Por Jean Georges Almendras-Agosto 26 de 2015
A mediados de setiembre o quizás un poco más –y si no se cruza contratiempo alguno- estaría en territorio paraguayo el ex intendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta luego de que el Supremo Tribunal del Brasil por unanimidad, este 25 de agosto, resolvió conceder su extradición.
Todos los diarios y medios de comunicación paraguayos dieron cuenta de la noticia, a los pocos minutos de conocerse el dictamen de las autoridades brasileñas. En el ámbito de los periodistas del diario ABC Color, donde trabajaba el colega Pablo Medina, los ecos sobre la novedad tuvo ribetes de manifestación. Los funcionarios de ese medio de comunicación se concentraron frente a la sede del diario, tal como lo hicieron en la tarde de octubre en la que criminales acabaran con la vida del colega y con la de la joven Antonia Almada.
Apenas cometido el doble crimen los ciudadanos paraguayos y las autoridades definieron los rostros de los asesinos: autores materiales y autores ideológicos. Los primeros fueron el hermano de Vilmar Acosta y su sobrino, vale decir: Wilson Acosta y Flavio Acosta, hoy por hoy prófugos. Los segundos: se definió oportunamente la identidad del ex intendente de la ciudad de Ypejhú, Vilmar Acosta, alias “Neneco”, aunque no se descarta que otros personajes del hampa y del sistema político pudieron haber tomado parte en la decisión de asesinar al periodista. Ejecución que se concretó en las primeras horas de la tarde del día 16 de octubre del pasado 2014, en una zona rural de de Villa Ygatimí, en el departamento de Canindeyú.
Desde esa trágica jornada y hasta el momento de redactarse estas líneas, mucha agua corrió bajo el puente. Las aguas trajeron, entre otras cosas, la captura del ex intendente, el día 4 de marzo en Mato Grosso do Sul, Brasil. En los días posteriores un juez brasileño decretó su prisión con fines de deportación y luego la máxima instancia judicial le dictó prisión con fines exclusivamente de extradición.
Cabe consignar que la Fiscalía del Paraguay insistió ante las autoridades del Brasil en la deportación por considerarse que se trataba de una vía administrativa más rápida, para que Acosta fuera juzgado en territorio paraguayo. No obstante las autoridades brasileñas cerraron definitivamente –por aquellos días, la puerta a la deportación optando por la puerta de la extradición, la que finalmente se concretó.
En ese marco, luego de idas y venidas de tenor jurídico, restaba una instancia final que estaba prevista para este pasado 25 de agosto. Una vez concretada la misma, en sesión del Supremo Tribunal del Brasil, por unanimidad -cuatro votos, y solo una ausencia- se resolvió a favor de la extradición.
A propósito de esta resolución debemos señalar que con el fallo se demostró que “Neneco” fue considerado ciudadano paraguayo y no ciudadano brasileño, como pretendía el imputado. Asimismo trascendió que para el fallo en cuestión se consideró también que las evidencias que se presentaron respecto a la responsabilidad de Vilmar Acosta en el crimen de Medina y de Almada, tenían la solvencia y la fuerza necesarias para concederse la extradición.
¿Qué queda por hacer ahora para que de una buena vez Vilmar Acosta descienda esposado y custodiado de un avión, en Asunción, Paraguay?. El canciller nacional Eladio Loizaga dijo a los periodistas que le consultaron que la decisión del Tribunal brasileño será elevada a la presidenta del Brasil Dilma Rousseff, para que rubrique la resolución, pero aclaró que sería una formalidad de rigor pero inevitable.
En consecuencia, y a juzgar por los acontecimientos, seguramente ya en Asunción deben estar preparando una celda para el ex intendente. Una buena nueva, por cierto, para los periodistas paraguayos y para los familiares de Pablo Medina y de Antonia Almada.
¿Habremos ganado una batalla a la impunidad?. Como primera cosa, me animaré recién a pensar en esos términos, solo cuando veamos a “Neneco” llegar a la capital paraguaya, como solo puede llegar un asesino de su calaña: esposado y sometido a la Justicia; y cuando se concrete la captura de los autores materiales de los dos crímenes. Recién con ese panorama todos comenzaran a dar el puntapié inicial para dibujar un acto de justicia y para ir desmantelando la impunidad en el Paraguay. Solo recién. Por ahora solo se está a medio pelo en ese sentido.
*Foto de portada: Jagua.paraguay.com