¿Qué más queda por descubrir?
Por Giorgio Bongiovanni – 12 de febrero de 2017
Existe un vínculo estrecho entre las mafias, los estados y los servicios secretos internacionalesintegrados en un solo proyecto político y económico que va más allá de la historia de cualquier nación. Eso es lo que queda claro al leer las dramáticas y resonantes revelaciones de Sebastián Marroquín, nacido Juan Pablo Escobar, hijo del más grande y más famoso narcotraficante de la historia humana, Pablo Escobar. “Mi padre trabajaba para la CIA, vendiendo cocaína, y las ganancias fueron utilizadas para financiar la lucha anticomunista en toda Centroamérica”, le dijo al periodista argentino Luis Novaresio en una entrevista brindada en ocasión de presentar su reciente libro “Pablo Escobar, in fraganti”.
En tal sentido, nuestro corresponsal en Argentina, Matías Guffanti, ha escrito un artículo (que se adjunta); hemos podido leer algunos pasajes del libro y son numerosos los aspectos inquietantes que deberían ser profundizados por el poder judicial de América del Sur y por la justicia federal de EE.UU. Verdades que avalan y se entrecruzan inexorablemente con hechos que en el pasado fueron demostrados por los fiscales de distrito del fuero antimafia de Calabria y Palermo, desde los tiempos de Giovanni Falcone, y que indican que no sólo existen alianzas y colaboraciones entre los traficantes de droga sudamericanos y “nuestras” mafias, sino también la existencia de negociaciones y la colaboración entre las organizaciones criminales y los servicios secretos en aquellos estados en los que operan. Las revelaciones de Escobar (h), quien no obstante guardar el debido respeto a su padre en el nivel humano, ataca abiertamente lo que él mismo representó y las actividades criminales de las que formaba parte, no son el resultado de la imaginación sino que son una evidencia directa de cuánto vivió y aprendió.
Así descubrimos que Pablo Escobar colaboraba con la CIA en el momento del escándalo Irán-Contras y tenía relaciones directas con los funcionarios. Y nos damos cuenta también del río de dinero que los narcotraficantes manejan, el cual asciende a decenas de miles de millones de dólares y los vuelve mucho más ricos que una multinacional. El hijo de Escobar explica cómo Estados Unidos de América permite a los narcotraficantes que se hagan poderosos.
En otra entrevista publicada hace algún tiempo por el Corriere della Sera, el joven Marroquín declaró que su padre “observaba con atención los movimientos de Totò Riina, especialmente en el uso de bombas”.
Es interesante ver cómo los destinos de Riina y de Escobar, socios de negocios como lo demostraron las investigaciones de Falcone quien probó los vínculos entre Cosa Nostra y los traficantes de droga colombianos, aunque diferentes, quedaron ligados al año 1993. En enero, se puso fin a la huida del jefe corleonés, que permanecía oculto, mientras que casi un año después, el 2 de diciembre, Pablo Escobar fue asesinado después de que le fueran quitadas las protecciones estatales de EE.UU. y Colombia.
¿Qué más se debe saber? ¿Qué más se debe descubrir?
¿Qué tal vez las organizaciones criminales de la mafia son una gran farsa? ¿Qué estas organizaciones no son un anti-Estado, sino parte del mismo Estado y de la sociedad porque son útiles al sistema financiero mundial?
¿Qué tal vez las mafias, los carteles del narcotráfico y las organizaciones criminales son brazos armados útiles para mantener el poder por medio de la fuerza en los estados llamados democráticos y civilizados?
Una trágica verdad que leemos entre líneas en la historia y que confirma cada vez más las investigaciones del poder judicial que revelan la existencia de un sistema criminal integrado que hace los negocios, que se sienta en los bancos del poder y que ataca a la base de nuestra democracia.
“MI PAPA TRABAJABA PARA LA CIA” REVELA HIJO DEL NARCO PABLO ESCOBAR
Hijo del histórico narco colombiano habla en un libro de los vínculos de su padre con la CIA Y la DEA
Por Matías Guffati-11 de febrero de 2017
“Lo que se descubre en mi libro es que mi padre estaba trabajando para la CIA, vendiendo cocaína para que ellos pudieran financiar la lucha anticomunista en toda Centroamérica. Esto ubica a mi padre en una historia diferente, en donde algunas cosas empiezan a encajar” reveló el hijo del más famoso y poderoso narcotraficante de la historia mundial, Pablo Escobar, conocido y popularizado por series y películas como “El patrón del mal”, en una entrevista exclusiva sobre su nuevo libro “Pablo Escobar, in fraganti”, donde relata los brutales asesinatos cometidos por su padre en Colombia, entre los que se destacanlos de magistrados, policías y políticos que luchaban contra el crimen organizado de aquel país y los hechos de corrupción que le dieron el éxito.
Juan Pablo Escobar, quien era conocido como Juan Sebastián Marroquín hasta el 2009, cuando decidió publicar el primer libro sobre su padre, el líder del cartel de Medellín de Colombia y el mafioso más importante de Sudamérica vinculado a la mafia Siciliana y Calabresa en los años 80, aseguró que su papá trabajaba para la CIA, financiando la “lucha anticomunista” en Centroamérica de este organismo.
En un reportaje de 30 minutos con el periodista argentino Luis Novaresio, Escobar contó los temas más importantes de su nuevo libro, destruyendo la imagen mítica de aquel “narco” que los medios de comunicación crearon, para acercar al público una imagen más real de la mafia, los carteles, el narcotráfico y los Estados como socios de las organizaciones criminales.
Con una voz segura y serena durante toda la entrevista, el hijo del narcotraficante colombiano comenzó hablando sobre la convicción de su testimonio y dijo: “Yo creo que algunos capítulos de este libro demuestran que el miedo a la muerte me importa menos. Porque creo que hay cosas más importantes, como acercarnos a la verdad de las realidades que se ocultan en los negocios turbios del narcotráfico y de la corrupción que los hacen posibles”.
“Yo le debo más respeto y más amor a mis enemigos que a mi propia familia”, aseguró al referirse a los enfrentamientos habidos después de la muerte de su padre y que aún hoy siguen existiendo en Colombia, ya que no duda de que las cabezas cambien pero el negocio permanece.
En cada anécdota y testimonio Juan Pablo Escobar expresa su rechazo a la actividad mafiosa de su padre y su dolor por los familiares de las víctimas de sus brutales crímenes, pero no lo señala como único culpable a él sino que acusa también a ciertos organismos de seguridad como la DEA, la CIA y funcionarios principalmente estadounidenses, sin los cuales Pablo Escobar nunca hubiera llegado a cimentar su poder mafioso.
“Cuando se produjo el escándalo Irán–Contras, en el mismo estaba involucrado el coronel Oliver North del ejército norteamericano y, detrás de él, estaba la CIA, cuyo jefe era Georges Bush padre. Después terminó siendo el vicepresidente de la administración Reagan y encargado de la lucha antidroga. El mismo cuyos empleados estaban trabajando con mi padre, para vender droga y llevarla a los EE.UU., con el beneplácito de muchos” afirmó el hijo de Pablo Escobar.
“Son todos interrogantes que claramente se empiezan a despejar y nos muestran una realidad detrás del negocio del narcotráfico muy diferente de la que soñamos. Porque hasta ahora nos han dicho: ‘los narcos latinoamericanos tienen la capacidad de burlar todos los controles’, pero esto no es burlar los controles, esto es comprar los controles, asegurar los controles y tener de socios a los que hacen los controles”, agregó Escobar hablando de la complicidad del poder político y de la seguridad.
“Voy a poner un ejemplo concreto. Es el caso de los hermanos Rodríguez Orejuela, jefes del cartel de Cali que se alían con la DEA para combatir a mi padre, hasta que finalmente salen de circulación y un año después todo el cartel es desbaratado por completo. Pero son dos personajes que fueron extraditados a EE.UU. y terminaron negociando con ellos, sin entregar a nadie, simplemente entregando dinero a cambio de que su familia no ingrese a la lista Clinton. Entregaron 2.000 millones de dólares, dos personas. Esa cantidad hay que multiplicarla por todos los narcos de los que no tenemos ni siquiera idea que existen. En resumen, funciona así: déjalos crecer, ayúdalos a prosperar y cuando sean muy ricos vamos por toda la plata”, explicó el hijo del mafioso colombiano.
“Todos los países del mundo me han dado visa a excepción de EE.UU. La gran paradoja es que le siguen dando visa a los narcos. Entonces no sé si es que no cumplo con ese requisito”, denunció Pablo Escobar hijo dando a entender la estrecha relación del gobierno estadounidense con el narcotráfico de Sudamérica, y aclaró: “Mi padre fue un engranaje del gran negocio del narcotráfico universal. Cuando ya no les sirvió, lo mandaron a matar. (…) Fue uno de tantos de los patrones del mal. Y creo que este libro muestra muchos patrones, porque siempre hay un pez más grande”.
*Foto de Portada: www.infobae.com
*Foto 2: www.larepública.com