Jueves 25 Abril 2024
En Argentina culmina el juicio oral por violación grupal a Paula Martínez

Seis años después del hecho, y a casi cuatro meses de su muerte

¡Presente!

Por Fátima Amaral-7 de abril de 2022

¡Harta! La violencia machista nos mata. A veces en vida, y a veces no. Cada mujer o identidad feminizada es constantemente acosada, acorralada, señalada, juzgada y condenada. En un plano más simbólico, psíquico, emocional o físico, o todos estos a la vez, siempre, a todas, de una u otra forma nos mata.

El tribunal de Quilmes, en Buenos Aires, comenzó el pasado lunes 4 de abril, el juicio por la causa de violación grupal ocurrida en el año 2016, contra Paula Martínez, una joven que fue drogada en una fiesta sin su consentimiento, trasladada a un domicilio particular, y violada por ocho varones. Paula fue hallada muerta en su casa en diciembre, y aunque hasta el momento la hipótesis es de suicidio, su madre reclama que se sigan investigando las circunstancias de su muerte.

Mariana Brizuela, quien fuera amiga de la infancia y vecina de Paula, con la que en el momento de los hechos no mantenía vínculo, se acercó días antes con la excusa de pedirle trabajo, aprovechando para invitarla a su fiesta de cumpleaños. Brizuela, quien le insistió a la joven en retiradas ocasiones para asegurarse de que ese día estuviera allí, es prima de uno de los violadores; los demás implicados mantienen parentescos entre sí y son vecinos del barrio.

A lo largo de estos años, Paula, se refirió en distintas entrevistas a Mariana Brizuela como “su entregadora” y manifestó un desentendimiento del motivo por el que no está imputada. Otro hecho que resaltó durante todo este tiempo es la forma del hostigamiento posterior, y lo difícil que fue condenar a los acusados por la complicidad por parte de la policía de la zona. También resaltaba mucho la duda sobre cómo accedieron a abogados particulares como su defensa, ya que se trata de personas de bajos recursos económicos, que tenían como oficio cortar pasto.

Esta incertidumbre es compartida por muchos de los movimientos feministas que han brindado su apoyo a Paula, que en reiteradas ocasiones la han manifestado, y que mantienen sus sospechas de que estos hombres estuvieran vinculados a una red de trata de personas con fines de explotación sexual.

La droga utilizada para alterar a Paula fue la burundanga, la cual altera el estado de conciencia y movilidad. Como explicó Paula en reiteradas oportunidades a los medios, “es una droga que se utiliza para trata de personas”, y es justamente bajo sus efectos que lograron trasladarla a una casa situada a siete cuadras de la fiesta.

Una vez fuera de los efectos de la droga y del estado de shock por lo ocurrido, comenzó a tener pequeños recuerdos, los que le permitieron identificar a cinco de los acusados de violación, de los cuales solamente cuatro están detenidos (Gustavo Carbonel, Cristian Chávez, Rubén Chávez y Diego Domínguez) y uno, Mauro Nail Goncalves, quien todavía se encuentra prófugo de la justicia.

Una de las integrantes de Las Mariposas Auge, un colectivo argentino que se especializa en denunciar y visibilizar delitos de trata de personas y la cultura prostituyente, dijo: “Este tipo de prácticas… que han ejercido sobre Paula, en la cultura de la prostitución se llama 'ablande'. Son prácticas infrahumanas en las que se somete a una violación en grupo, donde te destruyen psicológicamente, creando disociación en tu cuerpo… incitan al consumo de drogas… para poder finalmente atraparte” y respecto a los imputados reflexionó: “Son hijos del poder o son personas que tienen alcances políticos”, haciendo alusión a la vinculación con personas corruptas dentro la política y la justicia.

Paula, emprendió un arduo camino cuando tomó conciencia de lo que había sucedido, golpeó las puertas de la justicia, donde tuvo que hacer frente a la invisibilización, el cuestionamiento y la revictimización.

La negligencia y falta de perspectiva de género de las autoridades no solo la revictimizó, también la dejó en una situación de vulnerabilidad frente a las agresiones y el hostigamiento por parte de los mismos imputados por violación (hasta el momento de su detención) y sus familiares, ataques dirigidos tanto a Paula como a sus hijos y su madre.

La ausencia del Estado y el hostigamiento constate la llevaron a múltiples ataques de pánico e intentos de suicidio, por lo que antes de su muerte había sido internada en reiteradas ocasiones.

En diciembre de 2021 apareció sin vida en una de las habitaciones de su casa. Desde el primer momento la justicia manejó la hipótesis de suicidio, que es rechazada por su madre y familia, quienes exigen que se hagan las investigaciones correspondientes hasta dar con la verdad.

Romina Doncel, abogada especialista en trata de personas y violencia de género, decía a los medios: “Los tiempos de la justicia a Paula la angustiaban muchísimo…La justicia no tiene la voluntad de ser expedita, respetuosa y tener perspectiva de género. No les creen en muchos casos y se toman demasiado tiempo, y eso no tiene que ver con avasallar los procesos judiciales, sino con entender que una sobreviviente no puede estar cinco años esperando un juicio".

Paula es víctima de la sociedad machista y patriarcal, que claramente cuenta con una justicia que no está a la altura de dar garantías a nuestros derechos, ni verdad ni justicia.

Negar las consecuencias físicas, psíquicas y emocionales que causa un acto de violencia ejercido sobre una persona, no tratar el hecho desde la correspondiente perspectiva de género o pretender solucionarlo con la famosa frase “el tiempo todo lo cura”, es jugar con la vida de las sobrevivientes como Paula, y esto solo nos deja feminicidios.

El final del juicio está pactado para el correr del día jueves 7 de abril. El cual debería culminar con un fallo reparador, donde se haga justicia y los acusados tengan la condena correspondiente, que se implementen todos los recursos para encontrar al prófugo. Y que tenga un enfoque en la protección a la familia de Paula, que sigue luchando, pero expuesta a sufrir ataques.

Respecto a esto, Doncel alarmó a través de un comunicado que la familia corre peligro: “El sábado, la familia de uno de los imputados (Chávez) rompió la restricción perimetral y se acercó a 20 metros de la casa de los hijos de Paula, como modo de hostigamiento y amenaza. La situación es crítica”.

Sandra Zapata, su madre, en una de sus últimas conferencias antes del juicio, en la Sala Borges de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, dijo: “Así como me ven, con lágrimas en mis ojos, con el alma partida y corazón roto, sigo de pie” reafirmando posteriormente su pedido de justicia:

“Exigimos una condena ejemplar para los abusadores y torturadores de Paula mediante un juicio con perspectiva de género. ¡Basta de violaciones grupales!".

Como parte de un movimiento social nos unimos al pedido de justicia de Sandra y creemos fundamental el apoyo por parte de la sociedad. No podemos permanecer naturalizando el accionar de un Estado ausente, que no brinda la atención necesaria, de un Sistema de Justicia con falta de perspectiva de género y que una vez más, llegó tarde.

Solamente en el suelo argentino se calcula que cada 27 horas ocurre un femicidio, y en lo que va del 2022 son aproximadamente 97 los que se registraron, según el Observatorio Ahora que si nos Ven.

Sigamos exigiendo justicia, por Paula, y todas aquellas que sufrieron y sufren esta revictimización, por parte de una justicia y una sociedad que a nosotras nos deja la culpa y a ellos la disculpa.

Paula somos todas, y su historia nos puede pasar a cualquiera.

Todas ellas, ¡presentes!

------------------------

*Foto de portada: lanoticia.digital