Su desaparición forzada seguida de muerte fue un crimen de Estado

Por José Guzmán, desde Argentina-1° de agosto de 2022

Impunidad, atropello, abuso, y tropelía. Todo esto aconteció el 1° de agosto de 2017, en la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, en la provincia de Chubut, Argentina, cuando Santiago Maldonado, fue literalmente desaparecido en medio de un operativo ilegal y abusivo, de la Gendarmería Nacional. A partir de ese día sería repetida en todo el mundo una sola pregunta: ¿Dónde está Santiago?

Santiago Maldonado desaparecería por 78 días; una desaparición en democracia que nos hacía recordar épocas de horror de la dictadura.

El oscuro poder hegemónico nuevamente sembraba el hediondo perfume de la desaparición forzada entre nosotros. Santiago Maldonado era un artesano que se acercó al corte que ese día se realizó sobre la mítica ruta 40; y la Gendarmería Nacional argentina ingresó ese día de manera irregular y violenta al territorio de la comunidad Mapuche, como ya había ocurrido en otras ocasiones; pero esta vez la Gendarmería desplegó un operativo violento en donde disparó balas de plomo y de goma, y no tomó ninguna precaución para proteger a niños y niñas presentes en el lugar y tuvo un proceder inexplicable, que incluyó la quema de objetos pertenecientes a las familias, como sus ropas y mantas, acciones que tuvieron como único fin el amedrentamiento de sus integrantes.

En el marco de este operativo, tres miembros de la comunidad fueron detenidos sin ninguna justificación y trasladados a una comisaría donde permanecieron durante varias horas. Además, desde ese momento no se conoce el paradero de Santiago Maldonado, quien acompañaba los reclamos de la comunidad. Estos operativos y la criminalización de la Comunidad fueron avalados en ese momento por el Ministerio de Seguridad de la Nación Argentina, tal como se desprende de las declaraciones radiales en ese momento de Pablo Noceti, jefe de gabinete de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Ese día, durante el procedimiento Pablo Noceti estuvo en la estancia “Leleque” propiedad de la familia Benetton y a pesar de haber querido desmentirlo después de haberlo negado durante 37 días, el Ministerio que conducía Patricia Bullrich reconoció que Noceti estuvo en el lugar de los hechos durante y después del operativo. Vale recordar, que el 16 de agosto, buscando confundir a todo el mundo, la ministra de Seguridad dijo en el Senado de la Nación que Noceti sólo había pasado una vez por el lugar: “A las 12:30, una vez que ya se estaban haciendo las actuaciones. Se bajó del auto porque iba para Esquel a seguir con las tareas que estaba realizando, saludó a la Gendarmería y siguió. No participó, no dio órdenes, no tuvo nada que ver con la parte operativa”.

Santiago Maldonado y los cinco anos de impunidad 2

Verosímil peor no real, ya que las idas y vueltas en los discursos del ministerio de seguridad solo eran ardides para intentar ocultar una trágica realidad: a Santiago Maldonado lo chuparon las fuerzas represivas del gobierno de turno, en este caso bajo la dirección del presidente Mauricio Macri.

Hablamos de “crimen de Estado” no solo por las características del hecho mismo, sino por el marco discursivo y mediático que lo rodea. “Ningún crimen de Estado se comete sin ensayar un discurso justificante”, señala Eugenio Zaffaroni, y agrega que “la negación de la víctima es la técnica de neutralización más usual en los crímenes de Estado”.

En su trabajo “El crimen de Estado como objeto de la criminología” señala que la negación, el empañamiento de la realidad y la erradicación de los restos y vestigios de la absoluta verdad son parte integral del crimen perpetrado por el Estado. Da cuenta también de cómo los medios de comunicación, voceros estatales, naturalizan un determinado uso del lenguaje para neutralizar el crimen.

El cuerpo sin vida del joven artesano fue encontrado el 17 de octubre de 2017, en las gélidas aguas del río Chubut, en un lugar donde la familia denuncio que "se rastrilló tres veces antes" sin que se hubieran registrado ningún tipo de hallazgos.

En la desaparición de Santiago Maldonado el Estado argentino junto a todos los medios hegemónicos intentaron mentirnos con teorías absurdas, tratando de alejar a la ciudadanía de la verdad. Eliminando casi por completo la figura de la familia Benetton, como partícipe de esta atrocidad, la desaparición de Santiago Maldonado ocurre en tierras manchadas de sangre que le pertenece a las comunidades Mapuche y las cuales Luciano Benetton compro por centavos al corrupto gobierno de Carlos Saúl Menen, en los años 90.

Santiago Maldonado estaba allí acompañando la recuperación de tierras ancestrales por parte de la comunidad y pidiendo por la liberación de su Lonko Facundo Jones Huala.

Hoy, cinco años después, recordamos a Santiago Maldonado, pero no debemos olvidar también a Rafael Nahuel asesinado por el grupo albatros o a Elías Garay, quien fue igualmente asesinado a quemarropa en un accionar donde el Estado fue autor preferencial, de un hecho indignante y que se tornó mediático, dada su magnitud y su alevosía.

Lo cierto es que el manto de la impunidad sigue cubriendo el episodio de Santiago Maldonado, que ha enlutado a la comunidad mapuche de la Argentina y de la región. Y ya van cinco años. Muy amargo es el saldo de una criminalidad instalada en las instituciones de un país que se cree y se caratula como democrático, ajustado a la legalidad y a la tolerancia.

Una farsa, a juzgar por este y otros hechos, que han nublado todo vestigio de transparencia en el accionar gubernamental dentro de una sociedad convulsionada, mucho más por las desventuras, que por los logros.

Y esto nos duele a todos.

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Foto de portada: www.santiagomaldonado.com

Foto 2: laizquierdadiario.com