Bailarina denuncia acoso y discriminación por su color de piel

Por Victoria Camboni-23 de enero de 2021

"Una negra en una compañía de ballet no es estético ni homogéneo"; “cuando no estás en la fila, solo se te ve a tí porque eres negra”. Expresiones como estas tuvo que soportar Chloé Lopes por el color de su piel en el famoso y elitista cuerpo de Ballet de Berlín, donde se desempeña como bailarina. La francesa de 29 años denunció que una profesora de la institución la acosó de forma discriminatoria reiteradamente.

La bailarina recordó una ocasión en la que iban a interpretar “El baile de los cisnes”. Luego de algunos meses de frenar su actividad por una lesión en el pie, Lopes regresó a las tablas. Para ese entonces la profesora, que había dirigido la obra en conjunto con otro docente que no era afín a sus prácticas racistas, quedó con la dirección exclusiva tras la renuncia de su colega. Durante los preparativos de la obra, la docente le exigió a Chloé que usara maquillaje para blanquearse la piel. Esta fue una de las situaciones que tuvo que enfrentar, y por la que reflexionó más tarde: “blanquear mi piel era como renunciar a mi identidad”.

Y a pesar de ser una bailarina con experiencia en la Ópera de Niza y del Béjart Ballet de Lausana, recibió desde el principio todas las críticas de parte de la educadora. "Éramos seis nuevas pero todas las correcciones iban dirigidas hacia mí", agregó. El relato fue confirmado por algunas de sus compañeras, que prefirieron guardar su identidad.

La joven reveló que en otra ocasión, en la que el grupo se encontraba preparando una escena de La Bayadera, la profesora se acercó a repartir un velo blanco para cada bailarín, y al llegar al lugar donde estaba Lopes le dijo, evitándola: “Me niego a dártelo porque este velo es blanco y tú eres negra”.

El caso de la bailarina francesa, que comenzó en 2018 al ingresar al cuerpo de Ballet, derivó en una investigación interna. "Por nuestra diversidad simplemente no pensábamos que pudiéramos vernos afectados por el racismo en el día a día. De hecho nunca pensamos en ello. Pero nos equivocamos", admitió Christiane Theobald, directora interina de la institución, que emplea a personas de más de 30 nacionalidades diferentes.

"Todos los empleados pueden señalar de forma anónima todos los hechos de discriminación", agregó Theobald. Pero a pesar de la resolución y de las palabras de “apoyo”, Chloé tendrá que dejar el cuerpo de ballet porque luego de visibilizar la situación, le anunciaron que no le renovarán el contrato. Mientras tanto, la acosadora guarda silencio, y la dirección mantiene en reserva cuáles serán las medidas que tomarán con la docente, si es que las toman.

Pero lamentablemente esta situación no se limita al caso particular. Lopes recordó otras situaciones de discriminación que se viven en el mundo del ballet, “elitista y cerrado”, según sus propias palabras. "No conozco ni a uno que no haya tenido que aguantar comentarios racistas como: 'Debes alisarte el cabello porque tienes una melena leonina, tienes que meter para dentro tu trasero de negra, saltas como Kirikou (niño africano que aparece en una película de dibujos animados)". También recordó que desde que comenzó su carrera como bailarina de ballet "nunca tenían maquillaje adaptado para mi tono de piel, tenía que traer el mío. También era la única que tenía que crear mis peinados" porque a las peluqueras "no les gusta el cabello ensortijado".

"Estoy cansada de escuchar que no se puede contratar a negros porque no tienen los cuerpos para la danza clásica. Es sólo un pretexto", aseguró.

Chloé Lopes quiere que se visibilice este problema que conoce de toda su vida. Pero no es la única que lo sufre. Otros bailarines apoyan la misma causa, como es el caso de los integrantes de la Ópera de París, donde también baila Isaac Lopes Gomes, su hermano.

Cuántos grupos elitistas como este seguirán manteniendo estas prácticas de odio e ignorancia, que llevan a considerar a las personas inferiores por tener características que no las identifican con la raza blanca y las conservadoras costumbres europeas.

Esa cultura terrible que instalaron los poderes hegemónicos y que extendieron a lo largo del mundo como un manto de horror, atravesó siglos y continentes, y aunque las nuevas generaciones no puedan creer, increiblemente hoy, en el siglo del “progreso”, seguimos viendo. El racismo es una forma de perpetuar el poder de un sistema caduco.

Ojalá Chloé, su hermano y tantas otras personas racializadas que luchan para erradicar las diferencias que solo crean odio y guerra, sigan alzando la voz, cada vez con más fuerza.

Para que llegue un día que nadie más tenga que sufrir por ser.

---------------

*Foto de portada: www.pagina12.com