Domingo 8 Diciembre 2024

golpePor Giulietto Chiesa - 7 de Enero de 2015
Una operación a gran escala: para atacar a Francia. Para atacar a Europa.
Tener cuidado de la explicación más simple, hacer odiar al Islam.

El atentado perpetrado en París en contra del semanario humorístico Charlie Hebdo: 12 muertos, diez periodistas, dos policías, cuatro heridos de gravedad.
Una operación a gran escala: para atacar a Francia. Para atacar a Europa. Cuidado de la explicación más simple, que es la de provocar el odio en contra de “los musulmanes”.

Quienes organizan estas operaciones lo hacen intencionalmente y, justamente, para sugerir la interpretación que sea comprensible “al hombre de la calle”. Casi nunca es así. Claro está, el atentado es el último eslabón de una cadena ensangrentada que acompaña desde hace diez años a una historia de caricaturas anti islámicas. Quienes alimentaban el “Enfrentamiento de Civilizaciones” podían gozar cada vez: aumentaban las divisiones, se rompía cualquier delicado y provisorio equilibrio entre la libertad de expresión y los sentimientos religiosos. Aumentaba el odio, es decir, la gasolina de la guerra.
Por encima de este lúgubre panorama se encuentra el futuro de Francia y de Europa: París, Berlín y Bruselas se encuentran en la víspera de tomar decisiones que pueden llegar a cambiar el destino del continente. En estos días el Presidente François Hollande había llegado incluso a plantear la hipótesis de la eliminación de las sanciones a Rusia. En todos lados se está discutiendo sobre un cambio de la disciplina monetaria y financiera de Europa, para prevenir la bomba griega. Los ánimos están exasperados porque estamos ante un punto de inflexión en la historia europea y mundial y las decisiones políticas son realmente muy importantes. Si los políticos son chantajeables, todo puede ser visto como un chantaje. Entonces imaginemos cómo se pueden interpretar los atentados.
Extraído de: megachip.globalist.it