Jueves 25 Abril 2024
Pueblos originarios: la mayor matanza del siglo XX, ocultada por el Estado y silenciada por los medios de comunicación

Por Daiana Carracedo, desde Argentina-27 de abril de 2022

Las llamadas “reducciones” fueron espacios delimitados por el gobierno nacional para enseñar distintas labores a los indígenas. Se crearon a principios del siglo XX. Pero sus protagonistas, los pueblos originarios, no fueron consultados sobre la necesidad de aprender esas labores. Seguramente no lo necesitaban, ya que ellos viven ancestralmente de la tierra que cuidan rigurosamente. Las “reducciones” se encontraban próximas a las colonias y a pueblos que fueron consolidándose a medida que avanzaba el proceso de ocupación.

En el caso de Napalpí, la reducción creada en 1911, quedó bajo la supervisión del ministro de Agricultura, el cual debía enseñar a trabajar el suelo, proporcionar semillas, herramientas agrícolas y animales de labor. Por otro lado, la “reducción” debía contar con escuelas para la enseñanza elemental, agrícola e industrial de los niños. La población indígena del Chaco se encontraba conformada por cuatro grupos étnicos, toba (qom), mataco (wichi), mocoví (moqoit) y vilela. El proyecto “civilizatorio” del Estado-Nación tenía el propósito de convertirlos en trabajadores asalariados o en pequeños campesinos argentinos. En ese entonces, el presidente era Marcelo T. de Alvear y el gobernador del territorio nacional de Chaco era el radical Fernando Centeno, un estanciero algodonero. En la reducción Napalpí las familias de las comunidades Qom y Moqoit vivían encerrados y en una situación de extrema miseria y hambre. En ese momento, Chaco era uno de los principales explotadores del algodón y los pueblos originarios eran prácticamente mano de obra esclava. Con la bandera de “integrar al indio a la civilización argentina”, lo único que se busco fue quedarse con las tierras que los pueblos originarios ocupaban hace cientos de años. Antes que Argentina fuera un país, o Chaco una provincia.

Masacre de Napalpi en Argentina 2

La masacre de Napalpí fue una matanza sobre los pueblos originarios de Chaco, acontecida el 19 de julio de 1924, cuando todavía el territorio no era provincia. En ella fallecieron 500 personas. Fue la mayor matanza de pueblos originarios del siglo XX, ocultada por el Estado y silenciada por los medios de comunicación.

En 2014, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Resistencia (integrada por los fiscales Federico Carniel, Carlos Amad, Patricio Sabadini y Diego Vigay) inició una investigación preliminar. Para los fiscales, la Masacre de Napalpí constituye un crimen de lesa humanidad cometido por el Estado argentino.

El Juicio

El 19 de abril del corriente, en el Juzgado Federal N°1 de Resistencia, comenzó el juicio por la verdad de la Masacre de Napalpí. La primera audiencia empezó con testimonios de los sobrevivientes.

“Yo tenía como doce años, diez, en la Reducción Napalpí. Había muchos ricos nuevos. Estaban explotando el monte. Cortaban madera. Y a los moqoit los mataban. Les disparaban... Les dispararon y los mataron. Y es nuestra gente que los policías los mataron... Pero nosotros no queríamos pelear, solo veníamos a trabajar”.

Así habló Pedro Valquinta, indígena moqoit de 107 años, sobreviviente de la matanza de Napalpí. Valquinta vivía en el paraje Las Tolderías. Y en lengua moqoit mezclada con castellano explica: “Mataron gente ahí, por eso le dicen ‘Napalí’. Lugar de muertos significa, cementerio”.

El proceso no tendrá imputados, ya que todos los responsables fallecieron: “Porque demostrar la responsabilidad de personas físicas o jurídicas sobre estos hechos, busca el reconocimiento de la verdad y que las víctimas puedan tener una reparación social a través de una sentencia penal”, sostuvo Carniel, fiscal de la causa. La masacre de Napalpí, así como la de la campaña al desierto, tuvo como objetivo desapoderar a los pueblos de sus tierras y hacerse de brazos baratos para producir. El proceso de reconocimiento por esta masacre comenzó en Chaco cuando el gobernador (Jorge Capitanich) en 2008 pidió perdón en nombre del Estado, a las víctimas, en el lugar de los hechos.

“Las tierras arrebatadas al indio fueron entregadas a personas ligadas al exterminio, empresarios y colonos nacionales y extranjeros”, añadió el abogado de la Secretaría provincial de Derechos Humanos, Duilio Ramírez.

Luego del testimonio de otra sobreviviente, Rosa Grilo de 114 años, y de una entrevista hecha a Juan Chico (el historiador qom más importante en cuanto a la reconstrucción de la Masare de Napalpí), la jueza Nieremperger indicó el cuarto intermedio hasta este martes 26 de abril.

La reparación social histórica es necesaria para visibilizar la realidad de los pueblos originarios en todo el territorio argentino. Pero entendamos que el concepto de genocidio fue puesto en la agenda la Organización de las Naciones Unidas allá por 1948. Mucho después de los consecutivos genocidios que constantemente vivieron los indígenas desde que Colón piso estas tierras. Más allá de reparar el pasado, miremos el presente. Donde los pueblos originarios siguen siendo reducidos a porciones pequeñas de tierra. El Estado sigue siendo cómplice de los terratenientes que buscan explotar la tierra. Es indispensable reconocerlos ahora, para que en el futuro no haya otra reparación histórica del siglo XXI.

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*Foto de portada: todojujuy.com

*Foto 2: todojujuy.com / Portal Argentina Historia argentina: la masacre de Napalpí-Portal Argentina