Lunes 17 Noviembre 2025
Un viaje a una sudamérica en Resistencia
La lucha por Palestina, la lucha por los DDHH , la lucha contra la mafia

Sumergido literalmente en las entrañas mismas de casi medio de millón de personas ocupando a viva y estrepitosa voz, la Plaza de Mayo -de cara a la Casa Rosada, reducto de Javier Milei- en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el pasado 24 de marzo, la espigada figura de mi amigo y colega Karim el Sadi, sobresalía en torno al área destinado a la prensa, junto al escenario central del amplio espacio público. Karim, periodista y activista, hijo de padre palestino y madre italiana participa como uno más, de la masiva movilizacion del día por la Memoria, Verdad y Justicia en reclamo de justicia, por los 30.000 desaparecidos, porque es además la fecha en la que -en el año 1976- se diera inicio la dictadura militar-empresarial y eclesiástica, en la Argentina, que hizo parte del Plan Cóndor. Karim, en su primera visita a Sudamérica, en esa plaza histórica e hipersaturada de personas (de combatientes), está junto a mí, y a otros colegas de los medios argentinos, y a los jóvenes del Movimiento Voces Insurgentes (OV). Su sed de justicia se refleja nítidamente en su semblante. Lo percibo consustanciado con la movilización, y con esa vivencia. Días después me confesaría, que para él fue una gran experiencia. En efecto, Karim no tuvo una mayor fortuna en su vida de periodista, que haber tenido la oportunidad de viajar a la Argentina y al Uruguay, y vibrar (con toda su alma) una militancia fuerte e intensa, gracias al proyecto Pangea, merced a los buenos oficios de Voces Insurgentes, Movimiento del que también hace parte en Italia donde además es periodista del sitio de crónica judicial, especializado en denunciar a la mafia, Antimafia Duemila, donde suma a sus responsabilidades cotidianas, escritos y artículos sobre causas de Derechos Humanos, de tiempos de dictadura en Sudamérica y obviamente, sobre la lucha por la causa Palestina.

Es que Karim, la resistencia al repulsivo genocidio que se comete hoy contra el pueblo palestino, del que formaban parte sus antepasados, la lleva en su sangre. La vive a flor de su piel, tal como la vive su hermano Jamil, que es periodista y activista como él, y que esta vez no lo pudo acompañar en su cruce del Atlántico.

Karim y su hermano no han nacido ni en Cisjordania, ni en la franja de Gaza, han nacido en Italia: son italo-palestinos. Pero Karim ha dicho más de una vez, en actividades que participó en Montevideo y en diálogo con el periodismo uruguayo, que tanto su hermano como él saben perfectamente lo que ocurrió en el Medio Oriente, desde hace muchas décadas, y no desde el 7 de octubre de hace más de 365 días, como dice la narración sionista. Ambos, que muchas veces para estar con parientes han viajado juntos a Palestina -hoy devastada, arrazada, saqueada, ultrajada- han oído de sus abuelos paternos y de sus primos, y de otros familiares palestinos, una abundante narrativa (testimonial, a raja tabla) de sufrimientos y de muerte (dentro de un contexto de criminal apartheid recurrente y oprobioso, de cuño siempre sionista y estadounidense). Han oído de padecimientos cruentos que por años se encuentran allí instalados, atenazando el alma de ese pueblo de naturaleza maravillosa, de pasado honroso y de una cultura antiquísima y rica en esplendor. Un pueblo que hoy los poderosos de la comunidad internacional -burdos lisonjeros del sionismo internacional- obscenamente se empeñan, con su indiferencia, negligencia y complicidad, en contribuir a hacerlo desaparecer a la vista pública, justificando la masacre con argumentos que atentan groseramente a la inteligencia humana. Justificando lo injustificable, con la hipocresía más descarada que se puede uno imaginar, solo por conveniencia, solo por interés. Esa conveniencia que da las espaldas a las horrendas cifras de fallecidos; cifras que ya el mundo entero conoce en demasía, pero que igual las deja pasar, como si nada estuviera ocurriendo; cifras que ratifican el genocidio, lisa y llanamente, sin eufemismos.

Karim El Sadi, un periodista más dentro de ese maremagnum de clamor de justicia, que desde hace 49 años se hace sentir a los cuatro puntos cardinales -no en silencio como se estila en Uruguay, y por la misma causa- no da crédito a sus ojos, estar en Plaza de Mavo, viviendo esa jornada, en lo más íntimo, con inconfundible intensidad, y seguramente acordándose de la lucha por el pueblo palestino que hace en Italia , junto a su hermano, y a otros activistas, y a sus parientes, que no tuvieron otra alternativa de quedarse en el centro mismo del aquelarre (del exterminio) provocado por el sionismo; me supongo, acordándose también, no solo del activista palestino italiano Vittorio Arrigoni (que fuera asesinado en aquellas tierras del Medio Oriente -en el 2011- por sicarios salafistas-extremistas, obviamente bajo el mando ideológico de la mano intrigante del sionismo estadounidenses), sino además de Ahed Tamimi, aquella joven que años atrás siendo aún una niña se enfrentó valientemente a las fuerzas de ocupación del Estado de Israel, y a la que llegó a conocer junto a su hermano en ocasión de una cobertura periodística para Antimafia Duemila. Estoy seguro, y me consta, que mientras Karim se siente parte activa de una masiva expresión del pueblo argentino, no deja en el olvido otras luchas con las que también está sumamente comprometdo: la lucha contra la mafia en Italia; la lucha por la memoria de las víctimas de la mafia; la lucha por los pueblos originarios; la lucha por la memoria de los desaparecidos en América Latina.

Con todo ese bagaje de vivencias en Plaza de Mayo, que incluyeron en la previa contactos con grupos de Derechos Humanos, una visita a la Esma y a otros centros clandestinos de detención de los días de la bota militar argentina, y un muy elocuente y más que significativo encuentro, la noche anterior al 24M, en el Centro Cultural Pompeya, compartiendo una actividad propia de senti-pensantes (como definiría el grande Eduardo Galeano) y revolucionarios, con referentes de pueblos originarios argentinos, colectivos feministas , históricos abogados referentes de la Gremial de Abogados y Abogadas Argentinos, y dos lideresas más que históricas de luchas sociales y por la libertad, como son la argentina Claudia Korol y la indígena maya de los pueblos K’iche de Guatemala Aura Lolita Chávez, y muchos jóvenes italianos, argentinos, uruguayos y paraguayos, de Voces Insurgentes, Karim vivió su paso por la Argentina.

Sin pelos en la lengua

Ya en Montevideo, Karim no pudo evitar que las vivencias y las fuertes emociones se le multiplicaran: diversidad de encuentros con el periodismo uruguayo de alternativa, militante; y en definitiva días de fuerte y más que comprometida convivencia con sus compañeros de lucha de Voces Insurgentes, comprendiendo -más bien, asimilando con todos sus sentidos- el significado y la razón de su paso por tierras del Río de la Plata. El significado de la lucha social, por sí misma; el significado del sabor amargo de los sacrificios de esa lucha y de los embates más inimaginables que nunca están ausentes , lanzados como dardos envenenados, desde filas de quienes viven encapsulados por el individualismo, el egoismo y las mezquindades más sombrías, haciendo parte de una humanidad, cada día más sorda, ciega y ausente de lo que acontece en su entorno.

Pero el mayor de los compromisos para Karim , como activista por la causa Palestina, fue ser pieza fundamental de un conversatorio convocado por Voces Insurgentes en su espacio de la Ciudad Vieja de Montevideo, capital de Uruguay. Ante una nutrida concurrencia su elocuente testimonio estuvo secundado por las palabras militantes de la periodista Maria Landi y de la observadora internacional Ana López, evento moderado por Sonia Tabita Bongiovanni, cuyo aporte por ser precisamente la fundadora de Voces, fue más que propicio dado que al encuentro -que contó en su apertura con una parte poética con el sello palestino, en la voz de tres actrices de la Sociedad Uruguaya de Actores y Actrices (SUA), y en su epílogo con una espléndida parte artística y la degustación de gastronomía palestina elaborada por el propio Karim- le brindó la impronta de su juventud y de su talento, especialmente como coordinadora del evento, siendo ella una actriz y directora teatral de sólida trayectoria militante pro palestina, dentro del Uruguay y en Italia.

Sin pelos en la lengua Karim describió la realidad palestina del ayer, del hoy y del futuro, constituyéndose él mismo en un testimonio más que contundente; sus palabras no fueron más que alegatos, que trasmitidos a la platea -que las siguió atentamente uno tras otro- ensamblaron magistralmente un tejido de información, como para que cada uno de los allí presentes no pudiese jamas decir desconocer lo que venía ocurriendo y lo que hoy acontece en Palestina y por qué.

Todas y cada una de las explicaciones, apreciaciones y calificativos apelados por Karim, para definir y describir al nazisionismo predador de vidas y esperanzas hoy en curso en Gaza y en Cisjordania, fueron una suerte de puras verdades, que no fueron lanzadas allí al azar, porque se tratan de verdades comprobables irremediablemente, a la vuelta de la esquina en cualquier celular o en las redes sociales; verdades,claro está y como no podía ser de otra manera, entremescladas con las mentiras pululando en los medios de comunicación del mundo, que se afanan por ser alcahuetes del sionismo o de un sistema funcional a él.

Entonces, fue así que aquella noche del pasado 4 de abril, Karim El Sadi dijo sin hipocresías, por ejemplo: “Siempre somos censurados, criminalizados, no tenemos derecho de hacer nada, ni de existir, a los ojos de los sionistas; no nos reconocen como pueblo; si salimos a la calle con la bandera palestina somos detenidos. Es una locura ¿Por qué somos detenidos si Palestinas está reconocida en la ONU?. Es algo totalmente ilógico. Está pasando una limpieza étnica. El proyecto sionista es de echar a todos los palestinos, que no se quede uno solo, para que vivan ahí gentes de afuera. Si se mueren los palestinos a nadie le importa eso. No les importa nada. Si no estamos, mejor. Es así. Esta es la cara más pura, más limpia, del sionismo”.

Sinceridad mediante

Epilogando su paso -firme y ufano- por Montevideo, una tarde almorzamos juntos en una artesanal pescadería a orillas del Rio de la Plata, cercana a la zona de Punta Gorda, y con la espontaneidad propia de una charla de amigos y colegas, Karim me saltó a la cara con algunas de sus sinceras devoluciones, a tanto trajín de emociones en todo lo que demandó su estadía, por su Sudamérica en resistencia, casi una veintenas de días (aunque claramente no dejó de confideciarme algo ya recurrente en él “poder llegar un día al Brasil, que allí también hay mucho por hacer”.

Sin dejar de mirar el horizonte, donde el rÍo se sacude distante, Karim no puede evitar recordar a los pescadores de su tierra, explicándome que con el régimen sionista ellos no pueden ni siquiera pescar, porque solo atreverse a ganar el mar los expone a ser muertos bajo fuego de la metralla de las militares apostados en las lanchas que patrullan la costa día y noche porque los sionistas, también, son dueños del mar, obviamente.

“Mira Georges debo hablarte con sinceridad, la lucha en Uruguay es muy diferente a la de Argentina, en materia de derechos humanos; en Uruguay se vive una lucha con más comodidades si se quiere. Acá hay muchas injusticias también y mucha pobreza. No es tan grave el panorama acá, al punto que la gente poco sale a las calles, en cambio en Argentina la situación es muy , pero muy grave. En Uruguay parece que a la gente le falta fuerza, ese convencimiento de poder conseguir derechos luchando. Además me dijeron que el día de la Memoria (se refiere a la marcha del 20 de mayo de cada año) es un día del silencio, una marcha pero en silencio; algo totalmente opuesto a lo que es en la Argentina, donde la lucha se siente en las calles. Y se ve que hay una rabia muy grande en Argentina. Hay mucha angustia allá, mucha pobreza, hay una gran inflación. Hay fuerte represión . Hay miedo en las calles.Se nota. Estuve en la marcha de los jubilados y hubo represión, hiriendo a otro periodista además de Pablo Grillo, que fue semanas antes. La gente en la Argentina tiene algo en la sangre, en el alma que quiere cambiar las cosas; es más revolucionaria. Acá en Uruguay son más conservadores, se asemeja a Europa . Acá en Uruguay hay mucha por el ambientalismo, por el agua, pero es notoria la diferencia con Argentina. Capaz por el pasado, allá hubo 30.000 desaparecidos, hubo una represión brutal, hay milicos que siguen prófugos; las Madres y Abuelas siguen ahí luchando por la Memoria. Acá en Uruguay, tambén están las Madres y eso es my bueno. Pero conservar la Memoria, en ambos países significa no dejarse vencer por el poder, significa cambiar las cosas”

“La lucha por Palestina en Uruguay es un hecho. Los jóvenes luchan. Acá hay un vínculo muy fuerte con el sionismo. El gobierno frenteamplista se expresó de una manera podemos decir positiva pero no alcanza sobre lo que esta pasando ahí en Gaza, no alcanza obviamente. El gobierno en realidad tiene un vínculo fuerte con el sionismo y hubo un comunicado que salió que no fue del gobierno sino del partido del gobierno, del Frente Amplio, no es el gobierno de hecho.La situación es la misma en todos los países del mundo y hay algunos jóvenes que están luchando contra esto, y esto es muy bueno. También hay una lucha contra el apartheid, con asociaciones que se juntaron para hacer esa denuncia”

“Sobre crimen organizado en el Uruguay te puedo decir que como en todo el mundo acá hay muchos adictos, y la droga llega acá de la mafia, de la mafia local que tiene vínculos con la mafia italiana, sobre todo con la ‘Ndrangheta. Acá se refugió Rocco Morabito, un mafioso muy poderoso de esa organización. Morabito estuvo prófugo también con complicidades del Estado, obvio y de la política seguramente, después se escapó, y también en esa fuga hubo complicidades en la Cárcel Central, y tambien en la etapa de su extradición antes de su fuga. Hubo algunos problemas y la fiscalía italiana se quejaba de esto, por esa época. Pero de Montevideo, te comento además que era la ciudad de Liccio Gelli de la Logia P2, ligada estrechamente a la mafia italiana. Gelli tenía una Villa en Montevideo. Sabemos por los procesos en Italia que Gelli tenia en esa casa escondidos documentos comprometedores, reservados, sobre la P2, sobre sus negocios , sobre sus vínculos. Cuando en Italia se supo todo esto, de los documentos con 900 y pico de nombres de integrantes de la logia P2, acá en Montevideo desaparecieron esos documentos. Se supo cuando vino la justicia y la fiscalía italiana a buscarlos en su casa y ya no estaban ahí. Los testimonios noa dicen que en ese poco tiempo la CIA entró a la casa y secuestró todos los papeles. Asi que Montevideo tiene también esta historia relacionada con la mafia, el lavado de dinero, la P2; Uruguay corre riesgo de ir por el camino de la realidad paraguaya, que es mucho más grave, hoy”

“Resumiendo Georges, sobre lo que te decía al comienzo, la diferencia entre Uruguay y Argentina. Allí en Argentina la lucha por la Memoria sigue, eso me impresionó . Hay allá como una herencia de la Memoria en la gente, porque fueron 30.000 desaparecidos es cierto, y porque las dictaduras militares en América Latina fueron una página inmunda y tremenda de este continente. Pero si sigue la memoria, sigue la esperanza, este es mi mensaje”