestionamiento de Boitano.
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La prensa argentina se hizo eco de los aspectos determinantes del encuentro.. Se consignó que Taty Almeida mostró su desacuerdo por la falta de acuerdo:“Para no alargar esto, sinceramente nos vamos como vinimos. Veníamos a exigir desaparición forzada, por supuesto, lo principal: dónde está Santiago. Y a pedirle a usted la separación momentánea, hasta que sean juzgados los responsables de ese atropello feroz que hicieron y nos damos cuenta de que cada uno está con lo suyo. Entonces sinceramente, en estas condiciones no vamos a trabajar en conjunto”.
 “Lamentablemente ni usted, ni usted, ni usted reconocen absolutamente nada. No tenemos 15 años, llevamos años exigiendo, pidiendo… sin bajar los brazos. Es lamentable que a 40 años tengamos que gritar aparición con vida y es un detenido desaparecido forzado. Entonces sinceramente yo creo que ya no hay mucho para hablar” continuó Almeida., dirigiéndose a los representantes del Estado, y en particular a Patricia Bullrich

Lita Boitano  intervino luego: ”Yo quiero decir algo y lo digo como Lita Boitano, no me atrevo a decirlo en nombre de todo el grupo: ustedes saben dónde está y qué hicieron con Santiago. Yo me voy con esa convicción y no lo pueden decir y no lo pueden mostrar”.
 
Patricia Bullrich  preguntó: “¿Ustedes creen que nosotros vamos a hacer eso?”.
“Sí, querida”, respondió Boitano y luego sobrevino una seguidilla de gritos de Bullrich y Garavano dando por terminado el encuentro abruptamente. Días después de ese tenso encuentro, desde filas de la Fiscalía Federal de la ciudad de Esquel se re caratulaba la causa como “desaparición forzada”

A todo esto, los medios periodísticos locales, entre ellos  el diario EL Patagónico, publicó una carta del dirigente mapuche Facundo Jones Huala, preso en la Unidad Penitenciaria de Esquel, a la espera del inicio del juicio para definirse su extradición a Chile.
Según “El Patagónico” en el Facebook de la revista "La Garganta Poderosa", el lonco Facundo Jones Huala publicó una carta dirigida a Santiago Maldonado. En su mensaje, el lonco le agradece a Maldonado por intentar conocer a la comunidad mapuche de forma desinteresada y señala a Gendarmería como el único responsable de su desaparición.
"La respuesta no está en Facebook, ni en ninguna red social: la respuesta está en las manos de Gendarmería Nacional. Ellos te llevaron. Ellos te golpearon. Ellos te secuestraron”, dice la publicación. La carta también destaca: "No se llevaron a un indio esta vez, te llevaron a vos, que hoy logras poner nuestro grito donde nosotros no pudimos, porque nuestro destino suele ser tan silencioso como nuestra historia. Lo dicen tus compañeros, lo dice tu ideología: si el desaparecido fuera mapuche, ¿cuántos gritos habría?".
"No tuvimos oportunidad de compartir nuestro tiempo, pero todos los peñi y las lamien que te conocen hablan muy bien de vos, fortaleciendo la espalda del texto que escribo. Y entonces, aún sin habernos cruzado palabra, puedo afirmar con certeza cuánto valoramos tu autenticidad: decir lo que pensabas y hacer lo que decías".
 
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 Por último subraya: "Yo no sé dónde estarán el Che, Severino De Giovanni, Evita, Tupac Katari o Gandhi, pero de seguro andarán gritando por algún lado: ¡Dónde mierda tienen a Santiago Maldonado!".
Ahora bien, al momento de redactarse estas líneas, Santiago Maldonado sigue sin aparecer. Su paradero sigue estando en la nebulosa. En contrario, la responsabilidad del Estado parece consolidarse día a día, porque si vamos hilvanando el episodio desde el 1ero de agosto hasta nuestros días, son sobradas las muestras de irresponsabilidad estatal, primero en lo que concierna al operativo en sí y segundo en lo que concierne a la vida del joven artesano o a la de cualquier integrante de la comunidad mapuche que se encontraba allí.
Porque en definitiva, si no hubiera habido represión, no habría habido desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Porque en definitiva, si desde hace tiempo  no se hubiera  desatado una  persecución a la comunidad mapuche de Pu Lof  Cushamen en Resistencia, allá en la ruta 40, no habrían habido dos integrantes de la comunidad heridos de pedigones policiales, ni tampoco se habría registrado el episodio en el que Maldonado habría sido prácticamente “chupado” por la presencia de las autoridades. Autoridades que habrían actuado, al parecer sin una orden judicial, lo que sería otro elemento más, que demostraría  que las irregularidades fueron la tónica de la intervención policial en el territorio de la Comunidad mapuche.
Hay otro aspecto que no pasa inadvertido, ni para la comunidad mapuche ni para la opinión pública: son muy numerosos los testimonios de quienes soportaron esa represión del 1ero de agosto, apuntando al jefe de Gabinete Pablo Noceti, del gobierno de Macri, como una de las máximas autoridades del Ejecutivo, presente en la ciudad de Esquel y en el escenario de la represión  (¿Coordinando y supervisando los operativos, en forma conjunta con los oficiales de la fuerza interviniente?) Una interrogante que reclama una urgente respuesta. Que reclama una urgente explicación desde filas estatales.
Pero hay  más, en cuanto a presencia de jerarcas del gobierno de Macri, en Esquel y en la escena de los hechos. No han sido pocas las versiones que nosotros mismos hemos obtenido y que los medios de prensa locales han recabado sobre la presencia de otro jerarca gubernamental: nos estamos refiriendo a Eugenio Burzaco, superior formal de Pablo Noceti
Entonces, surgen otras interrogantes: ¿Cómo es posible que siendo supervisado el operativo por un alto jerarca como Nocetti (y eventualmente también por Burzaco) instalados en Esquel, éstos  no supieron dar a los efectivos participantes del  procedimiento y a las personas que estaban siendo reprimidas, las debidas garantías en las diferentes etapas de la intervención policial? ¿Cómo  puede ser posible que estando allí en la región cordillerana de Esquel,  dos jerarcas como Noceti y Burzaco, hayan ocurrido todos estas situaciones de violencia que derivaron en la configuración  de una desaparición forzada?. ¿Cómo puede ser posible, en democracia?
Entonces, ya la sola presencia en Esquel de Nocetti y de Burzaco, resulta en extremo significativa. Como más significativa nos resulta su inoperancia para preservar el operativo de irregularidades y de  abusos. ¿Acaso se nos da a entender que para el gobierno de Macri, el reclamo de los mapuches de Chubut, era un tema de tal relevancia que requería la solemne participación de dos figuras importantes de su administración (en jerarquía), en  esa región de la Argentina?
¿Ambos jerarcas fueron allí a Esquel y a la zona del conflicto con los mapuches, a qué ? ¿Cuáles fueron los verdaderos motivos de su presencia?. En el entendido que hayan asistido allí como jerarcas del Ejecutivo, en misión de control de los operativos, se me hace que bajo ningún concepto los grupos operativos afectados a la represión deberían haber incurrido en irregularidad alguna. Se me hace que con la presencia de tales jerarcas, el procedimiento debería haber sido en extremo prolijo y en extremo ajustado a los protocolos de ese tipo de acciones. Más aún, cuando en el desarrollo de estas acciones existía la posibilidad  de detener personas. Pero no hubo ni prolijidad, y al parecer y como están las cosas,  ni siquiera legalidad.¿ Que hicieron realmente los jerarcas de gobierno de Macri?
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Es una buena pregunta para los dos jerarcas. Es una buena pregunta para la Ministra Patricia Bullrich y para el mismo presidente Macri. ¿No estaba en sus manos (de Noceti y Burzaco) controlar el accionar de los funcionarios, especialmente en un tema harto sensible y difícil desde hace ya unos meses antes?¿No se les ocurrió a ambos jerarcas preguntar a los oficiales al mando de los Gendarmes, que entraron a reprimir en el Pu Lof Cushamem, si hubo o no heridos o detenidos?
A juzgar por los hechos, todo hace suponer que los oficiales de alto rango de la Gendarmería Nacional y los dos   jerarcas del Ejecutivo  ignoraron sus responsabilidades, apartándose de toda ética y de toda profesionalidad. Y lo que es peor, dejaron transcurrir los días. Y lo que es peor, refiriéndonos a Noceti y Burzaco, creo que ambos minimizaron su presencia en la región de Esquel y no tomaron conciencia, que ellos, con su investidura, deberían haber sido  en extremo celosos observadores y custodios de los operativos, para que los mismos se concreten sin irregularidades. Esa irregularidades que hoy por hoy, saltan a los ojos , descaradamente y nocivamente.
Desafortunadamente los ojos de ambos jerarcas del gobierno y los ojos de los mandos de la Gendarmería Nacional no estaban puestos sobre los comportamientos de los efectivos a su mando. Y eso provocó una doble consecuencia: por un lado, la desaparición forzada del joven Santiago Maldonado, y por el otro lado la materialización de un episodio de grave responsabilidad institucional, sin perjuicio de que al llegarse a ese extremo, se corriese el riesgo de incurrirse en un verdadero atentado a la estabilidad democrática de la Argentina de hoy, o lo que es decir, a la materialización insana, de un acto (de terrorismo estatal)  más propio de un régimen dictatorial  que de un régimen democrático.  

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En un comunicado expreso de la familia de Santiago Maldonado, se expresaba literalmente: "La desaparición forzada es un delito que comienza con la privación de la libertad de Santiago por personas del Estado, Gendarmería, seguida de la falta de información de su paradero y la negativa a reconocer su privación de la libertad por parte de las autoridades. La desaparición forzada es un delito que sólo comete el Estado. Es un delito continuado: todos los días se comete desaparición forzada hasta que aparezca Santiago. Por eso, la causa penal no puede archivarse hasta que se encuentre a Santiago, se esclarezcan las circunstancias de su desaparición, se identifique a los responsables materiales y a los autores intelectuales, y se determinen las responsabilidades penales, administrativas y políticas. Tenemos el derecho a que no se presuma el fallecimiento de Santiago y exigimos que las autoridades respeten nuestro derecho. Hasta la fecha la única hipótesis sustentada en elementos objetivos es la desaparición forzada. Por ser un delito de Estado, la carga de la prueba se invierte y debe el Estado corroborar que tal hipótesis es falsa para recién luego avanzar en otras hipótesis"
Por unos instantes hay que ponernos en el alma y en el cuerpo de cada uno de los integrantes de los perseguidos  pueblos originarios de esas tierras argentinas. Por unos instantes  hay que ponerse en el alma y en el cuerpo de los seres queridos de Santiago Maldonado. Por unos instantes hay que ponerse en el alma y en el cuerpo de cada uno de los mapuches que vivieron la represión  aquel día. Por unos instantes hay que ponerse en el alma y en el cuerpo del mismísimo Santiago Maldonado, cuando corría desesperado para ponerse a salvo de los represores, a orillas del río Chubut.
 ¿Podremos sentirnos crédulos y  en armonía con el sistema, las instituciones y  las democracias  actuales? No lo creo.
Por unos instantes, nada más que por unos instantes, también  deberíamos ponernos en el alma y en el cuerpo de cada uno de los funcionarios que acometieron a tiros contra los mapuches a orillas del río Chubut y preguntarnos: ¿Podremos dormir en paz?
No lo creo. Realmente no  creo que podríamos dormir en paz. Salvo que seamos cínicos o hipócritas o  salvo que optemos por el único camino que podría darnos un poco de armonía: el camino de atrevernos a confesar la verdad a la justicia y al pueblo argentino.
Pero la absoluta verdad, sobre todo lo que le pasó a Santiago, allá en el territorio de Pu Lof Cushamen, de la Patagonia de Chubut, aquel 1ero de agosto de este 2017.

*Foto Portada: www.lanacion.com.uar
*Foto 2: www.diariocrónica.com.ar
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*Foto 5: www.junínalminuto.com.ar