En la era del presidente Javier Milei la presencia del presidente francés Emmanuel Macrón, en las entrañas mismas de la Iglesia de la Santa Cruz ¿puede interpretarse como una suerte de remanso en medio de los constantes embates negacionistas del oficialismo dirigido impunemente hacia las organizaciones de derechos humanos en la Argentina, entre ellas Madres de Plaza de Mayo y afines?. La máxima figura gubernamental francesa marcando la cancha en un bastión en otrora (y aún hoy mismo) de la lucha contra la dictadura en la Argentina sobresale dentro del contexto social, en un país que está desmoronándose económicamente y donde las desigualdades sociales hacen estragos a troche y moche, a la vista pública, de la mano de una administración empecinada en socavar todo hálito de equilibrio social, dentro de un Estado de derecho, malogrado por personajes del poder alineados a políticas económicas neoliberales que no hacen otra cosa que atentar a la vida misma y destronar derechos, libertades, y en este caso, y como no podía ser de otra manera, la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pero dentro de este contexto, de visita presidencial de una figura internacional, a uno de los escenarios de uno de los horrores de la dictadura militar-eclesiástica-empresarial argentina, ubicado en el cruce de las calles Estados Unidos y Rivadavia, nos preguntamos inexorablemente ¿podrá Macrón en la Santa Cruz significar algo más que un gesto contra el negacionismo con el sello Milei-Villarruel?.
Importa el significado y no tanto la presencia por la presencia misma, aunque en el fondo, que ya haya estado allí Macrón, tomando contacto con algunos de los protagonistas de esa lucha y en un escenario del cual no pocas vidas fueron arrebatadas en los días del terror, dos religiosas francesas entre ellas, debe sugerirnos algo ¿Por qué? Pues porque a su visita (que ya implica un homenaje a las víctimas) se ha sumado una promesa suya, la de comprometerse con la libertad y la de recordarle al presidente Milei sobre sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos ¿Lo hará?¿Y si lo hace, sera correspondido?.
Macrón, además se comprometió a hacerle recuerdo al presidente argentino, de esas obligaciones; ahora, insisto, Milei ¿asumirá las palabras del presidente? Uno de los protagonistas de la lucha contra la dictadura, Adolfo Pérez Esquivel, le habló al primer mandatario francés en términos muy precisos; en términos puntuales, remarcándole de que con su visita se hacía memoria y se rendía homenaje a los mártires de la dictadura militar. Las palabras de Esquivel fueron éstas: “Su presencia es muy significativa aquí en la Iglesia de la Santa Cruz”; “Contra este gobierno negacionista que dice que hay que tener la memoria completa, acá está la memoria. La otra parte de la memoria son los que están en las cárceles por los crímenes que cometieron contra la humanidad y el pueblo argentino”.
Familiares de desaparecidos argentinos estuvieron presentes en la Iglesia de la Santa Cruz y allí se escucharon comentarios sobre la visita de Macron: “Nos quedamos conformes con el compromiso del presidente francés, con los 24 franceses y con el resto de los desaparecidos argentinos” dijo Eric Domergue, cuyo hermano Yves fue secuestrado en la ciudad de Rosario, agregando: “Le dijimos que nuestra preocupación es que no solo hay un pronunciado negacionismo sino directamente una reivindicación de la dictadura”.
Pero durante la visita de Macrón hubo algo más que palabras. Se le entregó al presidente visitante una carta firmada por familiares de las víctimas francesas de la dictadura, en la que se le consignan los retrocesos en materia de derechos humanos desde el día 10 de diciembre del pasado año.
Según consigna Página 12, en una tramo de la carta se le puntualiza a Macron: “Flota sobre nuestras cabezas el temor a una amnistía para los genocidas juzgados, condenados y encarcelados, entre ellos Alfredo Astiz, culpable del secuestro de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, y Jorge Olivera, quien siempre se ha jactado de haber asesinado a Marie Anne Erize”.
¿Las palabras las llevará el viento? ¿La visita de Macron quedará solo en un gesto efímero? ¿Toda una recorrida por las instalaciones de la iglesia de la Santa Cruz, quedará solo en eso, en una recorrida sin frutos?.
¿Las luchas de aquellos días serán solo de aquellos días, siendo que hoy se sienten las voces negacionistas, con desparpajo y cinismo, que asombran? ¿La visita de Macrón se sumará a esta lucha -la de hoy- en defensa de la Memoria, o no quedará más que como uno de los tantos espejismos de un internacionalismo diplomático, demagógico, e hipocrita?
Lo veremos luego, en días, en semanas, en meses posteriores. Hoy por hoy, las esperanzas, de que Macrón y su esposa se sumen desde el alma, en los hechos a Memoria, parecen estar dibujándose en el horizonte.
Dibujándose, por ahora.
*Foto de Portada: Antimafia Dos Mil