Jueves 2 Mayo 2024
Por Juan José Salinas, de Pájaro Rojo*-3 de junio de 2022

Hoy se cumplen 46 años desde que la Triple A y con toda probabilidad y mayor precisión, la banda de Aníbal Gordon asesinó a mi tocayo, el general Juan José Torres, un compañero injustamente olvidado incluso en su amada Bolivia, país que presidió en alianza con la Central Obrera (COB) y de su entonces principal sindicato, el minero, demostrando una vez que no es obligatorio que los militares sean pretores de los dueños de todas las cosas (como demostraría Hugo Chávez). Su cadáver, con tres tiros en la cabeza apareció en las cercanías de San Andrés de Giles, los pagos del Tío Cámpora. Hay un libro muy bueno de Martín Sivak, del que ofrecemos aquí la tapa de una edición prologada por Adolfo Pérez Esquivel. Luego, el recuerdo escrito por Fernando Bossi Rojas.

Juan Jose Torres 2

Soldados del pueblo

Jota Jota Torres

Por Fernando Bossi Rojas

Las Fuerzas Armadas y su pueblo defenderán a Bolivia contra toda clase de imperialismos. Pero si las Fuerzas Armadas defraudan los intereses del pueblo, seré el primero en dar armas a los trabajadores para defender la revolución, dijo el general Juan José Torres ante una multitud de trabajadores mineros. Y así lo hizo. Ante la embestida del golpe criminal de Hugo Banzer, Torres había distribuido fusiles entre los trabajadores. Pero la traición de algunos jerarcas sindicales impidió que la resistencia al manotazo de la ultraderecha boliviana prosperara.

De extracción muy humilde, Jota Jota, como era conocido popularmente, hizo la carrera militar hasta llegar a general. Siendo comandante de las Fuerzas Armadas durante el gobierno de Ovando, condujo la ocupación, por parte del ejército, de los campos y oficinas de la petrolera estadounidense Gulf Oil Company. Luego de 24 horas de esta misión, se firmó el decreto de nacionalización.

Durante sus 10 meses como presidente de Bolivia, inició profundas transformaciones:

1) Recompuso los salarios de los mineros al tiempo que limitó los sueldos de los funcionarios del Estado.

2) Liberó a Regis Debray y a los guerrilleros presos de Camirí, enfrentando la oposición de importantes sectores del ejército.

3) Denunció la acción de la CIA contra su gobierno, expulsando al Cuerpo de Paz de los Estados Unidos.

4) Dejó sin efecto importantes concesiones mineras a empresas estadounidenses, incluido el grupo de minas Matilde.

5) Abrió la participación de los trabajadores en la administración de la minería.

6) Aumentó las relaciones y contratos con los países socialistas; entre otras medidas revolucionarias.

Tras el golpe que lo derrocó, Torres terminó exilado en Argentina. El 3 de junio de 1976, bajo la acción combinada de las fuerzas represivas de ambos países dentro del Plan Cóndor, Jota Jota es secuestrado y asesinado en Buenos Aires. En 1983 los restos de Torres fueron repatriados a Bolivia por iniciativa de la Central Obrera Boliviana (COB).

Encuentran en San Andrés de Giles el cadáver del expresidente de Bolivia Juan José Torres

Juan Jose Torres 3

Por Daniel Chiarenza-Extraído de Pájaro Rojo-3 de junio de 2010

Juan José Torres había nacido en la ciudad de Cochabamba en 1921.

Después de terminar los estudios primarios ingresó al colegio militar donde cursó la secundaria y los estudios militares superiores. 

Entre 1965 y 1968 representó a Bolivia como Agregado Militar en Brasil y Uruguay, alcanzando en 1969 el grado de comandante de las Fuerzas Armadas.

General Juan José Torres, comandante de las Fuerzas Armadas Bolivianas.

Ese mismo año en La Paz, en la reunión de la Junta Interamericana de Defensa, refutando el papel asignado a los militares por la estrategia estadounidense en América Latina, Torres afirmó: “Las Fuerzas Armadas no tienen por qué ser tipificadas como puestas exclusivamente para reprimir el fenómeno político del comunismo internacional, sino fundamentalmente como cooperadoras y agentes eficientes de la batalla contra las manifestaciones del subdesarrollo económico”.

Esas ideas le merecieron la confianza del pueblo.

El 7 de octubre de 1970 desde El Alto -el cuartel general de la aviación boliviana- y en acción conjunta con las fuerzas populares, frustró el golpe contra el gobierno del general Ovando Candia.

Apartado de su puesto de comando por presión del sector más conservador de las Fuerzas Armadas, el general Torres asumió el mando de la nación iniciando una corta pero profunda etapa de realizaciones populares y democráticas.

“He comprendido que no era imposible ignorar el dolor, rechazar y despreciar la miseria, huir de la ignorancia, permanecer indiferente a la frustración y al abandono. He visto unos pocos que acumulan más de lo que deben y pueden. Todo esto me ha llevado a creer firmemente en la necesidad y urgencia de un cambio de estructuras, de una transformación integral, capaces de vencer el subdesarrollo. Y sólo un cambio revolucionario profundo y auténtico es capaz de realizar este milagro en el que creo con todas mis fuerzas y por el que estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio”, dijo Torres al dirigirse a los cadetes del Colegio Militar Gualberto Villarroel. 

Las aspiraciones del pueblo boliviano, de los campesinos y mineros cobraron en este gobierno una nueva dimensión.

Las libertades sindicales se ampliaron y se organizó la Asamblea Popular, unión de todas las fuerzas laborales, transformada en instrumento político de la Central Obrera Boliviana.

Su misión de convertirse en órgano de colegislación no llegó a concretarse.

Central Obrera Boliviana

El gobierno revolucionario del general Torres anunció los contratos de arrendamiento con los capitales japoneses de la mina de zinc Matilde, la nacionalizó y restituyó a los trabajadores mineros sus salarios mínimos, rebajados por el gobierno de Barrientos, que aducía pérdidas en los ingresos de las empresas mineras.

Durante el gobierno de Torres hubo nacionalizaciones mineras.

En 1971, mediante un cruento golpe de Estado, el general Hugo Bánzer derrocó a Juan José Torres, quien se asiló en la República Argentina. 

Allí permaneció durante dos años haciendo caso omiso a las reiteradas amenazas de muerte de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).

Su deseo era seguir en estrecho contacto con su país y con los miles de compatriotas que viven en el norte argentino y las villas miseria del Gran Buenos Aires.

El 3 de junio de 1976 las amenazas se cumplieron y después de permanecer secuestrado por más de 24 horas apareció asesinado en San Andrés de Giles.

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*Gentileza de Juan José Salinas, de Pájaro Rojo

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*Foto de portada: Wikipedia

*Fotos restantes: Pájaro Rojo