Jueves 25 Abril 2024
A ocho años y medio de una protesta generalizada por el traslado de la jueza Mota al área civil
 
Por Victoria Camboni-18 de noviembre de 2021

La Plaza Libertad, detrás de la que se encuentra la Suprema Corte de Justicia (SCJ), lleva un nombre verdaderamente simbólico. Para los movimientos, organizaciones sociales y militantes por derechos humanos, derechos de la mujer y tantos otros derechos ciudadanos, es un punto de referencia. Pero para Irma Leites, Jorge Zabalza, Anibal Varela, Álvaro y sus hermanos Diego y Eduardo Jaume, es también el lugar, el punto de partida, de su posterior condena. Allí, ocho años y medio después, de la protesta en la SCJ, donde cientos de personas rechazaron el traslado de la jueza Mariana Mota (ella tenía en su haber la investigación de medio centenar de casos de delitos de lesa humanidad), que fue un sucio movimiento que demostró, hasta qué niveles llegó (y llega) la impunidad, ya que de esa multitud, que se movilizó solidarizándose con la magistrada, siete personas fueron elegidas a dedo -por ser reconocidos militantes sociales por los derechos humanos- para ser procesadas por el delito de “atentado muy especialmente agravado”. Ocho años y medio después, este pasado miércoles 17 de noviembre, esas mismas personas, aún con la ejecución de la sentencia definitiva en suspenso (de entre 8 y 24 meses de prisión), frente en alto, y transparentemente, se pararon frente a las vallas que protegían las puertas de la SCJ, para públicamente (y dando la cara) reivindicar la lucha social, para denunciar que su caso es una clara muestra de criminalización de la protesta, y para informar a la opinión pública de las manipulaciones del poder, a la hora de criminalizar, en democracia, la legítima resistencia a la impunidad y a los avasallamientos, con sabor y olor, a terrorismo de Estado, hoy presente entre nosotros, solapadamente.

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En una tarde algo ventosa, pero humanamente cálida, decenas de personas acudieron a la llamada pública para sostener y acompañar a seis de los siete procesados, que convocaron a medios de prensa y movimientos sociales, donde brindaron una conferencia pública sobre el proceso penal que pesa sobre ellos. Entre la multitud se pudo ver a una Elena Zaffaroni y a Alba González, ambas fundadoras y miembros de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, y a Gonzalo Abella, historiador y exrepresentante del partido Unidad Popular, acompañando la concentración. También se hicieron presentes los periodistas de La Izquierda Diario, Damián Recoba y Sebastián Artigas; Norma Morroni, madre de Fernando Morroni, uno de los asesinados en las manifestaciones del Hospital Filtro en 1994, y Victoria Moyano, dada en adopción luego de su nacimiento, estando secuestrados sus padres en los pozos de Banfield (Argentina), recuperando su identidad años más tarde.

A continuación, compartimos las palabras de algunas de las personas que a través del micrófono nos recordaron el sentido de la lucha, y el motivo por el cual son perseguidos, tanto ellos, como cualquiera que represente un estorbo y un problema para el sistema.

Irma Leites: “Es un procesamiento que ataca el derecho a la protesta”

“Claramente queda planteado que es un procesamiento que ataca el derecho de la protesta. Si hablamos que el derecho de la protesta es uno de los primeros derechos humanos, en este país en el cual impera la impunidad, este fallo es como una obra maestra de esa impunidad desde el punto de vista jurídico, porque aquí, en la Suprema Corte de Justicia, no entramos siete personas, no entramos siete locos como la compañera abogada de Adeom planteó en la defensa primaria cuando se nos quiso acusar de asonada. Acá entramos cientos de personas y miles de personas acá en la puerta estuvimos. Ellos, lo que hacen con este procesamiento es simplemente quitar el rol importante de cada una de las personas que entramos. Eso es lo que importa, que una vez más, ellos tratan de ver un chivo expiatorio, tratan de ver terroristas, tratan de ver tupamaros (…), para endilgarle una acción que realmente le correspondió al pueblo, a todo el pueblo que pelea contra la impunidad”.

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“Hay que cerrar un solo puño contra esta impunidad (…). Se va a plantear de nuevo la llamada ‘teoría de los dos demonios’. Ellos, para decir que hay fachos, terroristas, represores, en la cárcel vip de Piedras Blancas y para liberarlos, tienen que tener al enemigo ahí, y crean al enemigo. No pueden decir que el enemigo es todo el pueblo, no pueden decir que fueron todas las personas que entramos a la Suprema Corte de Injusticia. Somos culpables; entramos, sí, claro que entramos, están cientos de cámaras, imágenes que las pudimos ver en los juzgados, en las cuales se registra, qué es lo que hicimos. Ellos mismos en este fallo -ustedes lo pueden leer, está en internet todo el juicio que se hizo-, dicen que en esta Suprema Corte de Injusticia no se rayó una pared, no se rompió un banco, no se hizo absolutamente nada. Acá, lo que están haciendo es creando un supuesto atentado -no se sabe por qué las agravantes-, cuando en realidad lo que están haciendo es encubriendo el hecho de que en ese momento se orquestaba el traslado de una jueza que tenía en sus manos cientos de fallos contra los represores. Fue una manera de amparar a los represores”.

“Lo que es importante, es que todos registremos que detrás de toda esta cortina de humo, se siguen cometiendo los crímenes hoy, se siguen cometiendo los crímenes en las comisarías, se siguen cometiendo los crímenes que tienen que ver con los privilegios que los milicos tienen y que mantienen secuestrados a nuestros compañeros desaparecidos”.

“A nosotros no nos van a poner en la misma bolsa que los milicos; para hablar de prisión domiciliaria, porque son ‘unos pobres milicos’... No, ellos son terroristas de Estado que orquestaron el drama de este pueblo, las reformas económicas y todo lo que se sucedió a nivel general”.

Álvaro Jaume: “Los valores profundos que inspiraron la lucha de ayer, la de hoy y la del futuro, son los que nos van a seguir marcando el camino”.

“La jueza Mota era una piedra en el zapato para el sistema, y en particular para nuestros queridos amigos”.

“Frente a una circunstancia como esta, no queda otro camino que esa pelea de hormiguita, lenta, dura, con tragos amargos. No tenemos un horizonte fácil (…), pero sí tenemos esa tenacidad de los necios, que no nos van a bajar”.

“Los valores profundos que inspiraron la lucha de ayer, la de hoy y la del futuro, son los que nos van a seguir marcando el camino”.

Jorge Zabalza: “Este Poder Judicial, es el de los dueños del Uruguay”

“Nosotros sabíamos que iban a faltar algunos de los convocados, de los medios. No vemos a El País, no vemos a canal 12, canal 4, el 10, no vemos a ninguno de los grandes medios. Los informativos se callaron la boca, porque este es un hecho insignificante para ellos. Son los medios de la impunidad, es la Suprema Corte de la Impunidad, una muralla de impunidad que está levantando una clase social, la de los dueños del Uruguay. Y del otro lado estamos nosotros, un puñadito, ese puñadito que representa a los que quieren la verdad y la justicia, a los que realmente quieren que se sepa la verdad y se haga justicia, y que nunca más dictadura. Los otros, esos que están ausentes acá, esos que miran por la ventana, son los que quieren en cualquier momento volver a dar un golpe de Estado porque estuvieron muy cómodos, porque la hicieron toda, porque no perdieron un solo peso con el golpe de Estado, con la dictadura, a costillas de los cientos de desaparecidos, de los cientos de muertos y asesinados, de la cantidad de violados que hubo, de la cantidad de torturados. A costillas del terrorismo de Estado, sentados arriba del caballo de los terroristas, hicieron un gran negocio”.

“Esta Suprema Corte, este Poder Judicial, es el Poder Judicial de los poderosos, de los dueños del Uruguay; no es nuestro Poder Judicial, no es nuestra Justicia. Nuestro sentido de justicia es muy diferente, a eso apostamos y seguiremos apostando, con los poquitos que somos”.

Victoria Moyano: “Todos aquellos que se movilizan pueden ser condenados por solamente protestar”

“Ni bien me enteré, me preocupé, estaba en Buenos Aires. Inmediatamente la llamé a Irma y me puse a disposición de lo que necesiten. Es una situación realmente grave. No importa si se efectiviza o no la pena, ese no es el hecho, sino lo que expresa, es que todos aquellos que se movilizan pueden en ocho años, ser condenados, por solamente protestar. En este caso es una protesta que molestó mucho, pero abre la puerta a que puedan ser procesados y condenados todos los militantes populares”.

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“Me siento orgullosa de todos estos compañeros que han dado la pelea, que siguen dando la pelea. No queda más que redoblar esfuerzos, sumar más gente, más jóvenes”.

“No nos queda más que seguir luchando”.

“Por todos los nuestros, porque están presentes acá con todos nosotros”.

Luego de las palabras de los imputados y de Victoria Moyano, se acercó al micrófono la hermana del artesano que falleció en circunstancias poco claras en agosto de este año, cuando se dirigió a una oficina del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) para pedir ayuda monetaria para trasladarse de departamento, y hora y media después falleció. Kelly Ubiedo sigue buscando esclarecer las circunstancias de la muerte de su hermano, un hombre de 38 años que se desempeñaba como artesano en Colonia.

Kelly Ubiedo: “Nadie se hace responsable” por la muerte de Víctor

“Estamos sumamente doloridos, con el corazón hecho pedazos. Nosotros el 6 de agosto nos enteramos del fallecimiento de Víctor Ubiedo, artesano de Colonia, que recorría el país, y su voz y su nombre recorrió el mundo. Porque era una buena persona, respetuoso, educado amable, pero que era un ser humano como somos todos”.

“¿Qué garantías le damos a los ciudadanos que van a una institución pública a solicitar una ayuda, y terminan muertos? ¿Qué garantías tiene el ciudadano? Ciudadanos somos todos, no importa de qué clase social. Era un artesano, tenía derechos. Fue a pedir un pasaje y terminó muerto. La respuesta del Estado no puede ser nunca que murió por causa propia. Después de toda la violencia institucional que él sufrió”.

“Le pido a la gente que se ponga la mano en el corazón, como si fuera su propio hermano. Que haya verdad y justicia, y que este crimen no quede impune. Necesitamos saber la verdad, y que el Estado se haga cargo”.

Al finalizar la conferencia, se acercó al micrófono Norma Morroni apoyada en su bastón, quien, con sus problemas de diabetes y artrosis que prácticamente no le permiten caminar, hizo un esfuerzo físico y se acercó hasta la plaza, para dar fuerza a los compañeros y a las compañeras que estaban allí: “Es un orgullo estar con estos compañeros. Como ellos me han acompañado siempre, yo vengo a acompañarlos a ellos. Dentro de lo que pueda, siempre. Morir de pie, y no caer arrodillado”, cerró.

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Eloísa Suárez, representante de la defensa de los acusados en conjunto con el abogado Juan Fagúndez, en diálogo con Antimafia Dos Mil, explicó que la sentencia aún no está firme, y que esperan la respuesta del Tribunal de Apelaciones a justamente, su apelación al fallo que los condena a prisión, si bien serían todos delitos excarcelables.

El proceso “es muy largo. Parece increíble porque estamos desde el año 2013. Estamos como al principio. Esta sentencia es de primera instancia es recurrible, cabe la posibilidad de que se modifique. A eso estamos bregando, sobre todo fundamentando ahora la criminalización del derecho a la protesta, y vamos a tratar de entrar por ese lado, porque en realidad fue una protesta lo que ocurrió, y no había ánimo de cometer ningún delito, ni siquiera se incurrió en conductas que pueden ser típicas, para que esté presente este procesamiento”.

“La selectividad de los sujetos no está muy clara, ni estuvo, desde un comienzo, quizás porque eran figuras más notorias, pero no está relacionado claramente por qué se los selecciona. Luego de que obró esa selección se continuó así, porque se entendió que había una instancia criminal contra ellos, y se continuó de esa forma”.

“La violencia se sustenta en gritos. No hubo roturas, no hubo nada. Fue una manifestación, pero como cualquier manifestación como cuando las personas no están de acuerdo con lo que está pasando”, concluyó Suárez.

La del miércoles 17, fue una jornada de reflexión, que visibilizó la falta de sentido que tiene criminalizar una protesta masiva, tomando como chivos expiatorios a personas reconocidas por su militancia social, después de más de ocho años y medio del hecho. Llama la atención esa insistencia en condenar una manifestación, pero paralelamente desde el Poder Legislativo y con ayuda de personajes mediáticos como Mercedes Vigil, se está trabajando poderosamente para liberar a abusadores sexuales, secuestradores, torturadores y asesinos, con todo lo que eso significa, en los hechos y socialmente.

¿Cuánto tiempo más tendremos que tolerar tanta impunidad y tantos golpes a la cara de una libertad de expresión y de protesta que nos prohíben y nos cercenan? ¿O quizás estemos equivocados, y la libertad en realidad sea una cuestión de castas, y el pueblo, no pueda acceder a ella?

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*Foto de portada y restantes: Romina Torres

*Foto 5: Twitter diario El Pais. Febrero de 2013

*Fotogalería: Romina Torres / Antimafia Dos Mil y Our Voice