Jueves 28 Marzo 2024
45 años después: falta la condena de los responsables civiles
 
Por Nicolás Fernández, desde Argentina-16 de setiembre de 2021

La noche del 16 de setiembre de 1976, en Argentina, un grupo de jóvenes militantes de la unión de estudiantes secundarios (UES) y la juventud guevarista, rama juvenil del partido revolucionario de los trabajadores (PRT) fueron secuestrados por un grupo de tareas, y después se supo que eran integrantes de la policía de la provincia de Buenos Aires, perteneciente a la dictadura cívico-militar-eclesiástica-mediática-empresarial.

Es necesario que como seres miembros de una sociedad “civilizada” no olvidemos este acontecimiento que sucedió en una de las épocas más oscuras de nuestro país, de Latinoamérica y del mundo. También es relevante destacar que las mentes criminales refinadas, los autores ocultos, de la dictadura siguen impunes. Nos debemos investigaciones cada vez más profundas y serias para desentramar con qué propósito iniciaron la dictadura, porque este proceso criminal a su vez se enfrasca dentro del llamado “Plan Cóndor” (plan sistemático de dictaduras aplicadas en países de Latinoamérica por las potencias de occidente y los poderes ocultos).

Es superlativo destacar el valor que tuvieron estos jóvenes revolucionarios, que en un clima donde era común y moneda corriente salir por la mañana y no saber si se regresaba al hogar, ponerse el traje de valientes y determinantes para reclamar por una sociedad más justa, equitativa, solidaria, al fin y al cabo, una sociedad más “humana” lejos de los antivalores de las bolsas de comercio y de los sistemas financieros.

El escenario político social y económico de hoy, de los militantes-activistas, no es muy diferente al que vivieron los chicos de la “noche de los lápices”. Donde las fuerzas de seguridad siguen reprimiendo al pueblo que exige más y mejores condiciones de vida, donde los casos de gatillo fácil y de detenidos-desaparecidos se volvieron fondos de pantalla, en los medios de comunicación, que continúan invisibilizando las protestas y reclamos de los jóvenes por un ambiente más sano, y más oportunidades en la sociedad de los números y el dinero.

El mejor homenaje para recordar a los involucrados en la “noche de los lápices” es seguir honrando, y me atrevo a decir, mejorar el camino que ellos empezaron, como miembros políticamente activos; seguir desenterrando y desenmascarar el sistema criminal integrado que es el mismo del pasado.

A Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler, se los seguirá recordando, entre otros de la larga lista de compañeros desaparecidos.

Siempre con la mirada puesta en un horizonte combativo.

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*Foto de portada: visitalaplata.com