Jueves 3 Octubre 2024

Ahora se aguarda la prueba genética para saber su identidad

Se estima que dentro de un mes como máximo, quizás antes, se pueda determinar la identidad del detenido desaparecido, cuyos restos óseos fueron hallados en terrenos del Batallón 14 de Toledo, el pasado 30 de julio, en el marco de las excavaciones que se vienen llevado allí por parte de antropólogos del GIAF, supervisados brillantemente por Alicia Lusiardo. Hoy se ha podido establecer y en consecuencia dar a conocer, que los restos pertenecen a un hombre adulto, de entre 43 y 57 años de edad, quien medía al momento de producirse su deceso -se estima en una sesión de tortura- entre 1.75 y 1.85 metros de altura. Un perfil biológico que pone de relieve, ante la opinión pública, que estamos una vez más ante la expectativa de que se tratarían los restos de un militante que fue víctima de la represión del terrorismo de Estado, que podría ser de nacionalidad uruguaya o argentina. Esta información fue dada a conocer en las últimas horas por el fiscal especializado en Crimenes de Lesa Humanidad, doctor Ricardo Perciballe.

De acuerdo a lo informado por Perciballe, una vez determinado el perfil biológico tras el hallazgo de los restos, y determinado el sexo, ahora se tomará una muestra de ADN la que será enviada a Córdoba argentina, donde bajo la órbita del Equipo Argentino de Antropología Forense,se comenzará el trabajo científico -cotejos de muestras de ADN disponibles de por medio- para llegar a definir con rigor científico, la identidad de la persona cuyos restos fueron encontrados casi 50 años después.

Conocida esta noticia la antropóloga Lusiardo fue consultada por el periodismo y ella explicó que “ los métodos que nos llevan a poder hacer estas estimaciones son métricos y no métricos, se ha aplicado una cantidad de ciencia para poder dar esta aproximación sobre la persona. No es una determinación, esto no es determinante”.

Complementó ésta apreciación manifestando que “lo que confirmará la identidad de la persona es la prueba genética”. En ese sentido se interpreta entonces que los cotejos de las muestras de ADN disponibles en la Argentina, con la muestra de los restos hallados el pasado 30 de julio, sí aportarán datos determinantes sobre la identidad de la persona que fue asesinada por el terrorismo de Estado, y luego enterrada en un predio militar. Sobre este punto Lusiardo agregó "que el fallecido fue enterrado en una fosa excavada de forma regular “configurándose un rectángulo con bordes redondeados”.

Puntualizó además, que las medidas de la fosa son las siguientes: 2,15 metros de longitud por .0,5 de ancho y un metro de profundidad. Y que el cuerpo tenia “una orientación con el cráneo al sureste y los pies al noroeste”

Hay que consignar además, según las apreciaciones de la profesional, que los militares colocaron una primera capa de cal en la fosa, por encima del cuerpo: “Una capa de cal y pedregullo, por encima de esta capa una de cal, arena, cemento y pedregullo, y por encima otra capa más de cal y arena”. Agregando que “para poder confeccionar una estructura de estas características, se necesitan más de siete carretillas de 70 litros de material”.

Debemos señalar, desde esta redacción, que hasta el momento, en el predio del Batallón 14 se han encontrado restos de cuatro personas, y que oportunamente los antropólogos del GIAF nunca bajaron los brazos, y pese a los obstáculos, siendo el mayor la falta de información certera sobre los enterramientos, los trabajos de excavación no conocieron de descansos , ni de falta de tenacidad de parte de los antropólogos, algo que nos compete subrayar, dado que conocemos perfectamente la entrega de GIAF en estas tareas y la idoneidad y compromiso de su coordinadora y jefa del equipo, Alicia Lusiardo, a quien entrevistamos oportunamente.

*Foto de Portada: Antimafia Dos Mil, foto de Archivo