Por Jean Georges Almendras-11 de setiembre de 2021

El día 4 de setiembre de 1970 Salvador Allende gana la presidencia de Chile. Desde aquella jornada, hasta hoy, 11 de setiembre de 2021, han transcurrido 51 años, con sus días y sus noches. El día 11 de setiembre de 1973 Salvador Allende, en el golpe militar liderado por Augusto Pinochet Ugarte, es asesinado en el Palacio de La Moneda, siendo presidente constitucional de Chile, por haber sido elegido democráticamente por el pueblo. Desde aquella jornada hasta hoy, 11 de setiembre de 2021, han transcurrido 48 años, con sus días y sus noches, y sus muertos.

Eduardo Galeano, en el capítulo “4 de setiembre”, “Te doy mi palabra” de su libro “Los hijos de los días”, escribió:

En el año 1970 Salvador Allende ganó las elecciones y se consagró presidente de Chile

Y dijo:

-Voy a nacionalizar el cobre

Y dijo:

-Yo de aquí no salgo vivo

Y cumplió su palabra

Cumplió con su palabra e hizo de su compromiso una filosa espada, exclusivamente destinada a los gobiernos fascistas que sobrevendrían, atenazando a ese entrañable pueblo chileno, hasta hoy.

Hoy, recordándolo a Salvador, dentro y fuera de las fronteras de esa tierra, se nos hace un nudo en la garganta por haberlo perdido. Por haber perdido a ese hombre cuyas ideas y cuyas palabras, en cada una de sus intervenciones y en cada de uno los minutos que lo imaginamos resistiendo valerosamente puertas adentro de La Moneda, fue sembrando calma y esperanzas, a sus defensores y compas, aún bajo fuego graneado de bombas y metrallas.

Hoy, homenajeándolo a Salvador, lo imaginamos también, en el segundo mismo de que acabaran con su vida, y otra vez se nos hace un nudo en la garganta y nos lagrimean los ojos, por la impotencia ante aquel terrible trance que le tocó en suerte.

“Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron... soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que ha auto designado, más el señor Mendoza, general rastrero... que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha denominado director general de Carabineros”.

“Ante estos hechos, sólo me cabe decirles a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un trance histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser segada definitivamente”.

“Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.

Eran las 9 y 20 de la mañana de ese 11 de setiembre; era la quinta y última vez que Salvador Allende, exclusivamente por radio Magallanes (que aún no había sido silenciada por los golpistas) se dirigió a los chilenos.

“Trabajadores de mi patria: Tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición, pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo, que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!”.

“Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.

Salvador, esas no fueron tus últimas palabras. Seguiste y sigues hablando en cada uno de tus compatriotas, que desde ese 11 de setiembre hasta hoy, dieron su sangre y su vida, para resistir al tamaño crimen que los fascistas y nazis -que hoy siguen estando en el poder- asestan al pueblo chileno, ya no con el rostro de Augusto Pinochet, sino con el rostro de Sebastián Piñera.

Salvador, esa tu fortaleza, sigue intacta; en los jóvenes, en los no tan jóvenes, y en los hombres y mujeres que te sobrevivieron, algunos de ellos acompañándote en esas amargas horas, dentro de La Moneda y fuera de ella.

Hoy, sobrevuelan sobre Chile aires de resistencia, desde los diferentes puntos cardinales.

Hoy, sobrevuelan sobre Chile aires de resistencia, desde las entrañas mismas de un pueblo harto de masacres. Las masacres del fascismo vestido de democracia. De una democracia servil, criminal, autoritaria y vil.

¡Compañero Salvador Allende, dicen en Chile que se está en camino de que se abran las grandes alamedas por donde el pase el hombre, para construir una sociedad mejor!

Se está en camino. Porque de hecho todavía falta mucho trecho por recorrer. ¡Pero llegará ese día!

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*Foto de portada: chilealerta.com