Perdió la visión totalmente, luego que una bomba lacrimógena impactara en el centro de su cara
 
Con Antimafia Dos Mil y Our Voice habló de la extrema represión fascista en su país
 
Por María Cecilia Bartholin y Claudio Rojas, desde Chile-27 de setiembre de 2021

En el contexto de la represión a las manifestaciones sociales en Chile, iniciadas el 18 de octubre de 2019, uno de los casos más emblemáticos y simbólicos, que revelan el grado de brutalidad de un Estado represor, es sin dudas el caso de Fabiola Campillai, quien fuera herida el día 26 de noviembre de ese año, por la explosión causada por una bomba lacrimógena lanzada al centro de su cara. Ella iba caminando saliendo de su pasaje, cuando un piquete apostado unos 50 metros más allá, le disparó; iba caminando hacía el paradero, mientras esperaba un bus en San Bernardo, comuna de Santiago de Chile. Fabiola Campillai perdió la visión en ambos ojos debido al impacto de bomba percutada por Carabineros de Chile. Además de la pérdida total de su visión, resultó con secuelas neurológicas permanentes, así como la pérdida del sentido del gusto y olfato, aún después de varias operaciones y cirugías que la tuvieron al borde de la muerte.

Concertamos junto a Matías Guffanti (periodista y coordinador latinoamericano del Movimiento Cultural Internacional Our Voice) una entrevista con Fabiola Campillai para interiorizarnos de su caso.

Algunas de las cosas más relevantes que ella nos compartió al comenzar su relato nos decía que el Estado, a través de cualquiera de sus instituciones, no se había acercado a ella o a su familia, en señal de apoyo, perdón o algún tipo de reparación: “Acá en Chile no hay justicia para ninguno de nosotros, víctimas de los agentes del Estado, sea Carabineros o militares”.

Ella destacó cómo se ha dilatado el proceso judicial, de manera burda y casi deslindando en el fraude o el negacionismo, mencionando cómo se prolonga de manera absurda el período de investigación; dijo también que el oficial que le disparó (el capitán Patricio Maturana) “casual y curiosamente extravió” la cámara personal que por protocolo debe llevar cada funcionario policial, lo que evidencia una irregularidad de marca mayor, y lo más grave es que aquella irregularidad no ha recibido ningún tipo de sanción, por lo que asumimos que todo el aparato estatal la avala.

Ante las preguntas de Guffanti, ella vertió varios conceptos, que entendemos resultan muy interesantes: ante la brutal represión ella manifiesta su impotencia, y pide que esto se sepa en el extranjero, en los países vecinos, pues agrega: ”No sabemos cómo parar esto”.

A una pregunta sobre su actividad de lucha social, ella responde: “Sigo en la ayuda social, a pesar de mi estado; lo hacía antes de que dispararan y lo sigo haciendo ahora; luchamos por salud digna, educación de calidad para todos y mejores pensiones para los adultos mayores, que hoy tienen pensiones de hambre e indignas; también por mujeres solas con sus hijos”.

Una consulta sobre si espera algo de la Convención Constituyente y de su postulación al Parlamento, llevó a la siguiente respuesta: “Esperamos que salga algo bueno de allí, que por fin empezó a funcionar a pesar de las trabas y dificultades del comienzo”. “Me he convencido que hay que dar la lucha desde adentro, cambiar todo desde adentro; desde allí, buscar ayudar a los jóvenes que luchan”. Siguió diciendo: “Hay veces que perdemos la esperanza, pero seguimos adelante con mucha fuerza; esto que me pasó, me ha dado mucha fuerza para seguir luchando”. “Es un sueño grande, pero yo sé que se puede realizar”.

Le consultamos sobre la justicia y sobre lo que espera ella, o lo que sería para ella justicia: “Para mí Justicia sería que me devolvieran los ojos”, por lo que la decisión de revocar la prisión preventiva al excapitán de Carabineros Patricio Maturana, va en contra del anhelo de justicia que ha expresado ella junto a su familia. “Patricio Maturana nunca ha reconocido nada, ni pedido disculpas, ni él, ni nadie de su familia; no hay arrepentimiento de su parte”, se lamentó.

“La palabra justicia en Chile, no existe, no se conjuga, nunca va a haber justicia, pues no se me puede devolver lo que se me quitó, por tanto, yo nunca voy a tener justicia, sólo esperamos que los puedan condenar”. “Ni todo el dinero del mundo hará que seamos los mismos”.

Siguió relatando: “Tenemos que luchar para que esto no vuelva a pasar. Cuando terminó la dictadura de Pinochet se dijo -que esto no vuelva a pasar nunca más-, pero no nos dimos cuenta y ya tenemos lo mismo de nuevo”.

Un mensaje para los jóvenes le pidió Guffanti: “el mensaje es que sigan luchando; la verdad es que las luchas más importantes se han ganado en la calle; pero deben cuidarse, procurando informarse y organizarse, y que todos nos apoyemos en la lucha por las grandes demandas pendientes; pero también tenemos que ayudarlos para que ellos no sigan cayendo. No queremos que nuestros jóvenes sean mutilado”.

Grandes valores de resistencia, coherencia, coraje y perseverancia en la lucha quedaron de manifiesto en esta pequeña conversación, por parte de Fabiola Campillai.

Ojalá que pueda haber un nuevo país, refundando las instituciones con valores sólidos que vengan especialmente de los jóvenes; se vienen a nuestra mente las palabras finales de Elisa Loncón, recién elegida presidente de la Convención Constituyente: “Hoy se funda un nuevo Chile plural, plurilingüe, con todas las culturas, con todos los pueblos, con las mujeres y con los territorios, ese es nuestro sueño para escribir una nueva Constitución”.

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*Foto de portada: YouTube