Por Giorgio Bongiovanni - 4 de Noviembre de 2015
No ganarán eternamente los poderosos que han frecuentado a personajes criminales. Se les absuelve por no haber cometido el hecho, a menudo con la fórmula dubitativa. Pero quizás después, en las motivaciones de las sentencias, leemos que han mantenido contactos con Cosa Nostra, o con personajes afines a dicha organización que hacían de intermediarios. Leemos que estos personajes han tenido, de alguna que otra forma, que ver con la mafia, pero que no han cometido un delito. Pero hay un gran delito que han cometido y que siguen cometiendo, un delito ético y político por el que se les considera como imposibles de candidatearse, como impresentables. La suya es una historia muy fea, como la de la Democracia Cristiana, enredada con el hampa y con la mafia, con algún rayo de luz (como por ejemplo Aldo Moro) pero que no logró iluminar al poder.

No ganarán eternamente, tarde o temprano habrá algún “juez en Berlín*” que evalúe los hechos, que no deje pasar al mosquito para luego tragarse el camello.
¿Qué tienen que hacer los Fiscales de hoy en día, aquellos que realmente luchan en contra de la mafia, para demostrar la relación entre el político y Cosa Nostra, más allá de presentar testimonios oculares que se complementan con otros, interceptaciones telefónicas, declaraciones de colaboradores de justicia? ¿Qué más le hace falta, aún, a la magistratura y sobre todo a los legisladores, que hasta el día de hoy jamás han aprobado leyes para combatir a esa mafia de características más políticas?
Antonino Caponnetto dijo frente al cuerpo hecho pedazos de Paolo Borsellino “ya todo se acabó”. En realidad quienes hoy creen firmemente en la importancia de seguir buscando la verdad de los hechos tienen la obligación de no detenerse. Y no se detendrán, a pesar de que el sistema criminal vigente haga de todo para bloquear el avance de los Fiscales antimafia, que representan una anomalía.
Calogero Mannino ha sido absuelto en primer grado. Pero el garantismo tendría que valer también para la parte acusadora, al igual que para la defensa, a la espera de la apertura del proceso de apelaciones en el que otra Corte tendrá que evaluar y juzgar, para luego llegar a la Casación. Que el Senador Mannino no cante victoria, en cambio tendría que ser respetuoso de las instituciones y esperar la sentencia definitiva en lugar de hacer declaraciones venenosas en contra de los Fiscales que lo acusan (El Fiscal Di Matteo, en el juicio por el atentado de Via D'Amelio ha hecho condenar a personas inocentes”).
Mannino ignora, o finge desconocer que Di Matteo no tiene nada que ver con la condena de inocentes. Pero a quien ha frecuentado los ambientes del poder se le puede reconocer muy fácilmente por su arrogancia y presunción.
Foto © Michele Naccari/Studio Camera

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