Martes 19 Marzo 2024
Diálogo sobre la difícil tarea de traer hacia el presente los hechos del terrorismo de Estado

Por Andrés Volpe-7 de enero de 2022

La reciente nominación de la ESMA para convertirse en patrimonio mundial de la UNESCO, da un fuerte impulso para un debate profundo y sincero, de cuál es el rol que juegan, los sitios castigados por la brutalidad de las dictaduras. ¿Cuáles serán las nuevas formas que estos lugares tendrán que adoptar, dentro de una sociedad en constante cambio y amenaza?

Tres expertas fueron convocadas, hace varios meses, por el Museo Sitio de Memoria ESMA, el Archivo Nacional de la Memoria y la Dirección Nacional de Sitios de Memoria: Claudia Feld, Marina Franco y Valentina Salvi, para analizar la actualidad y el futuro de los sitios destinados a construir conciencia histórica sobre el terrorismo de Estado.

“Lo que vimos en las elecciones no es el comienzo de algo, sino una consecuencia”, planteó Salvi, profesora de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, apuntando a la circulación que, desde hace varios años, se viene dando de “determinados sentidos y representaciones” vinculadas al negacionismo de los crímenes de la última dictadura cívico militar. Sucede que Milei y Villarruel son ahora diputados electos, sucede que ese espacio, el de José Luis Espert en provincia de Buenos Aires, y el de Juntos por el Cambio se intercambian acuerdos y halagos “al mismo tiempo que la figura del represor es cuestionada por casi todo el arco político y está, de algún modo, maldita en el sentido de que nadie la quiere cerca. Esa tensión podría trabajarse en los sitios”, puntualizó.

Directora del museo ESMA en Argentina

En medio de este contexto donde algunos de los representantes del pueblo plantean grises intereses, es fundamental el trabajo de apalancar el presente con la memoria, básicamente “es momento de renovar los relatos”, planteó Alejandra Naftal, directora del Museo ESMA.

Estas realidades e interrogantes surgieron como punto de partida en la jornada de debate “Presente y Futuro de los Archivos, Sitios y Museos de Memoria” en la cual se llamaron a reflexión, a las tres académicas dedicadas a investigar sobre temas vinculados con la memoria en Argentina.

Estas jornadas fueron realizadas en el marco del cuarto encuentro del proyecto “Archivos, Museos y Sitios de Memoria de Argentina. Sinergias para la gestión de políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia”, que se desarrollan desde el mes de agosto con la finalidad “de fortalecer esas instituciones, debatir la agenda de políticas públicas que posibilitan su gestión, pensar cómo podemos mejorar”, según remarca Mayki Gorosito, encargada de coordinar la candidatura del Sitio de Memoria ESMA como patrimonio mundial de la Unesco. Lorena Battistiol, directora nacional de Sitios de Memoria, que compartió la apertura junto a Gorosito, expresó que el desafío que se presenta "de cara al futuro acerca de cómo le vamos a hablar a la generación que no conoce estos lugares, que no ha vivido el terrorismo de Estado".

Claudia Feld, es directora de la revista interdisciplinaria de estudios sobre memoria Clepsidra, y planteó que deberíamos buscar la manera, de plantear las narrativas que muestran los sitios de la memoria “no solo los horrores propios terrorismo de Estado, sino también elementos que nos ayuden a comprender los centros clandestinos, como dispositivos específicos de violencias de baja intensidad, violencias casi invisibles que se desarrollaron en sus interiores, que son producto de ellos y que persisten fuera. Como sociedad tenemos dificultades de asimilar esas microviolencias”, remarcó.

Marina Franco, es docente de la Universidad Nacional de San Martín, y para ella existe una disociación entre la forma en la que los espacios de memoria y las políticas públicas cuentan el terrorismo de Estado y las jóvenes generaciones. “Para los jóvenes de hoy el terrorismo de Estado es un dato histórico demasiado lejano y ajeno, dejó de ser crucial. Puede ser incluso que sea más inquietante la crisis de 2001”, expresó, y agregó: “Las urgencias sociales y políticas no son las de hace 20 años: la desigualdad, la violencia de género, la seguridad, la conflictividad política dejan al terrorismo de Estado en un lugar de mucha menos urgencia”.

Para Alejandra Naftal, en esos sitios recuperados por la ciudadanía, es un desafío en este momento, poder mantenerlos vivos.

Cerrando el discurso, Marina Franco destacó la “creatividad” de las organizaciones de derechos humanos en la tarea de “moverse en tiempo y espacio”, de poder cambiar, de tomar aquello que lo amenaza y transformarlo, “confiar en esa característica que es su garantía de futuro”, finalizó la panelista.

El proyecto Sinergias realizará un encuentro más, para redondear conclusiones de cara a un nuevo año de lucha, el próximo mes de marzo.

--------------------

*Foto de portada: hacemosmemoria.org / Foto de Esteban Tavera

*Foto 2: argentina.gob.ar