Por Giorgio Bongiovanni – 22 de enero del 2018
La ficción puesta al aire ayer por Canal 5, dedicada a la figura de Mario Francese, "representa una reconstrucción de los hechos que no dudamos en definir como groseramente falsa, instrumentalmente artificial y manifiestamente incongruente en el tiempo, la lógica y el contenido. Y como no creemos en la ignorancia de quienes la concibieron, solo podemos optar por una clara e instrumental mala fe, con el único fin de denigrar la imagen de este periódico y de sus editores. Y de esto los autores serán llamados a responder en los lugares oportunos". Con estas palabras, el presidente y director del Giornale di Sicilia Antonio Ardizzone solicitó en una carta enviada a la compañía productora (la Tao Dos de Pietro Valsecchi) y a Mediaset la remoción de imágenes y referencias directas a las que previamente había proporcionado autorización, en cuanto la película, en su opinión, "contiene oraciones, imágenes, comentarios y afirmaciones gravemente lesivas del honor y la reputación de nuestra empresa y del periódico que ella publica". Al mismo tiempo, como se dijo en el primer comunicado, se desconfiaba de la puesta al aire de la ficción, "tal como fue mostrada en el preestreno". Obviamente, en la carta se subraya la pertenencia de Francese, asesinado por la mafia el 26 de enero de 1979, al periódico, señalando que "Francese ha pagado con su vida por las cosas que libremente escribió en el Giornale di Sicilia. Nadie lo detuvo, nadie lo aisló" y que "hasta que se demuestre lo contrario, los editores del Giornale di Sicilia no han nunca, nunca, sido objeto de investigaciones judiciales en sede penal, menos aún en causas sobre supuestas colusiones y connivencias con el crimen organizado".
Ante la noticia de la advertencia a la emisión de la ficción, publicada en La Repubblica, inmediatamente intervinieron la Federación Nacional de Prensa y la Assostampa siciliana ("Estamos seguros que los directivos del Canal 5 rechazarán el pedido de censura previa permitiendo a millones de italianos conocer la historia de un valiente periodista del Giornale di Sicilia. Después, cada uno será capaz de señalar o corregir eventuales errores o imprecisiones"), así como la Unci Sicilia ("Cualquier persona que se considere perjudicada por las reconstrucciones consideradas imprecisas o engañosas tendrá, sin duda, la posibilidad de exponer su caso en los foros apropiados, después de la emisión de la película") y Artículo 21. Pietro Valsecchi y Claudio Fava, guionistas de la ficción, han defendido la emisión, y el ex vicepresidente de la Comisión Antimafia que hizo hincapié en que "pretender el derecho al silencio, al olvido, a la reticencia y a la mentira en la historia de un periodista asesinado por la mafia es muy triste".
Un hecho, sin embargo, cuestionado por el Comité Editorial del Giornale di Sicilia que ha cerrado filas en torno a su editor, aclarando que no hay ningún deseo de oscurecer la valiente figura de Mario Francese y dejando en claro que está en contra de cualquier forma de censura. "Lo que cuestiona nuestro editor a la producción de ficción sobre Mario Francese - se ha escrito en una nota - y sus intenciones de proceder legalmente, son hechos que solo le conciernen a él y a sus razones".
Frente a este río de controversias, solo unos días antes de la conmemoración, la amargura que se siente es enorme. Es cierto que Il Giornale di Sicilia tiene, y ha tenido, periodistas que se han comprometido y que se han esforzado por relatar los hechos y las cuestiones relacionadas con la mafia y, en general, con el crimen. No olvidamos los servicios sobre operaciones policiales, los comentarios y los editoriales que aplauden los éxitos del Estado en la lucha contra el crimen. No siempre, sin embargo, fue así. No es posible olvidar, por ejemplo, que en el momento del maxiproceso, el Giornale di Sicilia publicó una viñeta contra el esfuerzo económico hecho por el Estado para crear la sala de audiencias del maxiproceso, preguntándose a cuántos palermitanos se podría haber dado trabajo con aquel dinero.
Ardizzone escribe que "en algún momento de la ficción se muestra una imagen de un mafioso, Michele Greco, junto al editor. Imagen que, si alguna vez existió, data de décadas atrás, cuando en Palermo se sentaron a la misma mesa y se encontraron en los mismos círculos (el campo de tiro de Addaura, por ejemplo) políticos, administradores, prefectos y representantes de las fuerzas del orden, junto con personajes que solo después de mucho tiempo habrían sido identificados por investigaciones judiciales como mafiosos".
Ante semejante afirmación, compartimos las palabras de Fava quien recordó que "todos sabían, a fines de los años setenta, que Michele Greco era el jefe de la mafia en Palermo como Nitto Santapaola lo era en Catania: y si con ellos se encontraban prelados, editores, ministros y prefectos lo hacían con la plena conciencia de que sus no censurados compañeros de aperitivos representaban el poder útil e indiscutible de Cosa Nostra".
Hoy en un nuevo editorial Ardizzone y Romano vuelven a preguntarse dónde están "las sentencias que certifiquen ineludiblemente las 'responsabilidades'" del periódico y cuántas personas "desde su editor hasta el último de los cronistas, fueron condenadas por responsabilidades relacionadas a la trágica muerte de Mario Francese, un cronista asesinado por la valentía de sus investigaciones periodísticas publicadas por este periódico".
El nudo de la cuestión, sin embargo, no se refiere a eventuales crímenes cometidos.
El proceso por el asesinato de Francese reconstruyó el clima en el que el propio periodista trabajó a fines de los años setenta. En las motivaciones de la sentencia del Tribunal de Apelaciones en lo Penal, presidida por el juez Giuseppe Oliveri, quien en el 2002 condenó a Totò Riina, Michele Greco y a otros jefes de la cúpula como ideólogos del homicidio, se habla de "relaciones comprobadas que ligaban a los Ardizzone, propietarios y editores del Giornale di Sicilia, a varias figuras de la mafia, entre ellas Michele Greco y Tommaso Spadaro".
En las razones de la sentencia del Tribunal de Apelaciones se habla también de la "filtración de noticias que se produjo desde dentro del Giornale di Sicilia hacia algunos integrantes de Cosa Nostra".
Es bien sabido que Francese había hecho un dossier en el que se proporcionaba una lectura "innovadora" de la organización criminal, destacando el papel de aquellos corleoneses que solo unos pocos años después llegarían a la cima de Cosa Nostra. Y se plantea la hipótesis de que este dossier habría sido una de las causas del homicidio. La investigación sólo se publicó luego de la muerte del periodista, en varios episodios y en forma parcial. ¿Cómo hizo Cosa Nostra para conocer el dossier? Una pregunta que nunca ha encontrado respuesta.
"Ciertamente - se sigue diciendo en las motivaciones de la sentencia del Tribunal de Apelación - con el homicidio de Francese, las organizaciones mafiosas logran múltiples e importantes objetivos que les son favorables: la eliminación del único - en aquel momento - cronista particularmente incómodo por su capacidad de análisis de los intereses y los equilibrios de la organización misma, imposible de detener de otro modo. Y el aplazamiento de la publicación del llamado dossier".
Dicen también los jueces que "constituye ahora un hecho histórico que, a partir de ese momento, la línea editorial del Giornale di Sicilia cambió radicalmente, hasta convertirse, durante los años de los arrepentimientos de Buscetta y Contorno y del primer maxiproceso, en uno de los opositores más feroces y críticos de la actividad de los jueces del llamado pool antimafia, definidos como sheriffs y profesionales de la antimafia y atacados a diario con incisivas y ásperas cursivas". Seguramente desde entonces la línea editorial se haya modificado, pero negar la historia y pretender que ciertos episodios nunca existieron es un insulto a la inteligencia de los sicilianos en primer lugar y de todos los italianos después.
Articulo relacionado: