Sábado 20 Abril 2024
En el marco de una movilización nacional contra la cultura de la violación

Una multitud ovacionó a las mujeres del Movimiento

Por Victoria Camboni-29 de enero de 2022

Una Plaza Independencia atiborrada de gente, fue espectadora silenciosa y atenta de una nueva intervención del Movimiento Cultural Internacional Our Voice. En la tarde de este viernes 28 de enero que pasó, y en el marco de las manifestaciones a nivel nacional de protesta contra la cultura de la violación (en nota aparte, profundizamos sobre este evento) miles de personas presenciaron, en dos puntos importantes de la ciudad de Montevideo, una imagen, que atravesó las conciencias y explotó en una lluvia de lágrimas, emociones y estrepitosos aplausos.

A las 18 horas, el punto de encuentro para dar comienzo a la manifestación de mujeres, disidencias y feministas autoconvocadas -hartas de una cultura de impunidad patriarcal-, se vio colmado de personas, principalmente las convocantes, pero no solo. Hombres jóvenes y adultos, niñas y niños, también se acercaron, indignados con la situación, para llenar por completo la Plaza Independencia, en el centro de la capital uruguaya. Y esa expectativa que se sentía en el aire, ese bullicio que acompañó el momento, fue cortado por un silencio penetrante. Y es que las jóvenes integrantes de la comisión feminista del movimiento Our Voice acababan de llegar.

Fue impresionante cómo apenas apoyaron su cartel -donde denunciaban los dichos del presidente Luis Lacalle Pou que habló en defensa del género masculino luego de haberse conocido una violación en masa a una chica que no encontró la respuesta de la justicia que ameritaba el caso-, se llenó de fotógrafos y la gente comenzó a formar una ronda inmensa, enorme, que esperó a las chicas, a sabiendas de que algo artístico venía a conmocionar a todas y todos.

Mikaela Melo, Sofía Aquino, Alina Leal, Fátima Amaral, Camila Ocampo, Anubis Leal, Emilia Alza, Elizabeth Viera, Tatiana Álvez y la fundadora del movimiento, Sonia Bongiovanni, hicieron un despliegue tan breve, tan silencioso, pero tan contundente, como nos tiene acostumbrados este movimiento de jóvenes. Es que, con delicadeza, lentamente y compenetradas con lo que estaban a punto de mostrar, las chicas fueron generando un inédito cuadro que representaba el dolor de una cultura violenta, que nos atraviesa a todas las mujeres.

Arte de Our Voice en Montevideo 2

Su ropa emulaba la piel, de forma tal que al verlas parecía estar viendo cuerpos desnudos. Todas con la misma presencia. Algunas de ellas tendidas en el piso, parecían heridas de muerte, mientras otras tres, paradas sobre ellas, eran atravesadas por una gran flecha plateada que las hería a todas. De los costados, dos chicas las lloraban e intentaban sostenerlas en su sufrimiento. Lo mismo encima, otra de ellas trataba de dar consuelo con la gestualidad de su rostro y las caricias de su mano temblorosa. Pero lo que impactó, en el centro de esa figura, fue una de esas chicas, que, haciendo fuerza para no caer, levantó la mirada, inquisidora, penetrante y desafiante, enfrentando con su fuerza interna y la postura de su cuerpo, el dolor que todo eso visiblemente le causaba.

Los aplausos y la conmoción general envolvieron el ambiente, y junto a decenas de palabras de agradecimiento y reconocimiento a eso que estaban viendo, las personas saludaron, fotografiaron, y comenzaron a marchar. Esta marcha, que avanzó en bloque hasta la Plaza Cagancha, culminó en una segunda intervención artística de Our Voice, totalmente espontánea.

Arte de Our Voice en Montevideo 3

Luego de haberse escuchado la lectura de una proclama común, y del tronar de una cuerda de tambores femenina, las chicas, tímidamente, apoyaron su cartel junto a la estatua de la libertad que se yergue en medio de la avenida principal, 18 de Julio, entre los dos extremos de la plaza. En ese momento, como un pedido de la multitud, los miles de mujeres allí presentes se sentaron en la calle y, pidiendo silencio general, dieron espacio y prepararon el escenario para que las chicas de Our Voice hicieran nuevamente su presentación.

Ovacionadas por la gente, nuevamente, dejaron su huella en tantas mujeres que sufren esa cultura machista, violenta, abusadora, desigual y constante, en carne propia. Hoy, como otras veces, fueron la voz de las pibas que no tienen voz.

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*Foto de portada y restantes: Romina Torres / Antimafia Dos Mil y Our Voice