El tribunal Federal Oral n°5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, compuesto por los jueces Adriana Palliotti, Daniel Obligado y Adrián Grunberg, determinó que la fecha del inicio del juicio contra Mario Alfredo ‘Churrasco’ Sandoval, sea a partir del próximo 4 de mayo. Sandoval está acusado por el secuestro y posterior desaparición del estudiante Hernán Abriata en 1976, quien fue uno de los miles de detenidos en la ex ESMA, durante la etapa militar de la dictadura.
Hernán, era estudiante de la facultad de Arquitectura de la provincia de Buenos Aires, militaba en la Juventud Universitaria Peronista y también en Montoneros. Fue secuestrado el 30 de octubre de 1976, tenía 24 años. Estuvo detenido en la ex ESMA, dentro del “casino de oficiales”, más precisamente en el altillo conocido como ‘La Capuchita’. En una de las paredes de aquel lúgubre lugar, un breve mensaje resistió el tiempo: “Mónica, te amo. H.A.”. Años más tarde, Mónica Dittmar, quien era la compañera de Hernán, reconoció la caligrafía de aquel mensaje. Aquella breve declaración pudo más que el horror.
La última vez que se lo vio con vida a Hernán, fue el 6 de enero de 1977. Quienes aportan este dato son Carlos Loza, Oscar Repossi y Rodolfo Picheni, tres obreros ferroviarios que también estuvieron secuestrados en ‘La Capuchita’. Fue el propio Hernán quien les marcó el destino. Las capuchas de los tres ferroviarios eran blancas, la de Hernán era gris. Esta simple diferencia de colores hizo que ellos fueran liberados aquel día de reyes, al estudiante no se lo volvió a ver.
Hernán era familiar del contralmirante Oscar Francisco Abriata, conocido como “Poroto”, quien ocupaba un alto cargo dentro de la ex SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado). Era cercano al dictador Massera, quien lo había apostado en el directorio de YPF. Y según versiones familiares, consideraba que Hernán era una mancha en su “carrera”.
Por el secuestro de Hernán, está siendo procesado Mario Alfredo Sandoval, quien era subinspector de la Policía Federal. “Churrasco”, como era conocido en el circuito de torturas, es uno de los grandes ejemplos de la cobertura y la protección internacional, con la que contaron los represores de las dictaduras del cono sur. Sandoval migró hacia Francia a principios de los 80, donde encontró nicho entre los académicos parisinos. Dio clases en la universidad, y formó parte de numerosas organizaciones de investigación y formación. En cada lugar que Sandoval se presentaba, se reinventaba, creando biografías y títulos distintos según la ocasión. Se especializo en Inteligencia Económica. En 1997, obtuvo la ciudadanía francesa. Su fachada estuvo cubierta hasta que los rumores del entorno rompieron el cerco. En 2007, un estudiante de la Universidad de La Soborna, cuyos padres habían sobrevivido la dictadura y se habían exiliado en aquel país, denunció la identidad de “Churrasco”.
El juez federal Sergio Torres, quien lleva adelante la instrucción de la megacausa ESMA, elevó el pedido de extradición al gobierno galo en el año 2012. Recién en diciembre de 2019, luego de atravesar distintas instancias, el Consejo de Estado francés, convalido la extradición. Ya en suelo argentino, el juez Canicoba Corral, dictaminó la prisión preventiva y Sandoval fue recluido en Campo de Mayo, donde hasta el día de hoy aguarda su juicio. Cabe destacar que insistentemente, Sandoval, realizó todas las gestiones posibles para evitar la extradición, valiéndose de aquella ciudadanía. En un principio, incluso, intento negar su identidad. La actuación de la abogada Sophie Thonon fue crucial. Fue ella quien realizó las gestiones, incluso viajó a Buenos Aires para confirmar la identidad del represor.
Sandoval, en primera instancia, deberá responder por el crimen de Hernán Abriata, pero su nombre está vinculado a otros 400 casos de personas que transitaron por el circuito de la ESMA. Sus años siendo un “académico” francés, dejan en claro lo que supo afirmar en su momento Mónica Dittmar: “Tuvo y tiene muchos recursos. Una red que lo protege en Francia, fue funcionario del gobierno de Nicolás Sarkozy, así que no nos sorprendería que siga resistiéndose a su extradición”.
Los criminales del terrorismo de Estado operaron bajo una lógica criminal regional, como queda demostrado por las numerosas investigaciones del Plan Cóndor, pero que estaba apoyada por estructuras, por redes, internacionales.
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*Foto de portada: elcohetealaluna.com
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