La Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán ordenó el procesamiento de cuatro accionistas del ingenio azucarero La Fronterita, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la etapa militar de la dictadura argentina.
Los acusados son el presidente y tres directores de la empresa José Minetti y Cia., que explotaba en aquel presente el ingenio azucarero. Se trata de los directivos Jorge Alberto Figueroa Minetti, Eduardo Butori, Alfredo José Martínez Minetti y Fernando Cornú De Olmos quienes están acusados por ser cómplices necesarios de los delitos de violación de domicilio, privaciones ilegales de la libertad con apremios y vejaciones, violación sexual y homicidio contra 68 personas que estaban empleadas en el ingenio o vinculadas a este.
El Tribunal compuesto por los jueces Juan Carlos Reynaga, Mario Rodolfo Leal y José Camilo Quiroga Uriburu, considera que los acusados desde sus funciones cedieron espacios dentro del predio del ingenio para que las fuerzas represivas instalaran un Centro Clandestino de Detención.
En febrero de 1975, durante el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, el ejército da inicio al copamiento del territorio tucumano en virtud de la guerra antisubversiva, en lo que se conoció como Operativo Independencia. En esta primera etapa, los directivos de la empresa cedieron al ejército los espacios habitacionales destinados normalmente a los obreros de la zafra, los conventillos, para que los soldados ubicaran sus barracas. Esto implico el desplazamiento de las familias.
Superada esta primera etapa, ya oficializada la dictadura e intervenida la provincia bajo órdenes de Antonio Domingo Bussi, las tareas represivas se alinearon a las necesidades del grupo empresario. Los responsables civiles dispusieron la fabricación de más viviendas para ampliar las instalaciones de uso militar dentro del predio azucarero. Además de proveer constantemente vehículos, combustibles y otros insumos, los acusados, entregaron a los aparatos de inteligencia listas con nombres detallando tendencias políticas y sindicales de los propios empleados y allegados.
La represión y el constante hostigamiento sobre los empleados del ingenio permitió que la empresa desarrollara e implementara un modelo productivo basado en la explotación y en la precarización laboral, obteniendo artos beneficios económicos que permitieron expandir de manera acelerada la participación en el mercado de la empresa llegando incluso a absorber otros establecimientos productivos, como el ingenio Bella Vista.
Esta causa se suma a otras donde es investigada la Responsabilidad Empresarial en Delitos de Lesa Humanidad, en distintos rubros productivos, en diferentes zonas del país, pero siempre bajo una misma lógica operativa, que permiten entrever un plan sistemático de alcance regional.
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*Foto de portada: fiscalesgobar.com / Viviendas de las colonias, ahora abandonadas, en las que residían las víctimas al momento de sus secuestros