Martes 16 Abril 2024
Sobre la posible (y necesaria) absolución de Mariana Gómez

Por Malena Sánchez desde Argentina-10 de marzo de 2021

Mariana Gómez fue detenida por la policía en Constitución, en el año 2019, por besarse con su pareja, también mujer, Rocío Girat. Con la excusa de increparla por fumar, comenzaron a referirse a ella como “pibe”, imponiéndole que apague el cigarrillo. Pese a que el lugar era semi abierto y no había carteles que indiquen la prohibición de fumar, Mariana lo apagó y se quiso ir. En ese momento es cuando, según los testigos, uno de los uniformados se pone delante de ella y comienzan a discutir. Él, Jonatan Maximiliano Rojo, quiere detenerla, aun tratándola despectivamente y como “pibe”, poniéndole la mano en el pecho y sabiendo que otras personas también estaban fumando. Luego de ese encuentro, ella es arrestada y condenada a un año de prisión por resistencia a la autoridad y lesiones leves contra dos efectivos de la Policía de la Ciudad. Esto hace referencia a un supuesto ataque contra una policía, donde Gómez le habría tirado el pelo (algo que la acusada dijo fue para no caerse y la policía “atacada” respaldó, diciendo que no puede decir que eso haya sido un ataque).

Hoy, la causa sigue. A principios de junio comenzó el juicio oral y público, y hace unos días se realizó la audiencia ante la Cámara Nacional de Casación Penal. La defensa de Mariana Gómez pide su absolución, y allí expuso los argumentos para ello. Teszkiewicz, abogado defensor de Mariana, dijo entre otras cosas que “No hubo resistencia a la autoridad en tanto Mariana quiere retirarse del lugar y la orden (de su detención) fue ilegítima porque ella tenía derecho a irse y no había razones para que el policía se lo impidiera diciéndole 'pibe, quedate que vas a ser detenido'. De hecho, la normativa prevé como soluciones posibles para ese evento, que la persona apague el cigarrillo o se vaya. Casación debe decidir si revoca o confirma la condena, o resuelve que hay que condenar de otra manera", explicó Teszkiewicz.

Claramente estamos frente a un acto de discriminación, comenzado por la policía y hoy mantenido por la Justicia. Estas fuerzas represivas que abusan de su poder y todos los días nos violentan se tienen que terminar. Se tiene que terminar la criminalización y la discriminación cotidiana hacia las disidencias sexuales, hacia las lesbianas, bisexuales, trans, travestis, gays, no binaries y sobre todos los grupos oprimidos en general.

Seguimos viviendo bajo un régimen heteronormativo, y las cifran lo demuestran: en 2020 se registraron 152 crímenes de odio, es decir, crímenes hacia personas por su orientación o identidad sexual. La falta de ESI, la casi inexistencia de disidencias en los medios, en el cine, el rol de la Iglesia que propaga la heterosexualidad como única orientación sexual válida y demás cuestiones son las que perpetúan la exclusión y violencia sobre las personas no heterosexuales.

El caso de Mariana Gómez muestra, por un lado, los valores de una sociedad conservadora que prohíbe desear y amar en libertad; y, por otro lado, un sistema que, con sus instituciones, como la Justicia o la policía, sigue marginándonos todos los días, violentándonos por ser.

¡Absolución ya para Mariana Gómez!

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*Foto de portada: www.notifecom.com / Mariana Gómez y su pareja Rocío Girat