La Corte de Casación no niega los vínculos, pero rechaza el recurso de la fiscalía sobre los bienes incautados al exsenador de Forza Italia
"La Casación descarta cualquier vínculo entre Dell'Utri, Berlusconi y Cosa Nostra". Ayer, con este titular, el disrio Il Foglio informó sobre la sentencia de la Corte de Casación que rechazó el recurso interpuesto por el fiscal general de Palermo contra la decisión del Tribunal de Apelaciones de Palermo que rechazó la solicitud de vigilancia especial y embargo de bienes contra Dell'Utri y su familia.
Los senadores y diputados de Forza Italia alzaron la voz de inmediato, con el mismo tono habitual sobre el "restablecimiento de la verdad", el "fin de las teorías infundadas e ideológicas", las "especulaciones y falsedades" y la "persecución política y judicial".
Todos estos comentarios se lanzaron a la opinión pública para distorsionar la realidad y, una vez más, omitir los hechos. Esto se debe también a que la sentencia de la Casación es meramente técnica, no de mérito. Por lo tanto, es falso afirmar que la sentencia de Casación borra los vínculos entre Dell'Utri, Berlusconi y la mafia.
La acusación del Fiscal
La acusación del fiscal analizó los flujos continuos de dinero enviados por Silvio Berlusconi a Marcello Dell'Utri y su familia, cuestionando su origen "legítimo". La presencia de Dell'Utri en el grupo empresarial de Berlusconi se interpretó en este sentido. "Se asumió -dijeron los jueces del Tribunal de Palermo en 2022- que la organización mafiosa había colocado a uno de sus propios hombres en el grupo empresarial de Berlusconi para proteger las inversiones de Cosa Nostra en esa empresa y, por lo tanto, un flujo de dinero de Cosa Nostra a Fininvest".
Según los jueces de la Corte de Apelación, "no se ha probado nada sobre la reinversión y el blanqueo de capital mafioso en los negocios de Berlusconi a través del trabajo de Dell'Utri; no se ha demostrado que las grandes sumas de dinero pagadas a lo largo de los años por Berlusconi a Dell'Utri y su familia estuvieran motivadas por la gratitud por la mediación realizada con Cosa Nostra, que implicó la imposición de un 'impuesto de protección' muy alto".
Por lo tanto, según los jueces, "la teoría de una conexión entre los enormes pagos y un posible pacto criminal entre Dell'Utri y Berlusconi, y/o la gratitud (o remuneración) por el silencio de Dell'Utri sobre la relación entre Berlusconi y Cosa Nostra, si bien es sumamente sugerente (aunque solo sea por la increíble cantidad total de estos pagos y el historial criminal de Dell'Utri), se presta a la existencia, hasta ahora no demostrada, de acuerdos entre la organización criminal y Berlusconi, tanto en el ámbito empresarial como en el político".
Para los jueces que rechazaron la solicitud de medida patrimonial, las mismas no fueron más que "donaciones emotivas" fruto de la profunda amistad que mantenía con Berlusconi. Donaciones sencillas que no se hicieron para comprar su silencio durante el largo juicio de Dell'Utri y su posterior condena de prisión. Pero debemos detenernos aquí.
Sentencias Definitivas
Ni una sola palabra cuestiona las sentencias definitivas que condenaron a siete años por mafia (concurso externo) a Marcello Dell'Utri (condena cumplida).
A los ignorantes que escriben para Il Foglio, pagados por el entorno de Berlusconi, les recordamos que en la sentencia de ese juicio, que en primera instancia fue llevado a cabo por el propio Antonio Ingroia, junto con Domenico Gozzo, los jueces definieron a Dell'Utri como el garante "decisivo", durante dieciocho años (de 1974 a 1992), del acuerdo entre Berlusconi y Cosa Nostra (con un papel "significativo para ambas partes: la organización mafiosa, que se benefició de un flujo constante de enriquecimiento significativo; el empresario Berlusconi, interesado en preservar su seguridad personal y financiera"). El Tribunal también considera probada y demostrada, como lo deja claro, la "continuidad de los pagos de Silvio Berlusconi a miembros de la organización mafiosa, a cambio de la protección integral que esta le otorgaba".
Una relación de "quid pro quo"
En las sentencias relativas a Dell'Utri, se considera probada la reunión relatada por Francesco Di Carlo, colaborador de justicia (testigo presencial, ya fallecido), en las oficinas de Edilnord entre el constructor de Milán 2, su amigo Marcello, y jefes de alto nivel como Stefano Bontate (en aquel entonces al frente del triunvirato que gobernaba la organización mafiosa siciliana), Gaetano Cinà y Mimmo Teresi.
Y las sentencias judiciales también explicaron la naturaleza de la contratación de Vittorio Mangano, jefe de primer nivel del distrito de Porta Nuova. No era solo un "pretendiente" ni un "héroe", como Berlusconi y Dell'Utri lo describieron repetidamente tras su muerte.
Ese mismo Mangano que, según ellos, en una escucha telefónica el 29 de noviembre de 1986, colocaba "bombas afectuosas". Todas estas son historias ciertas, no son meros rumores, sino hechos probados, confirmados por sentencias judiciales.
Ya hemos escrito sobre esto antes.
En un país normal, un hombre que pagaba a sabiendas a la mafia, para su propio beneficio, nunca habría sido una figura prominente en la escena política durante más de veinte años.
Pero los periodistas de Il Foglio deberían saberlo.
Si hubiera ocurrido en Estados Unidos que un tribunal o un corte suprema hubiera determinado que el presidente Reagan, Ford, Bush padre o hijo, Clinton, Obama o Trump le estaban pagando a la mafia, se habría abierto un impeachment en forma inmediata.
Y, sin embargo, en Italia, dedicamos aeropuertos y funerales de Estado al ex primer ministro. Sin mencionar que el propio Berlusconi estaba siendo investigado, al igual que Dell'Utri (quien aún lo está), por ser un instigador externo de las masacres de la década de 1990.
Esta es la obscenidad de nuestra República.
No podemos estar de acuerdo con la postura de los tribunales que intervinieron en la confiscación de bienes. Incluyendo la postura de la Casación, que últimamente ha emitido sentencias "carnavalescas".
Basta con pensar en la de la Tratativa Estado-mafia o en las masacres de la 'Ndrangheta (que casualmente afectan a la misma sección).
Entre giros y justificaciones basadas en nimiedades y expedientes varios, recordamos las sentencias del expresidente de la Primera Sección Penal de la Corte de Casación, Corrado Carnevale (conocido como el "mata-sentencias", procesado por concurso externo, absuelto en primera instancia, condenado a seis años de prisión en apelación y finalmente absuelto por la Casación), lo que, de alguna manera, permitió la absolución de los mafiosos.
En un país donde el gobierno quiere reescribir la historia, ya nada puede sorprendernos.
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*Foto de Portada: Marcello Dell'Utri e Silvio Berlusconi © Imagoeconomica
*Foto 2: Domenico Gozzo y Antonio Ingroia en una imagen de archivo
*Foto 3: El "Príncipe de Villagrazia" Stefano Bontate
*Foto 4: © Imagoeconomica