Por Jean Georges Almendras-27 de octubre de 2021

Se te sube la ira a la cabeza, en apenas segundos, saber que un escritor, por el solo hecho de haber incursionado en la vida de la activista Marielle Franco, asesinada el 14 de marzo de 2018, ha sido asesinado a balazos en el Brasil, en Río de Janeiro. Este atentado contra Leuvis Manuel Olivero, de 38 años de edad, escritor comprometido y valiente, tuvo lugar el pasado día 10 de octubre, y no recuerdo que la prensa pacata de mi país -Uruguay- lo haya mencionado; y ni por asomo, recordado u homenajeado (y sí fue en contrario, me excusaré, naturalmente, pero, dudo  mucho, que esto haya ocurrido).

Así de indiferente es el mundo de quienes tienen el sartén por el mango, en los medios de comunicación. Es ya norma, echar a un costado todo aquello que signifique evocar o aludir, a quienes en algún momento de sus vidas se atrevieron a destacar a personas que se hayan tomado la libertad -felizmente- de denunciar, y de señalar con el dedo (y a viva voz) a quienes son promotores de un sistema de vida y financiero criminal y perverso, como lo hizo, en un Brasil racista, discriminador y gobernado por un fascismo repulsivo, la inolvidable y entrañable Marielle.

A tres años de haber entrado ella a engrosar la lista de mártires de la libertad en Latinoamérica, Leuvis, autor de una serie de materiales literalmente críticos contra la gestión de Jair Bolsponaro y del libro 'Memoria Viva' (publicado en marzo de 2020) en el que relata el caso de la concejala y feminista Marielle, le sobrevino, implacable, el castigo de los sicarios del terrorismo de Estado, del país en el que vivía, siendo que él es nacido en República Dominicana. Caminando por la zona de Tijuca, zona norte de Río, un auto se le aproximó y desde su interior, uno o dos desconocidos apuntaron con sus armas de grueso calibre -se estima pistolas 9 mm- sobre su cabeza y la región del abdomen, y abrieron fuego. En cuestión de segundos los sicarios abandonaron a su víctima caída sobre el pavimento. Se suscitó el pánico, pero igualmente se accionaron los socorros, y los primeros médicos que asistieron a Leuvis, atendiéndolo allí mismo, constataron que ya no tenía signos vitales.

De un plumazo, a puro plomo -siguiendo órdenes, obviamente- descabezaron a un luchador por la libertad y los derechos de los hombres. Ya estamos acostumbrados desgraciadamente a estos desquiciados, que desde las sombras del poder institucional y político (o criminal) ordenan a troche y moche, silenciar a los que valientemente confrontan a la criminalidad organizada y al terrorismo de Estado.

Leuvis Olivero 2

¿Quién era Leuvis Manuel Olivero? Fue un escritor autor de al menos una decena de publicaciones: entre ellas 'Cuando el odio gobernaba, la calle hablaba', en el que expone duras apreciaciones -en tono de mordaz crítica- a la gestión Bolsonaro. Residente en el Brasil, desde hace ya unos diez años, fue un tenaz y activo militante de numerosas causas sociales.

No pocas personas de su círculo de amistades y de la militancia, consultadas por la prensa local, coincidieron en afirmar: "Él estaba muy comprometido con las causas sociales y combatió el prejuicio en todas sus formas, religiosas, raciales, sociales. Era un chico positivo, un pacifista, y se involucraba mucho en las causas por las que luchaba. Fuera de su militancia, era un gran padre, estaba siempre con su hija. Un gran hombre, súper inteligente, servicial, ayudaba a todo el mundo".

Las mismas fuentes consultadas señalaron que en el libro 'Memoria Viva' sobre Marielle Franco "explora el legado de la concejala a través de las expresiones callejeras, como graffitis y pintadas”. En un tramo de su libro, Leuvis, escribió: ”Las investigaciones continúan y se acerca otro aniversario de su muerte, las preguntas permanecen, pero las calles no olvidan, y esta fusión de amor y apoyo reflejan el impacto de Marielle en esta ciudad”.

No debemos olvidar que en el atentado contra Marielle Franco, también perdió la vida su chofer, Anderson Gomes, y hasta el momento se desconocen los verdaderos motivos del doble crimen, aunque fueron imputados como autores materiales Ronnie Lessa -sargento retirado de la Policía Militar- y Elcio Queirós, otro PM retirado. Sobre los ideólogos reina la impunidad. Ideólogos, que, según allegados de la concejala, integrarían la dirigencia política brasileña.

La mano criminal, en casos en los que el activismo social sufre las consecuencias, siempre el sistema político estaría involucrado. Pasó, pasa y seguirá pasando, en tanto nosotros, como ciudadanos nos mantengamos silenciados por la comodidad social, lo individualismos y los egos, haciendo culto a la ignorancia en la que nos hallamos sumergidos, especialmente cuando la prensa es pacata, mentirosa y complaciente con el sistema, lo que es decir con el terrorismo de Estado, porque, no insistir en la agenda de las redacciones de diarios, radios, canales de televisión, y sitios web, sobre las impunidades alrededor de los asesinatos de activistas y de periodistas mismos o de escritores, es hacerle el juego a la criminalidad, instalada dentro de los estamentos estatales y paraestatales. 

La cultura de la impunidad es la cuna en la que se mecen los asesinos del poder. ¿Los asesinos (ideológicos) de figuras como Marielle Franco, y ahora como Leuvis Manuel Olivero quedarán impunes? Sinceramente, avizorar o solamente sospechar una respuesta en afirmativo, me da un asco. Un asco indescriptible. 

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*Foto de portada: jornalopcao.com

*Foto 2: amazon.com