El poder hegemónico, o poder económico, es “una sombra oscura que todavía avanza sobre nosotros”, asegura Stella Calloni, famosa periodista e investigadora especializada en geopolítica y en procesos de ataque directo a la población como el Plan Cóndor en América, la operación Gladio en Europa o el propio imperialismo norteamericano, entre otros temas. Los procesos democráticos en América Latina, según plantea esta mujer, son una farsa. La telaraña de intereses que tejieron los poderes económicos en los años 60 y 70 permitió la implantación de una “limpieza” a nivel social que comenzaría contra los movimientos sociales y organizaciones políticas que emergieron del pueblo, en una época en que el descontento social se multiplicaba y hacía frente a los gobiernos de turno. Una masa crítica de ciudadanos a lo largo del continente se alzó para protestar, denunciar y movilizarse contra las desigualdades en que vivía el grueso de la sociedad. Los patrones del mundo, con Estados Unidos a la cabeza, forjaron una idea, que importaron al continente latinoamericano desde Vietnam: las desapariciones forzadas y los asesinatos clandestinos, llevados adelante por los Estados. Así, el Plan Cóndor es hijo de Gladio (una operación ideada por la CIA y la OTAN en Europa) y nieto de la guerra de Vietnam, donde Estados Unidos practicó lo que sería una política del terror, imponiendo las dictaduras de las que aún quedan resabios. Con gran conocimiento por sus investigaciones periodísticas, la escritora argentina se refirió a estos temas en un encuentro exclusivo organizado por el Movimiento Cultural Internacional Our Voice el pasado viernes 25 de junio, vía online.
El periodista y vicedirector de Our Voice, Matías Guffanti, moderó el encuentro que se extendió a lo largo de dos horas de amplia y contundente información, y contó con más de 100 espectadores de diversas partes del mundo. El análisis de una realidad concatenada, y que vincula acontecimientos, países y organismos gubernamentales y paraestatales, nos ayuda a armar con más cabalidad el puzzle de la criminalidad que atenaza al mundo entero, y que domina las políticas económicas y sociales a nivel internacional.
Stella Calloni, una mujer que conoció y entrevistó a hombres de la historia como Salvador Allende, Fidel Castro, Hugo Chávez, Yaser Arafat, Muammar Ghadaffi; que escuchó en persona la voz y la guitarra de Víctor Jara; que estuvo cerca del senador uruguayo asesinado por la dictadura Zelmar Michelini y otros intelectuales de la región, sin duda tiene mucho que contar. Su vasta obra literaria abarca la investigación periodística, artículos, libros, ensayos y hasta narraciones y poesía.
“Hice muchas investigaciones sobre América Latina y África”, recordó la escritora, una mujer comprometida con las realidades con las que fue tomando contacto a lo largo de los años. “Asumís un compromiso frente a las situaciones tan dolorosamente desiguales en las distintas partes del mundo”, dijo, con una actitud tan natural, digna de ejemplo.
Stella contó a la audiencia sobre su experiencia al conocer a Víctor Jara y a la familia de la cantora chilena Violeta Parra en la feria de la familia Parra. “Gente muy pobre se organizó en el hecho histórico de este gran desfile”, donde Víctor Jara estaba “con su guitarra cantando”, “tranquilo, sabio”; “es inolvidable”, rememoró.
La periodista argentina consideró que lo que se transmite en los medios de comunicación es “terrorismo de entretenimiento, de desinformación”, y planteó que “la desinformación es terrorismo, porque las palabras matan”. “Se está haciendo terrorismo mediático, judicial, y en la política”, dijo.
“La historia de América Latina tiene una historia riquísima de rebeliones”, se le escuchó reflexionar a Calloni con entusiasmo. Entre las referencias a las luchas históricas de América Latina, destacó el bloqueo que sufre Cuba por parte del siempre autoritario Estados Unidos. “El poder de un pueblo consciente es impactante. No hay en la historia un bloqueo tan largo ni una resistencia tan larga”, expresó, y dijo que como latinoamericanos “hay una cosa que nosotros tenemos que aceptar, que somos dependientes” de Estados Unidos; “el único país independiente es Cuba, y paga un precio altísimo”, mencionó. Aún así “es una potencia en ciencia, en educación, en cultura”.
Es que “las democracias nunca terminaron de tomar el poder”, aseguró. Y para lograr cambios sustanciales “tendríamos que tener a todo el pueblo en las calles todo el tiempo”, dijo, citando el ejemplo de Ecuador, cuando el pueblo al salir a las calles a protestar, evitó que se diera un golpe de Estado en setiembre de 2010 contra el gobierno del entonces presidente Rafael Correa.
Cuando Stella Calloni menciona a Estados Unidos, se refiere con firmeza a él como imperio: “El término es Imperio, no tengan miedo de decir esa palabra”, porque el país norteamericano domina “por la fuerza, hasta en el lenguaje, que es un lenguaje colonial para nuestros pueblos”.
Sobre el tema de la mafia y su vinculación con la criminalidad detrás del sistema legal mundial, Guffanti comentó: “En Italia el tema de la mafia es un tema central; hoy por hoy está muy latente. Una noticia que nos golpeó mucho es que el fiscal Nino Di Matteo está amenazado… En el juicio del Sistema Criminal Integrado se habla de la CIA, de la operación Gladio…”.
“El concepto de este paramilitarismo es el contacto mafioso, en la venta de armas, etc. Esto es difícil para que se entienda en estos tiempos, y difícil para explicarlo. Son clases, seminarios. Pero lo cierto es que llegamos a las dictaduras del cono sur que las impusieron desde la guerra de Vietnam, y dijeron, el Cono Sur quedará bajo dictaduras. Pero, además, como corolario de la famosa operación Cóndor… los de Gladio vinieron a ayudar a Pinochet para el nacimiento de la operación Cóndor. Chile fue la prueba de lo que iba a ser Cóndor”.
Calloni explicó: “Por eso se están instalando estos poderes mafiosos en América Latina. Cuando ellos salen de Vietnam, todo aquello que utilizaron y aprendieron de Vietnam, temible en cuanto a la violación de derechos humanos, de los derechos internacionales, lo fueron instalando en donde tenían cierto poder de manejo”. “Allá nació todo esto de las desapariciones forzadas”, agregó.
“En esa operación Gladio integraron a nazis, porque les servían como asesinos seriales. Mandaron a los asesinos de Gladio a Chile y a los terroristas cubanos de Miami, que también integraban a la CIA italiana”.
“Tenemos que empoderarnos en nuestros propios derechos, y los tenemos, pero la gente no sabe. Nuestra primera obligación es transmitirle a la gente que tiene derechos. Todos los derechos son pisoteados como si nada. Tenemos un papel importantísimo como periodistas serios”, dijo Calloni.
Es sumamente importante, hasta imprescindible, conocer los análisis y las informaciones que ha investigado la periodista a lo largo de 50 años, que ha recorrido el mundo y que nos alerta de las jugadas que hace el poder; que nos recuerda que las democracias están viciadas y nunca pudieron instalarse porque el poder económico gobierna en primera instancia; que nos insiste que el Imperio -Estados Unidos-, la CIA y la OTAN hacen y deshacen gobiernos y sociedades enteras, y forman un entramado de criminalidad que une a los continentes y los traspasa. Nos ayuda a formar una mirada más global de los asuntos locales y regionales. Porque el mundo funciona de esta manera, y porque para entender dónde están las verdaderas responsabilidades y acercarse más a la verdadera entidad del Sistema Criminal Organizado -un concepto que maneja la justicia italiana, y que engloba a un sistema ilegal paralelo al legal- tienen que haber voces como la de Stella Calloni.
Para entender la realidad, y para saber hacia dónde dirigir la mirada y la lucha.
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*Foto de portada: Our Voice