Viernes 19 Abril 2024
Our Voice denuncia la trata de personas con fines de explotación sexual
 
Sandra Ferrini: “Disculpas si fui un poco grosera, pero no estoy contando un cuento de hadas"
 
Por Victoria Camboni-26 de setiembre de 2021

El título de esta nota suena algo fuerte: "Uruguay, naturalmente proxeneta". Parece una exageración, a primera vista. Pero es el desconocimiento en el que estamos inmersos, lo que nos condiciona a entenderlo de esa manera. El proxenetismo existe en nuestro país; aunque sea una realidad bastante oculta, está más presente de lo que imaginamos. Y esta condición está ligada a la trata de personas con fines de explotación sexual. Parece algo lejano, ajeno, extraño, mientras que suceda solamente en otros países, pero no en el nuestro; pero lamentablemente es algo que pasa todos los días, en todas las ciudades, en todo el territorio uruguayo. “Uruguay, naturalmente proxeneta", insisto, es una frase fuerte -y lamentablemente real-, que forma parte del reclamo que el Movimiento Cultural Internacional Our Voice realizó el pasado jueves 23 de setiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, en la Plaza del Entrevero en Montevideo. El evento, organizado por la Comisión Feminista del Movimiento en Uruguay, buscó generar conciencia sobre lo cerca que estamos de situaciones de este tipo -que no es otra cosa que una forma de esclavitud moderna-, a través de expresiones artísticas: música, artes visuales, espacio para recreación infantil y, la intervención verdaderamente estremecedora, de una sobreviviente a la trata de personas.

Uruguay es un país de origen, tránsito y destino de trata de personas. La cantidad de casos excede el real conocimiento que tenemos sobre la problemática, porque es un delito oculto, silencioso, que no se toma con la debida seriedad, y que se da principalmente a través del engaño y la manipulación. Políticos, empresarios, banqueros, y tantísimas personas de todos los estratos sociales están involucradas en este tipo de crimen, que requiere organización, logística, dinero y contactos para llevarse a cabo.

Según un informe especial de la Embajada de Estados Unidos enfocado en Uruguay, las denuncias por trata de personas en 2020 fueron 37, todas mujeres adultas, canalizadas a través de Inmujeres, programa del MIDES especializado en género. El gobierno, aunque inició 22 investigaciones ese mismo año por trata, no notificó ningún caso masculino, ni infancias, ni LGBTQI+. Tampoco consideró que los 20 casos de jóvenes afectadas por la denominada Operación Océano fueran víctimas de trata. En ese informe, también se destaca la escasa participación del Estado para prevenir, contener, asistir, recibir denuncias o proteger a las víctimas de trata. No hay ni siquiera un presupuesto volcado específicamente para articular la ley 19.643 de prevención y combate de esta perversión criminal.

Plaza del Entrevero, escenario de la denuncia de Our Voice

Una tarde cargada de emociones, tomó forma de denuncia y de llamado a la gente, a movimientos feministas, a transeúntes, a medios de prensa, a conocidos y desconocidos, para interiorizarse en el tema de la trata de personas. Así es como se expresa Our Voice, dejando el alma en cada intervención, haciendo brotar una agitación en el pecho y provocando un impacto tan grande en las entrañas que es imposible irse del lugar sin preguntarse cómo seguir después.

El evento, que comenzó a las 16 horas, fue animado por la música de Tatiana Insana, una cantante y guitarrista joven que integra el Movimiento y que en varias ocasiones ha conmovido con su música a tantas personas, a través de redes sociales o en otras intervenciones en las que Our Voice ha participado.

Pero el corazón de todo fue la intervención artística que hicieron varias integrantes de Our Voice. Es difícil describir el silencio que paralizó todo, hasta la mente, la sangre y la respiración. Una performance de cuatro minutos, que mostraba de forma artística cómo niñas y mujeres -no por casualidad, ya que representan el 94% del total de las víctimas de trata con fines de explotación sexual (*)- son expuestas a engaños, para ser finalmente sometidas, esclavizadas, vendidas y violentadas constantemente, una vez que ingresan a ese inframundo. La ilusión de alcanzar sus sueños, de verse bonitas, de ser valoradas, se ve destruida cuando aceptan en su inocencia las palabras convincentes, las ropas caras, los viajes, los paseos, las promesas de una vida mejor, hasta que de pronto, sin saber cómo o en qué momento, quedan envueltas en una vorágine de esclavitud sexual, violencia y desvalorización de la propia vida que, en los casos que salen vivas, arrastran el sufrimiento por el resto de sus vidas.

Uruguay naturalmente proxeneta

En la representación, Sofía Aquino era una niña que vivía su infancia, pero escuchaba voces que la presionaban, que la distraían, que la querían arrastrar a ese mundo de falso ensueño. Mikaela Melo representaba a la misma chica, pero en su juventud, envuelta ya, en ese mundo. Y Tatiana Insana era otra etapa de la misma mujer, muerta, quizás en vida, quizás en esa realidad. La situación de pronto arrastró hacia una gran caja donde todo parecía de ensueño. Pero en esa misma caja empezaron a entrar más chicas, jóvenes, enceguecidas, las que finalmente quedaron atrapadas.

Un grito de horror y desesperación interminable explotó desde sus gargantas, apretado durante tanto tiempo de tener que callar, ahogado por el aire viciado que respiraban en ese inframundo en el que sobrevivían. El aire se cortó, los coches y ómnibus que circulaban por la avenida principal del centro de Montevideo se detuvieron, y una sensación de espanto pintó la calle, los árboles, las paredes de los edificios, los monumentos, los bancos de la plaza, el agua de la fuente y hasta la piel de aquellas personas, que estaban presenciando ese momento. Fue indescriptible.

La escena terminó con algunas chicas saliendo, aunque no todas; las que salieron, lo hicieron arrastrándose, y finalmente, señalaron con sus miradas increparon a la gente que las rodeaba, mirando paralizada la secuencia.

Los aplausos acompañaron el abrazo que fundió en un mar de emociones a las jóvenes artistas, esta vez acompañadas por los brazos de Sandra Ferrini, una de las víctimas de trata más conocidas en Uruguay.

Imposible no llorar. Imposible respirar sin ahogarse de angustia. Imposible no querer salir a gritar y a salvar a esas niñas y mujeres que son anuladas y usadas como mercadería, que se roban sus vidas, que sufren durante tanto tiempo en el olvido y la perversión de tantas personas.

El testimonio de una sobreviviente de trata

Sandra Ferrini agradeció a las jóvenes de Our Voice por la intervención, y contó un poco sobre su propia experiencia como víctima de trata: "Muchas gracias a las chicas por haber demostrado con el arte lo que nosotros vivimos en carne propia. En los tiempos que me llevaron a mí tendría que empezar diciendo que a mí me vendieron a los ocho años. Fui vendida a diferentes vecinos de mi barrio".

Uruguay naturalmente proxeneta 6

"Esta es la hipocresía de decir, la loquita del barrio. No señora, no se visten así porque quieren. Nos visten porque nos adornan, porque después que nos penetran -yo hoy puedo decir que nos penetran, en aquel momento no lo podía decir porque no sabía lo que pasaba-, pasamos a ser las loquitas del barrio, la mercadería. Si usted tiene un negocio tiene que decorar la vitrina, ¿no? Yo era la nena más linda del barrio, la más coquetita vestida; hasta al pedófilo le gustaba".

"A los 12 años me pararon en Bulevar y Gallinal. Mis medidas eran 40, 40, 40. Me inyectaron aceite de avión. Esto me trajo una mastitis, estuve muy grave, me tuvieron que sacar los pechos. Ferrini expresó el deseo de volver a tener senos, como una reivindicación de su propia persona, sometida desde niña a ser utilizada sin su consentimiento, y reclamó al gobierno una reparación. Ustedes dirán, ¿para qué quiere unos pechos a los 60 años? Yo quiero ser mujer y el gobierno tiene la obligación de hacerme la restitución de mis derechos. Yo necesito los pechos, mis compañeras necesitan que les mejoren las caras, que las tienen quemadas con ácido".

"Nos arruinan la vida. Yo ya enterré hijos. Yo tuve ocho hijos y tuve que salir del Hospital de Clínicas caminando con los cajones en la mano. Y esto no puede pasar más".

El testimonio de Sandra enmudeció aún más a la gente, que no salía del shock. Porque sí, es un shock tremendo saber que alguien fue tan, pero tan violentada, y dicho así, en público, su testimonio te acorrala, te interpela, y deja a la luz esta realidad que exige involucrarse. Por todas las niñas que están desapareciendo, como dijo Sandra.

“Yo solo quería jugar, con esa inocencia que tenía yo, cuando me agarraron de la mano y me llevaron a la casa del vecino".

"Tenemos que unirnos, dijo, convocando a la gente que escuchaba atenta a sus palabras. Yo no les pido que llamen a la policía directamente si no se quieren involucrar, pero tenemos el *100. Tengo una asociación civil y me ocupo de esto".

La punta afilada de sus palabras fue lanzada a las autoridades: "Me mantengo solita, porque el gobierno nunca me dio nada. El gobierno no quiere que las víctimas hablen. ¿Pero saben por qué no quiere que hablemos nosotras? Porque estuvimos en la cama de gobernantes, que algunos se murieron y otros todavía quedan vivos".

"Fuimos las niñas de la bombachita rosa, fuimos las niñas de la bombachita blanca, las niñas de la bombachita celeste. Ahora estoy acá parada, ¡que me vengan a decir que me calle! Porque no me voy a callar. Ya me robaron todo lo que me podían robar. Yo estoy acá para salvar vidas. Les agradezco y les pido disculpas si fui un poco grosera, pero no estoy contando un cuento de hadas".

Cuando me refiero al gobierno, me refiero al Estado. Hay gente que trabaja en dependencias estatales que son cómplices, si les das información te dicen, deja vivir a la gente. Yo fui a denunciar a la Unidad de Víctimas y Testigos a Fiscalía. ¿Saben lo que me dijo quién me tomó la denuncia? Tenes que dejar vivir a la gente. Si estás buena te podés hacer un peso. No señora, yo no estoy buena, y nadie tiene que pasar por eso.

Uruguay naturalmente proxeneta 5

Fátima

Fátima Amaral, coordinadora de Our Voice en Uruguay, tomó la palabra con la voz temblorosa pero firme. "Esta es la realidad que se vive en nuestro país, esto es lo que nadie cuenta. Después vemos a los ministros decir que en Uruguay no existe la trata, que somos unas ridículas y unas loquitas cuando gritamos que no están perdidas y que fueron desaparecidas para ser prostituidas. Esto es lo que pasa en Uruguay, en Montevideo y en el interior de este país, masivamente. Las colectivas lo saben y se mueven, pero el gobierno sigue sin hacer nada. Las respuestas siempre son las mismas, respuestas vacías. No podemos seguir mirando para el costado y ser cómplices, porque cuando nos quedamos en silencio, cuando nos quedamos en indiferencia, somos cómplices, somos parte de ese gobierno que es responsable de cada gurisa desaparecida. Vamos a seguir gritando hasta que aparezcan y hasta que se haga justicia".

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Mikaela

Mikaela, integrante del Movimiento, habló desbordada en llanto. "Que Sandra esté acá viva es un milagro. El Movimiento creó una comisión de niñes (). Estamos acá para pronunciarnos por ellas y por ellos. Por todos los niños, por todas las niñas, por todas las adolescentes que este sistema silencia, ignora, esta sociedad los maltrata todo el tiempo, constantemente. Para nosotres ellos y ellas son nuestra prioridad. Es urgente, por favor gente, es urgente que hagamos algo ya, y paremos toda la problemática y todos los obstáculos que detienen el pleno desarrollo integral de les niñes y no les deja vivir. No les deja vivir sus infancias, no les deja ser niñes. Tienen derecho a ser niñes, ¡tienen derecho!", gritó.

"La trata de personas es la peor amenaza que pueden sufrir ellos y ellas, es la peor. Les someten a trabajos forzosos, los violan. Sí, los violan. Atentan contra su cuerpo, los venden como si fueran mercancía. No lo podemos permitir, por favor. Hagamos algo. Tenemos en nuestra mano la responsabilidad para hacerlo".

"Siempre decimos que ellos y ellas son el futuro ¿pero de qué futuro les podemos hablar hoy a ellos? La ONU este año sacó un comunicado que dijo que la trata, las mayores víctimas eran niños y niñas, y que se triplicó este año. Entonces, ¿de qué futuro les podemos hablar hoy, si acá en este país hay un proyecto de Ley que se está discutiendo sobre tenencia compartida, donde solamente les importa sus intereses. No les importa nada de les niñes ni de la vida. Van a hacer que les niñes vivan con sus propios agresores, con esos agresores que les violaron. En este país si, porque se invisibiliza todo. Constantemente. Les pido por favor que les escuchen, la palabra de les niñes es lo más importante. Que se les de espacio en el gobierno, a todas esas voces, porque es la prioridad. Por favor que se haga un cambio ya, por favor".

Tatiana

Finalmente, Tatiana tomó el micrófono y habló sobre la intervención, que dirigió y creó junto a las chicas de la Comisión Feminista: "Esta intervención está basada en los medios de captación que se utilizan con más frecuencia. Me pasó que publiqué el video de esta convocatoria en las redes, y una persona me dijo: ¿Para qué lo van a hacer? ¿Qué van a cambiar? ¿Cambian algo? ¿Cuál es la propuesta? ¿Qué quieren hacer? ¿Cómo van a parar la trata?. ¿Cómo me va a decir eso, una persona? Estamos acá para visibilizar lo que está pasando. Esto pasa todos los días, todo el tiempo. Estamos acá y está pasando, y no para de pasar, no va a parar si no visibilizamos esta situación".

"Como dijo mi compañera, como dijo Sandra; tenemos que unirnos, somos una misma cosa, un mismo pueblo. Las causas están todas unidas. Miremos más profundo; miremos el patriarcado, el capitalismo. ¿No son la misma mierda? Esta intervención quiso captar eso. Desde nenas nos dicen ojo con quien hablas, ten cuidado. Es cierto, a las niñas se las llevan, a las mujeres también".

"El método de captación más común es este, el engaño. Te venden una maravilla, un lugar donde todos tus sueños se van a cumplir. ¿Quieres ser bailarina? Yo te doy todo para que lo seas. Y al final, ¿qué tienen? La misma muerte".

"Necesitamos unirnos. Con el arte, con la manifestación. ¿Cuál es el sentido de esto? Visibilizar".

Esta intervención fue basada en la historia de Sandra, a quien tenemos el orgullo de conocer, tenemos el orgullo de escuchar su historia de cerca, todas sus malditas experiencias por estas malditas lacras. Necesitamos estar unidos, unidas. Solo el pueblo salvará al pueblo.

Como dijo Tatiana, solo nosotras y nosotros tenemos en nuestras manos el cambio, y lograr que estos crímenes dejen de ser una realidad. Entonces, ¿qué hacemos ahora?

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*Foto de portada y restantes: Antimafia y Our Voice / Romina Torres y Alina Leal

(*) Informe global de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre trata de personas con fines de explotación sexual