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giorinvesPor Giorgio Bongiovanni – 24 de noviembre del 2017

Por un lado, la confirmación de un proyecto de atentado "ciertamente operativo para los hombres de Cosa Nostra". Por el otro, el archivo de la investigación, solicitada y obtenida por los fiscales de Caltanissetta (responsables de los procesos que involucran a los magistrados de Palermo) debido a elementos considerados insuficientes para llegar a un juicio. Así es como concluye la investigación sobre el proyecto para matar al fiscal nacional antimafia Antonino Di Matteo. En la solicitud de archivo, firmada por la magistrada de instrucción Antonia Leone, quien consideró que los contenidos se "comparten por completo", se ratifica "la existencia de un proyecto criminal destinado a eliminar al Dr. Di Matteo, magistrado que siempre ha estado comprometido con la lucha antimafia, el último protagonista que lleva adelante la investigación de la tratativa entre el Estado y la mafia en el momento de los trágicos acontecimientos de principios de los noventa". Además, los investigadores nisenos han expresado también que es "un juicio con una credibilidad sustancial" en referencia a las declaraciones del arrepentido y colaborador de la justicia Vito Galatolo, o el sujeto principal que ha reconstruido todos los pasos del plan de la muerte.

El ex jefe de Acquasanta, que se arrepintió en noviembre del 2014, había hablado de un proyecto de atentado nunca revocado, desarrollado desde fines del 2012. Interrogado por los fiscales se refirió a una solicitud enviada con una carta de Matteo Messina Denaro leída en una breve cumbre en la que participó junto con su vice, Vincenzo Graziano, y los jefes principales de San Lorenzo y Porta Nuova, Girolamo Biondino y Alessandro D'Ambrogio. También explicó la razón por la cual el fiscal debía ser asesinado: “había ido demasiado lejos”.

Declaraciones que se agregaron a aquellas expresadas en prisión durante los paseos en el patio por el Jefe de Jefes, Totò Riina (ahora fallecido), en compañía del preso Alberto Lorusso. "Riina Salvatore -escriben los fiscales que informaron sobre ellos en el documento- comentando sobre las audiencias del proceso de la tratativa, expresó reiteradamente el resentimiento contra el Dr. Di Matteo, en un crescendo que trasuntaba la intención obvia de matarlo dándole 'el final del juez Falcone'".

Esas palabras fueron interpretadas por los mafiosos como el "consentimiento" del jefe corleonés a la ejecución. "Nuestra opinión era que Riina, que no podía ignorar que lo estaban interceptando, había usado esa forma para enviar mensajes al exterior", dijo Galatolo en el proceso de la tratativa Estado-mafia.

En su "flujo de conciencia" Galatolo también habló de los doscientos kilos de TNT comprados en Calabria y en posesión de Graziano para llevar a cabo el ataque. Y luego está el intento del colaborador de justicia Salvatore Cucuzza (fallecido en el 2014 a causa de una grave enfermedad) para atraer al magistrado a Roma, con la excusa de nuevas revelaciones útiles para la investigación sobre la tratativa. De esta manera, la mafia podría haber golpeado con el uso de armas convencionales. La fiscalía nisena da cuenta de las investigaciones llevadas a cabo en la búsqueda del explosivo, desafortunadamente nunca identificado. Y precisamente en esa búsqueda infructuosa justifica la ausencia de un proceso porque, en su opinión, no es posible abrirlo desde el momento que el proyecto "no superó objetivamente el umbral de la fase preparatoria".

Tal vez no hubiera sido posible abrir un debate para el atentado, pero podría haberse procedido por los delitos de "detención y portación de armas y explosivos" que se utilizarían precisamente para ese propósito.

Al leer el documento, uno se queda perplejo viendo la falta de referencias a elementos concretos como la venta de 30 cajas de automóviles, al precio de 500 mil euros, por el abogado (fallecido en abril de 2016) Marcello Marcatajo, por cuenta de Vincenzo Graziano. Una investigación nacida gracias a las declaraciones de Vito Galatolo. La mitad de esa cifra, según lo informado por el colaborador de la justicia, se habría utilizado para comprar el TNT para matar al fiscal de la investigación sobre la tratativa Estado-mafia. ¿Hubo algún problema en la transmisión de los documentos de la investigación a la fiscalía nisena? Según los fiscales, la reconstrucción del proyecto del ataque "deja algunos puntos incompletos" y contiene "contradicciones que no se superan fácilmente a la luz de su conocimiento".

Esto no significa que el ex jefe de Acquasanta haya declarado en falso. De hecho, los magistrados escriben que "el proyecto para matar al Dr. Di Matteo" permanece "ciertamente operativo para los hombres de Cosa Nostra".

Los fiscales nisenos (el fiscal Amedeo Bertone, los adjuntos Lia Sava y Gabriele Paci y el sustituto Stefano Luciani) en el documento también recuerdan las revelaciones de otros arrepentidos que resaltan la intención de matar al magistrado palermitano ya en el 2007. ¿Cómo? Las opciones eran el uso de un lanzador de misiles o explosivo plástico.

Todos los "buitres" que siempre han disminuido los riesgos manejados por el fiscal nacional antimafia sustituto deberían al menos guardar silencio. Pero este es el país que en junio de 1989 le dijo a Giovanni Falcone que el ataque de Addaura fue "hecho por él mismo", "para hacerse publicidad". Las investigaciones nunca aclararon del todo la dinámica y los instigadores de ese intento de crimen. Muchos años después, el tono es siempre el de la acusación innoble. Riina está muerto, Provenzano también, los vértices de la mafia han cambiado la cara pero no el sistema de poder que se siente amenazado por aquellos que trabajan para sacar a la luz las "verdades incómodas" sepultadas detrás de la temporada de masacres que mataron a Falcone y Borsellino. Como el propio magistrado señaló, deberíamos ser más prudentes al decir que Cosa Nostra ya no piensa en magnicidios. "En el vientre de la organización -dijo Di Matteo in una reciente entrevista al diario La Repubblica- especialmente en las cárceles, hay una generación de los años cincuenta que muestra impaciencia con los mafiosos que están afuera, los que son acusados de no ser capaces de relacionarse con las instituciones y la política, para inducir al Estado a aliviar la presión". Cadena perpetua, 41 bis, activos confiscados, corrupción. Temas que se vuelven actuales a 25 años de distancia del bienio trágico de las matanzas. Y en el fondo, según lo escrito por los magistrados de Caltanissetta, una certeza: "la orden de atacar a Di Matteo sigue operativa".

Foto © Paolo Bassani