Martes 23 Abril 2024
 
Gustavo Gatica: en el 2019 dos balines acabaron con sus dos ojos, pero no con su lucha
 
Su historia será serie de TV para despertar conciencia internacional sobre violaciones de DDHH
 
Por Jean Georges Almendras-20 de abril de 2021
 
 
(Especialmente dedicado a los jóvenes del Movimiento Cultural Internacional Our Voice)

Las historias dramáticas de ojos vaciados por las balas de los represores chilenos en las manifestaciones de resistencia de los jóvenes en las calles de Santiago de Chile y ciudades del interior del país me han conmovido desde el comienzo de las marchas del pasado 2019. Los vaciamientos de ojos que han indignado al mundo. Esas situaciones que para el gobierno chileno han sido moneda corriente, porque la fuerza bruta ha sido (y sigue siendo) su instrumento de presencia y de acción más predilecto. Pero esa perseverancia y ese tesón para avasallar a los jóvenes de forma tan alevosa ha tenido sus consecuencias, sus efectos: por un lado, la pérdida de la visión parcial de muchos jóvenes y la ceguera total en Gustavo Gatica, estudiante de psicología de 23 años de edad; y por el otro, una respuesta masiva a esa despreciable violencia estatal. Una respuesta inmediata en enérgico tono de protesta, con aires de lucha y con fuerza de inclaudicable resistencia. La resistencia de una generación que no conoce, ni de frenos, ni de diplomacias ni de miedos. Porque los ojos perdidos, fueron y son los ojos de la resistencia.

El caso de Gustavo Gatica se hizo mediático, desde el momento mismo de los hechos: el día 8 de noviembre de 2019. Los diarios chilenos y las agencias de noticias informaron que un agente policial le disparó a la cara dos balines a pocos metros de distancia, en una calle de la capital chilena donde se vivían dramáticas movilizaciones, en el marco de una de las mayores crisis en Chile, desde el fin de la dictadura pinochetista.

Mientras a nivel local y mundial la noticia de lo acontecido con el joven causaba estupor, en el seno de la familia de Gustavo, el daño fue notoriamente mayor. La familia y el joven estudiante mismo, se vieron sumergidos (sorpresivamente) en una espiral de dolor, precisamente cuando se venían recuperando del fallecimiento de una hija, debido a una grave enfermedad. A esa tragedia sobrevino este otro drama. Un drama causado por el autoritarismo más despiadado y de alcance masivo, porque además de Gustavo, los balines de las armas largas de los represores de Piñera, habían dejado en el 2019 y en 2020, un saldo estremecedor, por donde se lo mire: 400 afectados por traumas oculares.

Seguramente en filas de los represores, frente a estos repulsivos resultados de su accionar callejero, la sensibilidad estuvo ausente, porque muy poco les importó saber detalles de las vidas y de las familias que ellos destruyeron, y a las que sumieron en dolores y múltiples sufrimientos, en el nombre de las instituciones, del orden público ciudadano, de la seguridad nacional, y del Estado. Y obviamente, esas historias de balines destrozando ojos, poco les importó (como también poco les importa ahora mismo) porque el manto de la impunidad, los alcanzó (y sigue alcanzando) religiosamente.

Gustavo Gatica, es un caso. Uno más de tantos. Uno que fue emblemático y quizás por haber sido calificado como tal, despertó iniciativas de realización televisiva a la productora mexicana BTF Media, que se hará cargo de rodar una serie tratando sobre el caso del joven junto a su familia, porque la pesadilla no fue de exclusividad suya. Toda su familia, desde el instante mismo del ataque, vivió el horror, vivió la rabia y vivió la impotencia, frente a un hecho cargado de maldad y de autoritarismo. El productor y director es Hernán Caffiero, y la serie, según lo que se ha dado a conocer hasta el momento, se titulará “El Estallido”.

“Gustavo es una persona a quien le tocó vivir un hecho muy brutal, pero gracias a la impronta familiar, lo asumió de una forma que ninguno de nosotros lo hubiésemos asumido, abstrayéndose de cualquier tipo de odio, de rabia”, ha dicho Caffiero al periodismo, agregando que Gustavo se ha transformado en un “ícono nacional” y que, según se ha podido percibir, la serie que se está por rodar “buscará contribuir a la búsqueda de justicia”.

Regalare mis ojos para que la gente despierte 2

Serán seis capítulos, los que habrán de ser exhibidos a nivel local y mundial, estimándose que la producción, incomodará a las autoridades chilenas y que Gatica será el protagonista. El realizador Cafiero ha explicado que los artistas “tienen que hacerse responsables del momento histórico en el que habitan”, informando también que “el hermano mayor de Gustavo Gatica, Enrique, será el narrador de la serie que combinara el caso del estudiante con la historia reciente de Chile, con académicos y expertos explicando en cámara las circunstancias que llevaron el estallido social de octubre del 2019”.

Pero, mucho más allá del ya inevitable éxito militante de la serie, la que por otra parte derrumbará estructuras y esquemas de la sociedad chilena, penetrándola en su lado más oscuro con posterioridad a los años de la dictadura de Pinochet, es decir, en plena democracia y con un gobierno constitucionalmente “perverso” y “represor” (a juzgar por los hechos visibles) hay una reflexión del joven Gustavo Gatica, que nos da de bruces con una verdad, que desde muchos sitiales fue apartado a un costado, desde el poder, cínicamente.

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“Hay una falta de condena mundial. Tal vez, si se hubieran pronunciado más fuerte organismos extranjeros, las cosas no hubieran sido así”, dijo Gatica a la agencia EFE, lamentando el escaso repudio de otros gobiernos regionales, frente a las brutalidades cometidas por las “autoridades” chilenas, que de autoridades no tienen nada, porque con su comportamiento, no han hecho más que mancillar el concepto de autoridad, ya desde el mismo instante en que no se respetaron los derechos individuales más elementales, convirtiendo las calles de Chile en un escenario de violencia estatal, literalmente criminal.

“Mi objetivo es exponer lo que pasó aquí y que se haga justicia desde afuera. Lo he hablado con muchos sobrevivientes de la revuelta y nos gustaría que hubiera un juicio internacional y que el (presidente Sebastián) Piñera quede preso”.

A propósito, es oportuno consignar que la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el pasado nueve de abril la prisión preventiva del exteniente Coronel de Carabineros Claudio Crespo, sindicado como el autor de los disparos que dejaron ciego a Gustavo Gatica, basando su decisión en la “necesidad de procurar la seguridad de la víctima y/o de la sociedad toda, de suprimir un eventual peligro de fuga y, también, alguna perturbación cierta al éxito de alguna determinada actuación investigativa”.

También debemos puntualizar que además de Gustavo Gatica, que perdió la vista totalmente, hay otra persona en situación similar. Estamos hablando de Fabiola Campillai, de 36 años, que en una movilización callejera, fuerzas represivas arrojaron sobre ella una bomba de gas lacrimógeno, cuando esperaba el colectivo para dirigirse al turno nocturno de su trabajo en la capital chilena.

La sumatoria de casos de violencia estatal en Chile, hace, que toda esta andanada de vaciamientos de ojos, se transforme en una suerte de resistencia. Una resistencia que se ha impuesto dentro de las fronteras chilenas, dramáticamente. Pero es resistencia al fin. Es resistencia en el dolor y en el sufrimiento, para la denuncia. Para la denuncia local, regional e internacional.

Bienvenida la serie “Estallido”, porque ya hace a la historia de la resistencia en Chile. La resistencia como debe ser: plena de libertad, sin pelos en la lengua y para crear consciencia de que la dictadura pinochetista sigue cobrando víctimas, descaradamente, y bajo un manto democrático que se torna turbio, falso, insidioso, nefasto y absolutamente criminal.

Gustavo Gatica, tus ojos son los ojos de la resistencia chilena y sudamericana, cuya visibilización, ahora mismo tiene alcances inimaginables, pero luego, durante la exhibición de la serie, abrazará niveles mucho mayores.

Será revolucionaria y abrirá cabezas y corazones, pero por sobre todo se multiplicará a pasos agigantados, lo que ya es habitual, cuando de luchas de jóvenes se trata, hoy por hoy.

Porque los jóvenes no esperan: actúan, sin perder horizontes ni dejarse dominar por los miedos.

Y tanto actúan, que Gustavo Gatica personalmente, y así lo consignan los diarios chilenos y las agencias de noticias, que, durante su primera tarde en el hospital en noviembre del 2019, recuperándose a distancia de extraños y de medios de prensa (y de fuerzas de “seguridad”), rodeado de sus seres queridos, envió un mensaje al pueblo chileno a través de su madre.

Un mensaje que con celeridad increíble se hizo viral, y muy pronto fue leído colgado en pasacalles, o pintado en muros y paredes de Santiago. Un mensaje conmovedor que fue y es título de una canción pop de un reconocido músico chileno, cuya presencia y su compromiso me recuerda al ya mítico Victor Jara, también chileno.

Un mensaje directo. Un mensaje profundo y agudo, y aunque dramático, esperanzador en su forma y en su esencia: “...regalaré mis ojos para que la gente despierte”.

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*Foto de portada: www.melmostrador.com

*Foto 2: www.noticiasimportantes.com

*Foto 3: www.radiouniversidaddechile.com

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