Cincuenta billones de dólares en manos de 117 personas. Aquí están los Dueños del Mundo, figuras detrás de los grandes fondos de inversión como BlackRock o Vanguard (por citar algunos) que poco a poco van adquiriendo las principales empresas del planeta, empezando por Apple, Microsoft y la mayoría de las cincuenta primeras empresas que cotizan en S&P, la bolsa de valores más importante del mundo.
Cifras que se mencionan en publicaciones como las del historiador Alessandro Volpi (Los Dueños del Mundo, Laterza) o en el estudio Titans of Capital, de Peter Phillips, sociólogo de la Universidad de Sonoma (Universidad pública de California).
Seguimos la retransmisión en directo de Millennium Live realizada por el diario Il Fatto Quotidiano, que dedicó un número especial a este tema y nuestros lectores también pudieron leer la inquietante noticia de que los 10 principales fondos del planeta controlan riquezas aterradoras, equivalentes, de hecho, a 50 billones de dólares, más que el PIB de Estados Unidos y China juntos.
Asimismo, se demuestra cómo el sistema de estos sujetos económicos y financieros proporciona un esquema por el cual realmente no es posible entender quién es realmente el dueño de los mismos, más allá de las cifras de los distintos directores generales, al ser propiedad unos de otros en una secuencia impresionante.
Así, BlackRock pertenece en un 14% a Vanguard, un 6,7% a la propia BlackRock y un 4,5% a State Street. Vanguard, a su vez, pertenece en un 13,5% a BlackRock, un 9,5% a Vanguard y un 3% a State Street más otros fondos más pequeños. State Street Corporation pertenece en un 12,6% a Vanguard, en un 8,1% a BlackRock y en un 5% a State Street.
Todos estos fondos, y algunos otros, como dice Volpi, "gestionan los ahorros de aquellos que ya no tendrán el Estado de bienestar y pueden ofrecer a estos ahorristas una gama prácticamente infinita de valores, en la ilusión perenne de la 'cartera sin pérdidas'".
Un gran engaño que rige y condiciona la economía global, y también a nuestro país, en un flujo constante de financiaciones extremas, expansión de la deuda y privatizaciones.
Es un hecho que, como recordó el propio Volpi, hoy el Estado italiano tiene una deuda de 3 billones de euros, cuyas necesidades de renovación se sitúan cada año entre 300 y 400 mil millones. Y es igualmente bien sabido que el Banco Central Europeo ha limitado severamente las compras de bonos gubernamentales italianos y no italianos, con consecuencias para la deuda pública italiana.
Por lo tanto, para cubrir las necesidades de las finanzas públicas, el Estado recurre, por un lado, a los ahorros de las familias italianas (que siempre han sido nuestra fuerza mayor), con ofertas financieras ad hoc o propuestas atractivas como los bonos indexados con la inflación, y por el otro mira al exterior y a los fondos de inversión.
¿Qué otra lectura debería tener la visita al Palacio Chigi de Larry Fink, cofundador y presidente de BlackRock?
Hoy está claro que estos sujetos se comunican abiertamente con los gobernantes del mundo y hacen valer su poder, decidiendo el futuro de todo el planeta.
Los Dueños del Mundo
El fallecido periodista y amigo Giulietto Chiesa los llamó Dueños del Mundo. En su discurso en el encuentro-seminario "Soberanía y Globalización" del 31 de enero del 2018, los describió en estos términos: "La categoría de Dueños del Mundo es una categoría concreta: existen, son un grupo de personas extraordinariamente poderosas, más poderosas que cualquier otra clase dominante jamás producida por la humanidad, mil veces más poderosa que los faraones. Son ellos quienes determinan el progreso de los Estados. Los Estados como instituciones son otra categoría que debería estar sujeta a una revisión conceptual radical. Seguimos pensando en términos de Estados Unidos, Alemania, Francia, etc., como si fueran los protagonistas, cuando, a su vez, están dominados por entidades mucho más poderosas. Quienes aparecen en la escena mediática no son más que mayordomos y ejecutores de decisiones tomadas en otros lugares, en los lugares donde está el verdadero poder".
Y luego agregó: "Los verdaderos legisladores se convirtieron así en banqueros, en un sentido literal y no amplio: los banqueros redactaron las nuevas leyes europeas, estableciendo un nuevo orden de pensamiento acorde a su globalización. De esta manera el pueblo fue privado de su soberanía y la soberanía fue transferida a otra parte, con las nuevas leyes dictadas al mercado por las finanzas y por la tecno burocracia, producidas por las propias finanzas". Por ello, definió a Italia como una "colonia" que aplica "las decisiones y reglas de las finanzas internacionales".
Las mafias se sientan a la mesa
Las organizaciones criminales también encajan inevitablemente en este panorama aterrador y eso lo saben muy bien los Poderosos del Mundo.
Hace unos ocho años, Antonio María Costa, ex subsecretario general de las Naciones Unidas, consultado por la Fundación Centesimus Annus pro Pontifice para saber más sobre la trata de personas y los delitos económicos y financieros, explicó que colectivamente se combinan las diversas formas de delincuencia en el mundo (las mafias primero con el narcotráfico para luego pasar a la corrupción y los delitos financieros) que generan una facturación de más de mil billones de euros al año. "En conjunto, las diversas formas de delincuencia representan la mayor industria del mundo", afirmó el economista sin medias tintas. A continuación, desgranó las cifras y estimó que el tráfico mundial de drogas asciende a 350 mil millones de euros al año. La venta ilegal de armas se estima en unos 80 a 100 mil millones de euros al año, mientras que los daños causados por la corrupción "según el Fondo Monetario Internacional alcanzan al billón de euros al año".
Cifras que seguramente habrán aumentado con las guerras en curso.
Según Costa, por tanto, la delincuencia, con todo ese dinero, "consigue tener una gran influencia en los mayores bancos del mundo", especialmente en tiempos de crisis como los que hemos vivido en los últimos años.
Entre los ejemplos relatados en esa entrevista concedida a Avvenire.it está el del banco Wachovia de Nueva York, posteriormente adquirido por Fargo, que fue acusado de haber blanqueado 463 mil millones de dólares del cartel mexicano de la droga de Sinaloa. Uno de los muchos ejemplos que se podrían dar.
Hace apenas unos días en Estados Unidos, el TD Bank se declaró culpable en un proceso judicial en el que fue acusado de no supervisar las actividades de lavado de dinero llevadas a cabo por los cárteles de la droga, acordando pagar multas por un monto total de tres mil millones de dólares.
Se lo acusó de haber permitido a los delincuentes abrir cuentas bancarias de forma "cómoda", transfiriendo fondos y también depositando grandes sumas de dinero en sus sucursales.
El narcotráfico, en particular, es el motor con el que las mafias han conseguido dar el salto de calidad.
En el frente occidental, en los años '80 y '90, Cosa Nostra poseía el monopolio del tráfico de heroína y cocaína, con la participación de otras organizaciones criminales locales ('Ndrangheta, Camorra y Sacra Corona Unita), lo que le permitía ganar billones. Dinero que genera un poder adquisitivo excepcional.
Después de las masacres de los años 1990 hubo un traspaso de mando y ese papel fue asumido por la 'Ndrangheta. Las familias calabresas son las primeras en Occidente, y en Oriente las segundas después de la mafia turca, rusa, tailandesa, la Yakuza japonesa y las Tríadas chinas. Desde Europa hasta el último puesto de avanzada en América del Sur, la 'Ndrangheta dicta la ley: cuenta con el apoyo de los lugareños y de hombres de gran confianza afiliados a la organización en todo el mundo, hasta en Australia. Trafican con droga con colombianos, mexicanos, ecuatorianos, bolivianos, con mafias africanas y orientales. Su palabra es sinónimo de garantía.
Cuando entrevistamos a Nicola Gratteri, ahora fiscal de Nápoles, nos dijo en términos muy claros que "miles de millones procedentes del tráfico de drogas pueden alterar una democracia".
Gratteri denunció que la City de Londres es uno de los "refugios seguros" para las inversiones de capital mafioso.
Estamos hablando de una mafia que está evolucionando.
El magistrado Giuseppe Lombardo, fiscal adjunto y regente del Ministerio Público de Reggio Calabria, destacó las transformaciones (como la entrada en la masonería) que "han permitido a los componentes mafiosos interactuar con otros ámbitos, que pueden ser institucionales, empresariales, financieros, económicos de diversa índole".
Durante la pandemia, Lombardo había señalado que "una vez pasada la emergencia, los analistas de la mafia planificarán la operación de dopaje financiero más masiva de la historia reciente. Las grandes mafias -afirmó- tendrán como objetivo consolidar, en una fase de liquidez global muy limitada, su papel como componentes indispensables del sistema económico y financiero global. El mayor riesgo lo representa el intento de las grandes mafias de aprovechar la crisis global y las prácticas corruptas cada vez más extendidas para llevar a cabo el proyecto nunca abandonado de crear un sistema bancario paralelo al legal, destinado a proporcionar liquidez sin depender del emprendedor, sino de un sistema financiero más amplio que canalice los recursos hacia las grandes empresas".
El sistema criminal integrado ampliado
Hace algunos años, el periodista del diario Il Sole 24 Ore, Gianni Dragoni, primero en una intervención en la cadena pública y luego en una de nuestras conferencias, puso de relieve científicamente que un hipotético holding Mafia Spa (que reúne los asuntos de Cosa Nostra, 'Ndrangheta, Camorra y Sacra Corona Unita) podrían tener un valor superior a toda la bolsa italiana.
Algunos estudios del Banco de Italia han certificado que el volumen de negocios estimado de las mafias supera el 2% del PIB italiano.
Estamos hablando de al menos 38 mil millones de euros al año (104 millones por día) que, si miramos los cálculos realizados por el Ministerio de Defensa después del "Decreto Ucrania", habrían igualado el gasto en defensa de nuestro país.
El Banco de Italia incluye entre las actividades ilegales (que a menudo son gestionadas por organizaciones criminales y cuyos ingresos se reinvierten en gran medida en la economía legal) no sólo el valor del comercio de sustancias estupefacientes, las actividades de prostitución y el contrabando de cigarrillos y alcohol, sino también otro tipo de actividades ilegales como extorsión, falsificación, usura, gestión ilícita del ciclo de los residuos, apuestas, etc.
Negocios. Muchos y variados
Hoy diversos elementos han puesto de relieve que las mafias italianas no deben ser tomadas individualmente, sino consideradas de manera unitaria y, utilizando nuevamente las palabras del fiscal Lombardo, "forman parte de un sistema criminal extendido que incluye también a Cosa Nostra, la Camorra y otras estructuras criminales que operan siguiendo métodos y propósitos típicamente mafiosos. (...) De esta manera se establece un fuerte vínculo capaz de transformar a la mafia italiana en una auténtica agencia de servicios criminales. Es decir, la 'Ndrangheta ya no existe como organización criminal de origen calabrés, Cosa Nostra ya no existe como organización criminal típicamente siciliana, la Camorra ya no existe como organización de Campania. El sistema criminal de tipo mafioso, en sus componentes ultrasecretos, se convierte en algo diferente, considerablemente más peligroso e infiltrado en el tejido legal". Así "cuando un jefe de la mafia calabresa necesita invertir en el sector financiero alemán y tiene que hablar con el banquero, el financista, el corredor o el contable, recurre al sistema criminal unitario del que él es parte, ya no se presenta como un hombre de la 'Ndrangheta".
Este sistema mafioso criminal, capaz de mover miles y miles de millones de euros, conecta a nuestras mafias con los narcos sudamericanos, con mafias africanas, albanesas, turcas y chinas. Y también interactúan a nivel financiero, intercambiando información, comerciantes y corredores de confianza. Personajes que, como se desprende de una investigación de la Fiscalía de Reggio Calabria, son capaces de hacer girar fondos por valor de miles de millones de euros.
Parte del efectivo se puede invertir en el mercado de valores. Otros en operaciones financieras de muy alto riesgo, como futuros o ventas al descubierto, que pueden garantizar unos ingresos ciertos y necesarios para lavar el dinero sucio.
Guerra: un asunto de todos
Está claro, por tanto, que las mafias se sientan a la mesa con los Poderosos del Mundo. Mafias que también sacan provecho de las guerras.
Al conflicto de Rusia y Ucrania, que nos empuja cada vez más hacia un conflicto mundial y nuclear, se ha sumado de manera dramática el conflicto en Oriente Medio con el genocidio que Israel está perpetrando en Gaza. La ampliación de los frentes en Cisjordania, en el Líbano y, aunque sea a distancia, en Irán y en Yemen proyectan al mundo hacia el abismo.
Y en este caos son los habituales Dueños del Mundo los que se enriquecen. Porque los conflictos nunca son una cuestión política, sino una cuestión económica ligada a los grandes mercados y a los traficantes de armas y a las multinacionales de armamentos.
Una "empresa conjunta" de lobbies y diversos potentados, hijos e hijas de un sistema económico y militar dominado por un capitalismo salvaje, por oligarquías económicas, políticas, financieras y militares.
Según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), entre 2022 y 2023 los fondos de defensa crecieron globalmente un 6,8% y el conjunto de los Estados gastó 2,44 billones de dólares en armas.
Estados Unidos y China impulsan una monstruosa cantidad de inversiones en defensa, con un gasto conjunto que representa el 49% del total mundial: Washington ha destinado 916 mil millones de dólares (2,3% del PIB), mientras que China se queda en 109 mil millones de dólares (6% del PIB).
Los otros países que encabezan la lista son Rusia, China, India y Arabia Saudita. Moscú, con una estimación de 109 mil millones de dólares para el 2023, aumentó los fondos militares un 24% respecto al año anterior y un 57% respecto a 2014. Y resulta escalofriante leer que "en 2023 el gasto militar ruso equivalía al 5,9% del PIB y el 16% del gasto público total, es decir, los niveles más altos registrados por Rusia desde la disolución de la Unión Soviética".
Pero nada detiene al comercio de armas y las multinacionales: las tres primeras del mundo son todas estadounidenses (Lockheed Martin, Raytheon y Boeing). Nada detiene los negocios de estos mercaderes de la muerte. Ellos también se sientan a la mesa de los Dueños del Mundo.
La fuerza de los ahorristas, arma táctica contra el poder criminal
Este es un mundo económico, financiero, criminal y militar. La pregunta que surge espontáneamente es simple: ¿cómo se puede contrarrestar un sistema de poder tan estructurado?
Bueno, no es cierto que no se pueda hacer nada. Y la propia Italia podría ser una fuerza impulsora en este sentido.
Nos explicamos.
Según los datos recogidos por FABI (Federación Bancaria Autónoma Italiana), en el 2023 la riqueza global de las familias italianas alcanzó un máximo de 52 billones de euros, frente a una cifra a finales de 2022 de 51 billones de euros. Esto significa que la riqueza financiera de las familias equivale a dos veces y media el PIB italiano y es casi el doble de nuestra deuda pública.
Las cuentas corrientes se consideran un refugio seguro y sólo el 12% de los italianos invierten en acciones. Nada, comparado con otros países europeos como Francia, Inglaterra, Alemania o España, donde el mercado de valores atrae a una mayor parte de la población.
Cuestión aparte es la de los Estados Unidos de América, donde la lógica del ahorro está prácticamente ausente y el nivel de vida de los estadounidenses, que el presidente Reagan declaró innegociable, se basa en hipotecas y deudas. No se trata de una riqueza real.
No es casualidad que la economía estadounidense necesite un estado de guerra perpetuo para resistir.
¿Y es este el estilo de vida al que todos deberíamos aspirar?
En Italia, la inversión en acciones se mira con cierta cautela, a menudo debido a la percepción de alto riesgo asociada a la volatilidad de los mercados financieros y quienes deciden invertir en acciones generalmente lo hacen con asesoramiento profesional o a través de fondos mutuos de inversión o de fondos de pensión.
Entre los ahorristas no sólo se encuentran los llamados VIP, es decir, los que alcanzan cifras superiores a los quinientos mil euros, sino también mucha gente corriente. Trabajadores, pequeños empresarios, jubilados, estudiantes, amas de casa, etc.
Todas estas personas, juntas, pueden tener un poder enorme en el mercado financiero. ¿Cual?
Amenazando con regresar a los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos guardaban su dinero debajo del colchón o escondido debajo de las baldosas.
De hecho, los bancos utilizan los depósitos de los clientes como fuente de financiación, con los que luego conceden crédito. Y la liquidez del efectivo es importante.
También por esta razón el dinero, el papel, todavía hoy no desaparece.
He aquí, pues, el arma atómica para contrarrestar a los 117 Dueños del Mundo que, juntos, todavía no alcanzarían la fuerza de los salvadores de un continente como Europa.
Si todos decidieran retirar el dinero, algo que la ley no puede impedir, estos señores se encontrarían en serios problemas.
Para desalentar una acción tan contundente, se aumenta el riesgo de inflación, pero está claro que los ciudadanos todavía tendrían la ventaja.
Es cierto, hasta el poder tiene sus herramientas de chantaje. Basta decir que los Estados Unidos de América mantienen casi la mitad de las reservas de oro del Banco de Italia en las bóvedas de la FED (Reserva Federal) en Fort Knox (la otra parte está en la bóveda de nuestro Banco Central, que también alberga alrededor de un centenar de las 141 toneladas de oro que Italia ha entregado al BCE). Pero no les conviene incitar al pueblo a una revolución, impidiendo a los ciudadanos retirar el dinero que por derecho les corresponde.
Entonces el problema es político y les podríamos dictar las condiciones a estas figuras que controlan la economía mundial.
Los nuevos David, los nuevos Goliat
De nuevo me vienen a la mente las palabras de Giulietto Chiesa, dichas en la entrevista que nos concedió en el 2019, cuando desarrolló un análisis despiadado de cómo los Poderosos del Mundo, locos y sin escrúpulos, nos están conduciendo hacia el abismo.
"El mundo contemporáneo es prisionero de una gigantesca máquina económica planetaria que está produciendo una polarización extrema entre ricos y pobres -explicó- ¿Cómo es posible que tengamos una situación en la que un grupo muy pequeño de personas esté a cargo de los asuntos vitales, de los recursos del resto de la población del planeta? Porque si estas personas, supongamos que sean incluso un millón entre 7 mil millones, se vuelven tan poderosas que pueden dominar y decidir quién debe vivir o morir, y tal vez incluso cómo, entonces estamos en peligro. Porque esta gente ya no tiene límites".
Entonces, ha llegado el momento de que el pueblo se rebele.
Se necesitaría una idea política unitaria escrita con el coraje de grandes pensadores, estadistas, empresarios, políticos, revolucionarios, hombres de espalda recta para oponerse a este sistema de poder. Verdaderos líderes como Enrico Berlinguer, Pio La Torre, Alcide De Gasperi, Martin Luther King, Enrico Mattei, Ghandi, Jesucristo, etc., por nombrar algunos.
Figuras que todavía hoy tienen en el corazón la idea del bien común, la paz entre los pueblos; una idea de unión e independencia entre las Naciones que sepa ir más allá de la lógica de opresión que hoy domina. Todas las fronteras serían demolidas. Potencias como Rusia y China no serían vistas como el enemigo a derrotar, sino como un recurso esencial. En cambio, seguimos doblegados, como el resto de Europa, a los dictados impuestos desde el otro lado del Océano.
Y el orden no es sólo militar, con el despliegue de la OTAN, sino también, si no sobre todo, económico.
Si no queremos llegar a un punto sin retorno, sería hora de decir realmente basta, pero nuestros políticos están todos ocupados persiguiendo sus propios intereses. Y entonces nos encontramos con un gobierno fascista, racista y amigo de la mafia que está implementando las peores reformas jamás vistas en términos de justicia y derechos de los ciudadanos. Mientras tanto, la oposición flaquea, discute y se divide. Incluso aquellos movimientos que se proclamaban defensores del cambio han traicionado al pueblo.
Es necesario repensar el mundo y la forma en que vivimos si queremos garantizar el futuro de nuestros hijos. Incluso si el costo a pagar pueda ser alto.
¿Pero quién tiene hoy este coraje? Pocos, o quizá ninguno. Al menos por el momento.
Si el pueblo se uniera en torno a nuevos y valientes David, los Goliat del tercer milenio serían derrocados.
*Foto de Portada: Diseño gráfico de Paolo Bassani