Jueves 25 Abril 2024
Injustificable persecución de las fuerzas israelíes a los palestinos, hasta en la tumba
 
Al menos diez heridos dejó la represión, un avasallamiento inconcebible a los derechos humanos
 
Por Antimafia Dos Mil-13 de mayo de 2022

Desmedida, avasallante, grotesca. Así fue la represión en la mañana de este viernes cuando fuerzas de seguridad israelí irrumpieron en el Hospital San José, en una zona palestina de Jerusalén ocupada por Israel, mientras cientos de personas acompañaban en cortejo fúnebre los restos de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, asesinada el miércoles en un campo de refugiados de Jenin en Cisjordania. En un acto de violencia totalmente fuera de lugar, y desconociendo el derecho fundamental del pueblo palestino, que padeció nuevamente el asesinato de uno de los suyos, fuerzas policiales de Israel, les atacaron con gases lacrimógenos, granadas y golpes.

Minutos antes, habían amenazado a los ciudadanos palestinos, con utilizar la fuerza, “si no paran esos cantos nacionalistas”, con la intención clara de impedir que se realizara el funeral, según informaciones vertidas en medios internacionales.

En pleno cortejo, mientras más de una decena de personas cargaba el ataúd envuelto en una bandera palestina hasta una iglesia de la Ciudad Vieja, las fuerzas de seguridad israelí comenzaron a reprimir, y entre golpes y una violencia desmedida, hicieron caer el féretro al piso. También cerraron rutas de acceso e hicieron un gran despliegue de sus fuerzas represivas.

https://twitter.com/goikoleaigor/status/1525093150771093505?t=zzPJE7NqIG_tjdrG4_c2Zw&s=19

Según el medio israelí Haaretz, al menos 10 personas tuvieron que recibir asistencia médica tras la fuerte represión. Sin embargo, desde filas palestinas aseguran que serían decenas las personas heridas que están concurriendo a centros de salud por heridas producto de la brutal represión.

El Ejército israelí, habría emitido un comunicado en el que se deslindaba de la responsabilidad de la muerte de la periodista, alegando que no sería posible identificar de dónde habría venido la bala que le causó la muerte. Peor aún, Naftali Bennett, presidente de Israel, declaró públicamente en un principio que con seguridad los asesinos habrían sido palestinos. Luego esas afirmaciones fueron matizadas por el ministro de defensa Benny Gantz, que indicó: “Estamos investigando”, y que el ejército israelí “no está seguro de cómo fue asesinada”.

El presidente palestino Mahmud Abbas, considera que “las autoridades de ocupación israelíes” son “plenamente responsables de su muerte”. “Las autoridades israelíes cometieron este crimen y no confiamos en ellas”, dijo el mandatario en la ceremonia donde despidieron los restos de la corresponsal de la cadena de prensa internacional.

Apenas dos días pasaron desde que el Ejército israelí ejecutó a la periodista de 51 años Shireen Abu Akleh, una palestina que se encontraba desempeñando su función en Cisjordania, una zona constantemente atacada por fuerzas israelíes, que masacra palestinas y palestinos. Akleh, que trabajaba desde hacía más de veinte años para la cadena Al Jazeera, tenía puesto chaleco antibalas y casco, y el distintivo de prensa en su ropa, totalmente visible incluso a la distancia. Aún así, fue asesinada de un disparo en la cabeza.

¿Hasta cuándo seguirá la comunidad internacional mirando hacia un costado, mientras el pueblo palestino sigue siendo injustamente masacradas, en un claro intento de genocidio? ¿Hasta cuándo la prensa seguirá siendo asesinada? Es hora de gritar, ¡basta! Es hora de detener esta violencia inconcebible, injusta, imposible de soportar más.

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*Foto de portada: