Por Antimafia Dos Mil-1° de setiembre de 2022

A los 82 años, falleció el 31 de agosto el exintegrante del Escuadrón de la Muerte en Uruguay, Nelson Bardesio. Un hombre que cargaba con secretos sobre sus vínculos con las organizaciones criminales de la región que impusieron gobiernos en la región y con la organización criminal estadounidense CIA, que planificó y trabajó conjuntamente con los Estados sudamericanos para estafar, saquear, torturar y asesinar a miles de personas.

Uno de esos agentes de la estructura ilegal internacional era Bardesio. Un hombre que, a pesar de haber declarado sus vínculos y responsabilidades en múltiples crímenes, fue condenado únicamente por el asesinato de Héctor Castagnetto en 1971, casi un año antes de que se declarara el golpe de Estado.

Bardesio se encontraba en prisión domiciliaria al momento de su fallecimiento. Fue fotógrafo de la policía y formaba parte del Escuadrón de la Muerte, hecho que admitió, así como que sus integrantes recibieron entrenamiento en Brasil y Argentina. El expolicía fue ampliamente conocido por su historia, como uno de los hombres del Estado represor secuestrados por el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y recluido en la denominada ‘Cárcel del pueblo’.

Dentro de ese contexto, identificó en sus testimonios a otros integrantes del Escuadrón de la Muerte, como Víctor Castiglioni, Miguel Sofía, Hugo Campos Hermida y Armando Acosta y Lara -subsecretario del Ministerio del Interior en ese entonces-, hombres de Estado que formaban parte del grupo parapolicial que tuvo el cometido de perseguir a quienes consideraban ‘subversivos’.

El exfotógrafo policial ‘desapareció’ durante 30 años sin dejar rastro, hasta que fue ubicado en Argentina. Para ese entonces, en 2008, reconoció haber colaborado con la Embajada de Estados Unidos en los años previos al golpe de Estado en Uruguay. Además, se supo por cables publicados por el medio WikiLeaks, que tenía un vínculo estrecho con la CIA.

En 2009, mientras se encontraba en Argentina, fue extraditado a Uruguay y procesado, pero pasaron cuatro años antes que se le aplicara una condena. La sentencia de la jueza Graciela Eustachio, condenó a Bardesio a 15 años y seis meses -a cumplir en su domicilio-, como coautor del ‘homicidio muy especialmente agravado’ de Héctor Castagnetto en agosto de 1971. El joven de 19 años, fue secuestrado en la vía pública, detenido ilegalmente, torturado hasta la muerte, y luego arrojado al Río de la Plata en el puerto de Montevideo, con la autorización del capitán de la Marina Jorge Nader.

Durante el tiempo que estuvo preso en la ‘Cárcel del pueblo’, Bardesio afirmó haber estado involucrado en los “atentados terroristas” contra Manuel Liberoff, Arturo Dubra, María Esther Gilio, Alejandro Artucio y Alba Oell’Acqua, bajo órdenes de autoridades del Ministerio del Interior.

Además, admitió en el interrogatorio por parte de los Tupamaros en febrero de 1972, la participación del Escuadrón de la Muerte en los asesinatos de Íbero Gutiérrez, Abel Ayala y Manuel Ramos Filippini. Aunque no fue condenado por estos crímenes, las actas labradas por los integrantes del MLN, fueron utilizadas en reiteradas ocasiones por la justicia, para confrontar y ratificar con Bardesio esas declaraciones.

Murió otro símbolo de la muerte en Uruguay, otro nexo entre los planes macabros de Estados Unidos y la CIA, y los grupos criminales que usurparon el país, robaron, estafaron, mataron, y realizaron todo tipo de atrocidades. Y hoy, siguen teniendo defensores, aunque esto parezca de fábula.

Pasarán los años, y quizás la justicia y la política sigan siendo consecuentes con los intereses del poder. Quizás, la muerte los alcance antes de ser condenados por la justicia. Pero no podrán escapar a la condena social, ni a la verdad.

La historia, indefectiblemente, los condenará.

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*Foto de portada: ladiaria.com.uy