Por Giorgio Bongiovanni – Video - 25 de noviembre del 2017
Desde que el jefe mafioso corleonés Totò Riina murió llevándose con él tantos "secretos indecibles", nuestro país realmente parece haber dado un paso atrás en el tiempo. Se vuelve a hablar de la abolición de la prisión perpetua, de lo inoportunos que son los sistemas de detención como el 41 bis (el régimen carcelario duro fuertemente respaldado por Giovanni Falcone que se convirtió en ley del Estado sólo después de la muerte de Paolo Borsellino) y se vuelve a contar la historia de una mafia derrotada o casi. Es también el momento en que 'supuestas luminarias' como Eugenio Scalfari, el fundador histórico del diario 'La Repubblica', en vez de invocar un cambio de ritmo llegan a definir como 'sustancial' el populismo de Berlusconi y declaran preferir al Caballero de Arcore (pluri investigado y ya condenado definitivamente a cuatro años, tres de los cuales fueron condonados por el indulto, por fraude fiscal en el juicio Mediaset) al principal candidato del Movimiento Cinco Estrellas, Di Maio. Sin perjuicio de la libertad de opinión, el sentimiento es realmente el de haber regresado a la "Edad Media". Y el "oscurantismo" es cada vez más evidente en relación con las verdades atroces que están surgiendo y que contribuyen a proporcionar nuevos elementos sobre lo que ha sucedido en el curso de nuestra historia. Afortunadamente, no faltan las excepciones con investigadores, magistrados, abogados, políticos, miembros de la sociedad civil y periodistas que intentan "desgarrar el velo de Maya". Entre éstos está, sin dudas, el colega Sandro Ruotolo que desde su fanpage.it entrevista a Giuliano Di Bernardo, ex Gran Maestro del Gran Oriente de Italia, el vértice superior de la organización masónica en el período 1990-1993.
Años terribles en nuestra memoria, especialmente a causa de las masacres que aterrorizaron a nuestro país. Di Bernardo es uno de los testigos que serán escuchados por el fiscal de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo, en el proceso contra los estragos de la 'Ndrangheta, y por primera vez delante de una cámara revela una serie de entretelones de ese período histórico, lo cual confirma que, a pesar de la prohibición después de la Ley Spadolini-Anselmi y después del escándalo de la P2 de Licio Gelli, en realidad se establecieron logias encubiertas en el Gran Oriente de Italia. Sus declaraciones dan también respuesta a los hallazgos de otras investigaciones de los fiscales calabreses respecto a que "no sólo hay infiltración de la 'Ndrangheta en las logias, sino que incluso la' Ndrangheta controla a las logias". Respondiendo a las preguntas del colega, agrega: "Masoneria y 'Ndrangheta son dos organizaciones que tienen varios aspectos en común. Ese es el procedimiento, el modo de iniciación. En Calabria, la 'Ndrangheta participa de todas las actividades de la masonería, aunque en la práctica, debe asistir a estas reuniones sólo para ser capaz de llevar a cabo los proyectos, que ya no son los de la ética, los principios éticos universales, sino que son los de las organizaciones criminales". Infiltraciones que, según lo dicho por el antiguo Gran Maestro, también estuvieron presentes en el frente siciliano. Esto significa que nuestra mafia, ya en ese momento, era mucho más que un grupo de villanos o pastores vestidos con gorra y escopeta, porque ya habían alcanzado un nivel superior al relacionarse con los segmentos políticos, los empresariales, las finanzas y los sectores desviados de los servicios de inteligencia.
Un "universo" que encuentra en la francmasonería su punto de contacto. Ante las declaraciones de una figura como Di Bernardo ¿qué tendrán que decir los "bien pensados oscurantistas"?