Contra Sigfrido Ranucci y la redacción de Report se ha desatado un fuego cruzado tras la difusión del informe profundizado dedicado a la investigación por parte de la Fiscalía de Florencia (coordinada por los exfiscales adjuntos Luca Tescaroli, hoy fiscal jefe en Prato, y Luca Turco (hoy jubilado), de los autores intelectuales externos de las masacres de 1993 en Florencia, Milán y Roma.
Una investigación que en el registro de sospechosos incluye figuras como el exsenador Marcello Dell’Utri, el exgeneral del ROS de Carabineros, Mario Mori, y que también incluyó, al menos hasta la fecha de su muerte, al ex primer ministro Silvio Berlusconi.
La primera en saltar al campo, con un ataque directo y contundente, fue Marina Berlusconi. La hija del ex Cavaliere ha demostrado toda su ignorancia al ignorar (¿o querer ignorar?) la sentencia definitiva que condena a Dell'Utri a siete años por concurso externo en asociación mafiosa en la que se habla claramente de un "acuerdo concluido, gracias a la mediación de Dell'Utri, entre Cosa Nostra y Silvio Berlusconi", y se afirma que la contratación de Vittorio Mangano "era funcional para garantizar una presencia mafiosa dentro de la villa del último".
A continuación surgió el frente unido del centroderecha (Forza Italia, Lega y Fratelli d'Italia), siempre dispuesto a atacar a Report y a su conductor.
Así pues, llamados a las armas, no podían faltar los panfletistas del poder, quienes con un estilo típicamente fascista, escupen veneno contra Sigfrido Ranucci.
Lean lo que escribe el balilla (durante el fascismo italiano, niño de entre ocho y catorce años que integraba organizaciones juveniles paramilitares) fascista de Il Foglio en este pseudo artículo-caricatura llamado "La versión de Andrea". No se sabe quién se esconde detrás de la firma de la opinión. Pero las palabras utilizadas contra el periodista son vulgares.
Emanuele Ranucci, hijo del periodista de la RAI, en su post en Facebook, de un modo directo, decidida y profunda, respondió de forma adecuada a los balillas que se disfrazan de periodistas.
Por eso la publicamos con todo gusto en nuestras páginas.
"Estimado Andrea: afortunadamente me he topado con las páginas del 'diario' en el que escribes tan pocas veces que no sé tu apellido ni si tú -espero sinceramente que sea la categoría de no- eres un periodista profesional o un cómico satírico. Soy el hijo de Sigfrido Ranucci y aunque a veces me sorprenda, todavía no soy huérfano de padre.
"Siempre he vivido con el pensamiento y el miedo de que cada vez que me despido de mi padre podría ser la última, después de todo creo que es inevitable cuando vives décadas bajo custodia, cuando tienes siete años y hay balas en el buzón de tu casa, cuando vas a comer a un restaurante y te aconsejan cambiar de aires porque no eres bienvenido en la región, cuando te despiertas una mañana y encuentras en el jardín a la policía científica, a los carabineros y a la Digos porque por casualidad han aparecido algunos casquillos, cuando recibes amenazas todos los días, paquetes con pólvora y cartas amenazantes, o simplemente cuando te acostumbras a no poder subir al auto con tu padre.
"Recuerdo perfectamente la época del Tsunami y la isla de Sumatra, que para ser precisos está situada en Indonesia y no en la India, cuando papá, en contra del consejo de su director Roberto Morrione, decidió contar la historia en uno de los lugares más atormentados por las inundaciones, lejos de las comodidades y lugares privilegiados desde los que escribieron todos los medios de comunicación.
"Es uno de los primeros recuerdos que tengo, yo tenía 5 años, mi hermana 6, mi hermano tal vez 8, estábamos en el auto, habían pasado aproximadamente 40 horas sin que nadie tuviera contacto con papá, mamá intentaba contener las lágrimas con dificultad, sola con los tres, fingiendo que todo estaba bien, quizá fue la primera vez que tuve la sensación de que debía percibir la vida con papá como si fuera pasajera, con fecha de caducidad.
"Pues sí, volvió sano y salvo y después de 20 años, para desgracia tuya, Andrea, para fortuna nuestra y creo que puedo decir para el país, él sigue aquí, haciendo su trabajo como siempre, sano y salvo aunque muchos lo querrían muerto.
"El muerto del día es, una vez más, el periodismo italiano y quién es el asesino es evidente para todos".
*Foto de Portada: Antimafia Duemila