El libro de Saverio Lodato
En su papel de periodista, Lodato tuvo la oportunidad de conocer a actores clave en la lucha contra la mafia. Entre ellos está sin duda Tommaso Buscetta, el primer gran arrepentido que descorrió el velo de Cosa Nostra cuando ésta estaba ganando poder mediante bombas y asesinatos.
Lodato recogió sus declaraciones en el libro La mafia ha ganado que también se incluye en esta publicación.
Cuando los grandes jefes criminales y sanguinarios estaban tras las rejas y muchos afirmaban que la mafia había perdido, Buscetta nos explicó que la mafia había logrado llegar al poder, dejando en claro que la parte tras las rejas no era otra que la militar.
Y es un hecho que, al fin de cuentas, la mafia ha ganado desde el punto de vista político, económico y estratégico. Para darse cuenta de ello basta pensar que según los cálculos (subestimados) tiene un capital económico igual a tres veces todas las empresas que cotizan en la bolsa. Y ya por entonces (finales de los años 90) Buscetta explicó el salto evolutivo de la mafia.
Ofreció aquellos elementos que había aprendido en los salones mafiosos de Palermo y en los del extranjero donde vivió durante años, desenmascarando un sistema de poder que va mucho más allá de la gorra y la escopeta y que se basa en el pacto centenario entre la mafia y sectores del Estado.
Pero también le dijo algo más a Lodato. Porque en esa época otros jefes como Salvatore Cancemi habían empezado a colaborar con la justicia. Ya había mencionado los nombres de Dell'Utri y Berlusconi, y Buscetta lo señaló como un arrepentido clave al que había que presionar para que entendiera los nuevos acontecimientos. Cancemi, de hecho, era un hombre de la Cúpula de Cosa Nostra. Y Buscetta se preguntaba por qué, a pesar del calibre de los nombres que se mencionaban, no se hacía nada para profundizar y derribar el tótem de la relación entre la mafia y la política.
Relaciones que todavía hoy perduran, como atestiguan decenas de investigaciones, a pesar de las continuas evoluciones que Lodato ha relatado en los últimos años.
Su pluma incisiva siempre fue odiada por el poder. El 15 de marzo de 1988 fue arrestado junto al periodista de La Repubblica, Attilio Bolzoni, por haber publicado los diarios del alcalde Giuseppe Insalaco y las actas del interrogatorio del informante de Catania Antonino Calderone, todos ellos cubiertos por el secreto del sumario. Fue el fiscal jefe Salvatore Curti Giardina quien firmó la orden de arresto bajo la acusación de "concurso en peculado con funcionario público".
Una acusación absurda porque las fotocopias de las revelaciones del arrepentido Calderone, que eran consideradas "propiedad del Estado", nunca fueron encontradas en los numerosos registros realizados en las casas y en las respectivas redacciones de Lodato y Bolzoni.
Hubo una fuerte reacción pública. Después de un largo período de interrogatorios, que involucraron incluso a Giovanni Falcone en la identificación del "topo", el asunto judicial fue cerrado definitivamente.
Es absurdo que el entonces fiscal jefe decidiera quitarles la libertad a los dos periodistas "porque eran socialmente peligrosos".
Hoy en día, el periodismo de investigación continúa bajo ataque. Basta con mirar las numerosas leyes mordaza puestas en marcha por los gobiernos.
Detener, juzgar, difamar, aislar a quienes buscan la verdad es uno de los mayores crímenes institucionales que se pueden cometer en una democracia.
Lodato escribe todavía hoy y cuenta historias como la del magistrado Nino Di Matteo que, como ha escrito varias veces el periodista en ANTIMAFIADuemila, arriesga su vida como símbolo de un proceso al Estado-mafia que a los que están en el poder todavía les cuesta digerir. Afortunadamente (o gracias a Dios para los creyentes) el atentado no se produjo. Pese a ello, la Fiscalía de Caltanissetta -en la solicitud de archivo- dice que no se puede descartar en absoluto dicha posibilidad. En este volumen, Saverio Lodato explica detalladamente por qué Nino Di Matteo no es del agrado de la mafia, de individuos externos a Cosa Nostra y de los hombres que todavía hoy conspiran dentro de las instituciones.
Ésta también es la historia de un Estado-mafia y de un Estado-mafia que dialogan pacíficamente desde hace más de sesenta años.
Fin.
*Foto de portada: Paolo Borsellino, Saverio Lodato y Giovanna Terranova (Cortesía de Saverio Lodato. ACFB está dispuesta a reconocer los derechos del propietario que aún no ha sido identificado)