Por las armas fueron recaudados más de 5 mil millones en 2022El mercado de armas es un mercado que no conoce crisis. Un mercado que a nivel mundial vale más de 2 billones de dólares. En el 2022 –según informa el SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo)– las ventas registraron un aumento del 3,7 por ciento y, considerando el progreso del conflicto en Ucrania, ciertamente no estará sujeto a ningún cambio de tendencia inesperado. Y en este loco mundo, también Italia resulta ser protagonista. Según informa en exclusiva el semanario L'Espresso, el informe anual de la autoridad competente (UAMA) del Ministerio de Asuntos Exteriores, el año pasado hubo un aumento de las exportaciones de material bélico italiano de unos 5.300 millones de euros frente a los 4.600 millones del 2021. A estas cifras le siguen las relativas a las importaciones de países no europeos: 727 millones en 2022 frente a 678 millones del 2021. En la lista de clientes que "aprecian" el Made in Italy, Turquía ocupa el primer lugar con unos buenos 589 millones de euros, Estados Unidos es el segundo, seguido por Alemania, Qatar cuarto y Singapur quinto con sus 177 millones de euros gastados en las primeras entregas de aviones de entrenamiento de la marca Leonardo, que obviamente domina el mercado de exportación con un 47 por ciento. La segunda cuota la ocupa Iveco Defence Vehicles con 14,08 (-9 puntos) mientras que en tercer lugar se sitúa Mbda Italia que, creciendo, se acerca a los 8. Pero ¿qué nos compran los países extranjeros? Un poco de todo: aviones terrestres, aviones, torpedos, bombas, misiles, cohetes. Los mayores ingresos provienen del programa de helicópteros AW129 de Leonardo. Según dice el referido semanario "para equipos, repuestos, servicios, la multinacional con sede en Roma recaudó 500 millones de euros, la venta de tres modelos trajo 82 millones (por lo que el costo es de 27,3 cada uno), además están los equipos militares relacionados por valor 45 millones de euros. En total, los AW129 rindieron 627 millones de euros". Negocios de oro que llegan tras la eliminación de las revocaciones introducidas en el 2021 por el gobierno de Cinco Estrellas sobre las autorizaciones concedidas al grupo alemán Rheinmetall, que suministraba bombas a Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita desde plantas de producción italianas. Con el gobierno de Mario Draghi primero y Giorgia Meloni después, cada remoción se canceló de hecho y los pedidos de los saudíes aumentaron de 47 a 123 millones de euros, mientras que los de los emiratos aumentaron de 56 a 121 millones de euros. La propia Rheinmetall puede presumir que tiene en su cartera de clientes a Ucrania, que en vísperas de la invasión rusa encargó bombas por valor de 223 mil euros. No es mucho, si tenemos en cuenta el apoyo que los países de la OTAN han brindado a Ucrania. "El año pasado –recordó L’Espresso– Ucrania recibió y pagó exportaciones de material bélico italiano por 3,8 millones de euros". Esto también es una cara de la hipocresía del gobierno italiano. Esa hipocresía que traiciona el artículo 11 de nuestra Constitución ("Italia repudia la guerra como instrumento de ofensa a la libertad de otros pueblos y como medio de arreglo de disputas internacionales") al enviar armas a Ucrania. Así se alimenta un conflicto que cada día nos empuja más y más hacia la tercera guerra mundial, como explicaba el fallecido Giulietto Chiesa, periodista y fundador de Pandora TV, en la entrevista que nos concedió en el 2019. Un análisis despiadado de cómo los Poderosos del Mundo, locos y sin escrúpulos, nos están conduciendo hacia el abismo. "El mundo contemporáneo es prisionero de una gigantesca máquina económica planetaria que está produciendo una polarización extrema entre ricos y pobres –explica Chiesa– ¿Cómo es posible que estemos en una situación en la que un grupo muy reducido de personas se haya adueñado de los recursos vitales del resto de la población mundial? Porque si estas personas, supongamos que son incluso un millón de entre 7 mil millones, se vuelven tan poderosas que pueden dominar y decidir quién debe vivir y quién morir, y tal vez incluso cómo, entonces estamos en peligro. Porque esta gente ya no tiene límites". En otra ocasión, analizando algunos documentos producidos por el Pentágono, el periodista había destacado que se venía preparando desde hacía tiempo un enfrentamiento, incluso con el riesgo de que se usaran armas atómicas, entre Estados Unidos de América, Rusia y China. Como en un gran Risk, el número de conflictos va en aumento. Y es solo hoy, cuando la guerra se desarrolla a las puertas de Europa, que el tema cobra mayor interés. Pero todavía no hay una conciencia real de los riesgos que está corriendo toda la humanidad. Pocos recuerdan las palabras pronunciadas por el Papa cuando denunció la existencia de una guerra mundial y en pedazos. En el año 2015 dijo: "La guerra es precisamente la elección de las riquezas: 'Hagamos armas, para que se equilibre un poco la economía, y sigamos adelante con nuestros intereses'. Hay una palabra fea que usa el Señor: '¡Malditos!'. Porque Dijo: '¡Bienaventurados los pacificadores!'. Los que hacen la guerra, los que hacen las guerras, están malditos, son criminales". Luego, en noviembre pasado, desde Bahréin, lanzó un nuevo anatema: "No debemos dejarnos tentar por otras herramientas, por atajos indignos del Altísimo, cuyo nombre de Paz es insultado por quienes creen en las razones de la fuerza, alimentan la violencia, la guerra y el mercado de armas, 'el comercio de la muerte' que a través de sumas de dinero cada vez mayores está transformando nuestra casa común en un gran arsenal". Se puede ser creyente o no, pero no se puede dejar de ser solidario con las palabras del Papa Francisco cuando, al igual que hizo con la mafia, grita contra los "mercaderes de la muerte". "Pienso –dijo el Papa en el 2014 durante una Audiencia General a la que asistieron más de 35.000 personas en la Plaza de San Pedro– en los que fabrican armas para fomentar las guerras. Estoy seguro que si hago la pregunta: ¿cuántos de ustedes son fabricantes de armas? ¡Nadie! Ellos no vienen a oír la palabra de Dios, ellos fabrican armas y son mercaderes de la muerte. ¡Que el temor de Dios les haga comprender que un día todo terminará y que tendrán que dar cuentas a Dios!". Imagen de portada: diseño gráfico de Paolo Bassani
Foto 2: Papa Francisco © Imagoeconomica
Foto 3: el periodista Giulietto Chiesa © Jacopo Bonfili
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