Jueves 25 Abril 2024
A un año de la desaparición y muerte de su hijo, el encubrimiento a la policía bonaerense es más que evidente
 
Por Andrés Volpe-30 de abril de 2021

En pleno confinamiento de cuarentena, hace un año atrás, Facundo Castro Astudillo salió a dedo hacia la ciudad de Bahía Blanca para ver a su exnovia, fue entonces detenido por cuatro policías en el camino, y lo último que se supo es que nunca llegó a su destino. Su cuerpo apareció el 15 de agosto en un descampado llamado Villarino Viejo. Su caso mantuvo en vilo al país. El abogado de la familia, Leandro Aparicio, en diálogo con la emisora de radio AM750 aseguró que la causa está en una "meseta", y contó que están a la espera de la resolución de la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca sobre el pedido de recusación contra la jueza Marrón, ante distintas irregularidades. Además de señalar, las responsabilidades políticas.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que interviene en su carácter de querella institucional, presentará un informe especial sobre el caso. Dicho informe cuestiona el hecho de que no hay imputados a pesar de que hubo al menos cuatro policías que reconocieron haber estado en contacto con la víctima, aportaron testimonios "inconsistentes" y también "ocultaron o borraron información".

"A un año de su desaparición seguida de muerte, la causa que tramita en la justicia federal tiene una importante cantidad de prueba testimonial y técnica que vincula a la policía bonaerense con el hecho", señaló en un comunicado la CPM.

A su vez, la CPM, al igual que la defensa de la familia Castro, consideró que la jueza federal de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, "obstruye cualquier intento por avanzar con la investigación judicial y conocer la verdad de lo que pasó" al rechazar medidas de prueba solicitadas por los fiscales y las querellas.

Ante esta situación, la CPM y Cristina Castro, denunciaron a la jueza ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño en el ejercicio de sus funciones. "No venimos aquí a exponer una denuncia a la Magistrada por el contenido de sus sentencias, sino a exhibir que en las mismas demuestra un grave desconocimiento del derecho y la vulneración del mismo de manera arbitraria, lo que culmina en un mal desempeño, por obstruir el ejercicio de derechos fundamentales", expresan las querellas en la denuncia. Por otra parte, las querellas también ampliaron la denuncia en la Procuración General al fiscal federal bahiense Ulpiano Martínez, respecto de quien consideran que "fue parte de la trama de encubrimiento e impunidad".

Por otro lado, Aparicio recordó que la misma jueza se había opuesto a un pedido de secuestro de los teléfonos de los policías involucrados en la causa. "Nosotros denunciamos a la doctora por prevaricato en el Consejo de la Magistratura", expresó.

En diálogo con el periódico Página 12 Cristina Castro expuso su sentir y su intención de seguir luchando por justicia.

"Pedía que me devuelvan a mi hijo, pero después de encontrar el cuerpo peleamos contra gigantes como un fiscal nefasto, oscuro, el mejor defensor de la policía, luego contra la jueza de la causa María Gabriela Marrón, que nos obliga a usar nuestra energía para discutir de manera infantil. Cada pericia que pedimos hay que pelearla en Cámara, decimos A y ella dice B. Los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolín están trabajando maravillosamente bien. En la causa aparecen nuevas cosas”, expresóCristina.

Tácticas de vieja data

“Durante el allanamiento en febrero al destacamento de teniente Origone, se secuestró un celular en el que hay muchas fotos, supuestamente se había caído en el inodoro pero rescataron imágenes que son de mi familia, de mis nietas, un efectivo policial no debería tener fotos de menores de edad, fotos mías en mi casa con ellas, mías trabajando. Sabía que me estaban siguiendo, pero me fotografiaron sin que yo me diera cuenta, sacaron también fotos de la casa de mi padre, la policía bonaerense con total impunidad. Es gravísimo. Después, pocas horas antes de ser sometida a una intervención quirúrgica por un problema de salud que tengo, desapareció un testigo. Mi desesperación fue total”.

Amenaza a testigos

“Los cuatro policías nombrados en la causa, porque ni siquiera están imputados, ni detenidos ni nada, presentaron un abogado al cual se le tuvo que brindar alguna información, se le dieron algunos nombres y ni bien los tuvieron empezaron a amenazar. A este testigo le dijeron que iban a matar a su hijo. El 22 de marzo desapareció mientras estábamos con el peritaje de los vehículos policiales en Bahía Blanca. Volvimos desesperados. No hubo ningún componente personal en su ausencia. Te tocan a un hijo y te salta la locura. Los que lo amenazaron sabían todo sobre él. Al abogado de los policías le paga el municipio de Villarino, es un penalista renombrado. Y eso a pesar de que la causa también va para el lado de los funcionarios municipales. Una testigo dijo que escuchó cosas que involucran al presidente del Concejo Deliberante. Se pidió su teléfono, pero esa medida la seguimos peleando con la jueza. Ella ahora pidió licencia porque dice estar estresada. Imagìnate el estrés que tengo yo encima que me mataron un hijo”.

Cuando le preguntan a Cristina, porque cree que apareció el cuerpo de Facundo su respuesta fue contundente: “Me devolvieron a Facu por la presión de la gente, de los medios, el hecho de que no me quedara callada, que me puse a pelear con quien fuera”. Y además agregó: “Aunque vi fotos que no tenían que estar en poder de la policía, a mí no me dan miedo. Les digo que no se metan con los míos porque no voy a reaccionar de la misma forma, no soy la misma Cristina a la que le desaparecieron un hijo y empezó de abajo, ahora ya sé. Facundo necesita justicia para descansar y estamos cada vez más cerca. Estoy segura que llegará el momento en que podamos decirle 'lo logramos están presos los que te mataron'. Nos falta poco. Vamos por justicia porque nosotros la verdad ya la sabemos”.

Con el apoyo de Adolfo Pérez Esquivel, las Madres de Plaza de Mayo y Sergio Maldonado, Cristina Castro va a resaltar la memoria de su hijo en diferentes eventos, en recto camino hacia la justicia, esperando que nunca más vuelvan a darse estos indignos sucesos, otros Facundos para buscar, para extrañar. Rezando para que tal vez, algún día, los dueños del dolor ajeno puedan desaparecer de las raíces de esta sociedad.

“Esto puede tocarle a cualquiera, a mí me prejuzgaron diciendo que dónde estaba cuando el chico desapareció. Nunca más le tiene que pasar esto a ninguno de nuestros pibes. Cuando te pasa algo así, no podés menos que empatizar con esos chicos que agarran de la calle, en lugar de a los reales criminales. La Bonaerense y sus jefes civiles son la herencia de la dictadura, lo peor que me tocó padecer en mi vida. Por eso, salgan a las calles, corten las rutas, acampen en las plazas, pero nunca dejen de pelear”.

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*Foto de portada: www.consecharoja.com