"Estado-mafia, todavía hay quienes juran haberlo visto". Este es el artículo publicado en las columnas del diario Il Riformista, en la página cinco, firmado por Paolo Pandolfini. Es la "respuesta" a un editorial del suscripto ("Las mentiras del general Mori"), en el que se destacan algunas flagrantes mentiras dichas por el mismo en sus recientes declaraciones. Sorprende, pero no demasiado, que la réplica no venga de Il Foglio ni del programa Quarta Repubblica (donde Mori concedió sus entrevistas), sino del diario editado por Alfredo Romeo y que en el último mes cambió su línea editorial al irse Piero Sansonetti (que pasó a L'Unità) y asumir en su lugar Matteo Renzi, con el posterior nombramiento como "director responsable" de Andrea Ruggeri (ex diputado de Forza Italia). Ciertamente podemos entender el celo y la necesidad de Il Riformista de defender a los exacusados del llamado proceso de la Tratativa Estado-mafia, como el General Mori; los otros oficiales del ROS Antonio Subranni y Giuseppe De Donno, o el exsenador Marcello Dell'Utri (que fuera condenado por concurso externo en asociación mafiosa), todos absueltos en la Casación por "no haber cometido el hecho". Lo que definitivamente no entendemos y que nos parece excesivo es esa amonestación, entre líneas del artículo, al vicepresidente del CSM (Consejo Superior de la Magistratura), Fabio Pinelli, porque sigue habiendo artículos de nuestro sitio que aparecen en la revista de prensa del Consejo Superior de la Magistratura. Una comunicación que este medio envía a las listas de correo de los magistrados italianos y a los consejeros del propio CSM. Un campeón del garantismo, como se considera Matteo Renzi, muestra toda su intolerancia hacia las voces contrarias y le pide al CSM que censure a un medio que desde hace veinte años habla de mafia, de antimafia y otros temas, siguiendo atentamente el curso de investigaciones y juicios. Un traspié contra la libertad de información. Estar incómodo con el poder está en el "Estatuto" de esta revista y entendemos que, a veces, podemos resultar incómodos. Pero este pedido de censura nos retrotrae al tiempo (no lo quiera el director del Riformista), a los años en que, en la antigua URSS, el Pravda (órgano del Partido Comunista de la Unión Soviética), el Politburó y los Soviets no permitían la existencia de diarios de oposición, ni que se expresaran artículos o pensamientos distintos a los del Partido. ¿No está de acuerdo, querido "Comité de Censura del Reformista"? Foto: Antimafia Duemila |