Jueves 28 Marzo 2024
Se llama Freedom Astorga, está preso en Antofagasta desde diciembre de 2019

Por Claudio Rojas, desde Chile-6 de abril de 2021

Veintiocho días en huelga de hambre completó este viernes Freedom Astorga, uno de los ocho imputados por el ataque y robo que sufrió un carabinero de civil y familiares en una barricada, en el marco del estallido social, en diciembre de 2019 en Antofagasta.

Freedom Astorga, preso político de 20 años de edad, en prisión preventiva desde hace más de un año en la cárcel de Nudo Uribe en Antofagasta (Chile), se cosió los labios y empezó una huelga de hambre el pasado 5 de marzo de 2021 para gritar su inocencia y pedir que el tribunal de garantía acceda a su pedido de cambio de medida cautelar.

"Les ruego que tomen en cuenta mi caso. Pido que me cambien la medida cautelar, ya que en este año que llevo preso, no hay pruebas en mi contra", señala.

Astorga fue detenido el 27 de marzo de 2020 en la calle por la Policía de Investigaciones (PDI). La acusación se basa únicamente en la declaración de un testigo anónimo que dice haberlo visto en el lugar. No hay pruebas evidentes, incluso se puede comprobar que estaba con sus amigos en otro lado. El 30 de diciembre del 2019, un Carabinero en estado de ebriedad intentó atropellar a manifestantes. Cuando el vehículo se detuvo, en una confusa situación, se le extrajo la pistola de servicio al policía. Tres meses después, Astorga fue detenido por la PDI, acusado de robo con violencia. Luego fue interrogado por seis policías, quienes lo obligaron a firmar una falsa declaración bajo los efectos de una tortura que duró más de 20 minutos. Se presentó una querella contra los funcionarios de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Antofagasta. La tortura sufrida por Astorga, quien presentaba signos de asfixia, fue constatada por un testigo y un abogado del Instituto de Derechos Humanos, quienes vieron a Freedom Astorga el día de su arresto en el cuartel de la PDI.

Declaración de Freedom Astorga: “No me dejaban leer la declaración, sólo me decían que la firmara a lo cual me negué categóricamente”. Al momento señala “en presencia de todos los funcionarios que me interrogaban, aparece una persona por detrás mío y me pone una bolsa de basura en la cabeza y la tiraba para atrás apretándola con mi cuello. Perdí el conocimiento en dos oportunidades. Al mismo tiempo, otro me pegaba cachetadas en la cara. A los pocos segundos me sacaban la bolsa de basura negra y me preguntaban nuevamente si iba a firmar la declaración, a lo cual me negaba. Entonces volvían a ponerme la bolsa de basura en la cabeza. Fueron aproximadamente 20 minutos que calculo duró esta tortura”.

Su calvario continuó y continúa durante su encarcelamiento en prisión preventiva. Las condiciones carcelarias en Chile son espantosas (hacinamiento, malos tratos de parte de los gendarmes, sin acceso al agua potable, a lo cual se suma el riesgo de contagio de Covid-19). Es este conjunto de insoportables condiciones, lo que lleva a Freedom a recurrir a medidas extremas, cosiéndose los labios al inicio de su huelga de hambre. Ha perdido ya 8 kilos. Al cabo de casi un mes, los informes de gendarmería revelan que no ha recibido la atención médica prevista por los reglamentos de derechos humanos. Su derecho, como detenido, de protección a la integridad física, ha sido violado. Freedom ha sido golpeado y gaseado en su celda. Todas sus cartas enviadas a autoridades judiciales han quedado sin respuesta hasta el día de hoy. Esta situación no es única, se repite en varias cárceles chilenas: otros internos están en este momento en huelga de hambre por los mismos motivos.

En cuanto a la situación procesal de Astorga, José Troncoso, vocero de la Fiscalía Regional de Antofagasta, señaló que se "presentó una acusación en contra de ocho coimputados por diferentes delitos, que van desde homicidio frustrado hasta el porte ilegal de armas y, en el caso concreto del imputado, éste fue acusado por robo con violencia y se ha solicitado una pena de 10 años y un día y tres años y un día por el delito de porte de arma de fuego".

Troncoso agregó que "contra el imputado concurre una agravante, puesto que ambos hechos fueron cometidos en el contexto de conmoción pública y el imputado no goza de irreprochable conducta anterior, por cuanto en su extracto de filiación constan sumado a esto siete condenas previas por diversos delitos de robo".

Para el cura jesuita Felipe Berríos, Freedom Astorga "representa a muchos jóvenes que en Chile están desesperados porque están en prisión preventiva, pero no los juzgan porque las pruebas son muy débiles, entonces les postergan hasta que los chiquillos se desesperan; algunos han debido declararse culpables y otros esperan el juicio, con el miedo que vuelva a ser postergado y los días en la cárcel se extiendan".

Cabe recalcar que en Chile la utilización de la prisión preventiva como castigo anticipado, la vulneración del derecho a la presunción de inocencia, el aplazamiento de los juicios, los malos tratos, la tortura, la ausencia de atención médica, son los ingredientes del actual paisaje judicial y policial del Oasis Chileno, que al fin y al cabo sigue utilizando herramientas tristemente famosas de tiempos no remotos.

Hacemos un llamado a la Opinión Internacional y a las Instituciones Internacionales para que exijan el respeto de los DDHH en Chile, denuncien las violaciones de DDHH e intervengan con el fin de que el gobierno acceda a las demandas que han motivado esta huelga de hambre. Exigimos que Freedom Astorga sea protegido por el Estado chileno, como lo estipulan los tratados internacionales firmados por Chile.

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*Foto de portada: www.lavozdelosquesobran.com

*Foto 2: www.lavozdelosquesobran.com