Sábado 18 Mayo 2024
Por María Cecilia Bartholin y Claudio Rojas- 4 de noviembre de 2021

José Antonio Kast Rist, en este 2021, es un candidato presidencial, en Chile.

Es abogado (de 55 años), y es el menor de diez hermanos. Está casado con María Pía Adriasola, tiene nueve hijos. Es católico, adherente del movimiento mariano de Schoenstatt.

Estudió en el Colegio Alemán de Santiago y luego Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile. En la universidad formó parte del movimiento gremial y del centro de alumnos de la Escuela de Derecho, donde conoció a Jaime Guzmán.

Michael Kast Shindele (su padre) llegó a Chile en diciembre de 1950, a los 26 años de edad. Venía buscando mejores horizontes tras la Segunda Guerra Mundial donde había sido parte del Ejército alemán y combatido en Francia, en el frente ruso, en la península de Crimea, y luego -desde 1944- en Italia, hasta la invasión de los aliados y el armisticio que lo sorprendió en Trento.

Michael había ascendido de simple soldado a teniente y debió entregarse a los estadounidenses. Algunos días después, en abril de 1945, saltó desde el segundo piso de una escuela, donde estaba prisionero, y escapó. Caminó 30 kilómetros cada noche, escondiéndose en el día, y logró cruzar los Alpes y llegar a su pueblo. Cuando retornaba a su casa en Oberstaufen, en el sureste de Alemania, pasó al hogar de un camarada suyo que había muerto en la guerra. Allí conoció a Olga Rist Hagspiel, de quien se enamoró a primera vista. Se casaron en 1945 y tuvieron dos hijos: Miguel y Bárbara.

Cuando la guerra aún no concluía, Kast obtuvo documentos de la Cruz Roja: “Un amigo lo convenció de que destruyera su carné de oficial del ejército y se quedara con uno nuevo como oficial de la Cruz Roja. Presionado por la incertidumbre y el temor de ese momento, Michael quemó sus papeles y aceptó los nuevos”, continúa su viuda. Luego lo contactó con Erik Wünsch, un exoficial del ejército nazi que había emigrado a Chile tras la guerra, quien le ayudó a conseguir las visas. En noviembre de 1950, comenzó el éxodo definitivo.

Michael Kast y Olga Rist, padres del candidato, llegaron a Chile en 1951 desde Alemania. Ambos provenían de dos pequeños pueblos al norte de los Alpes bávaros, cerca de Munich.

Los hermanos de José Antonio Kast

Su hermano, Miguel Kast Rist, fue ministro de la Oficina de Planificación Nacional (Odeplan) en 1978. Allí elaboró “Mapa de la Extrema Pobreza”. También fue ministro de Trabajo (1980), presidente del Banco Central (1982) y una figura clave dentro de la derecha: junto a Jaime Guzmán, fue uno de los fundadores del gremialismo.

Otro de sus hermanos, Hans Kast, tuvo un rol crucial en el caso Karadima. Fue el primer sacerdote que denunció al expárroco de El Bosque, en 2010 y 2011, mientras ejercía el cargo de canciller del arzobispado de Santiago. Su testimonio lo ratificó ante el fiscal Xavier Armendáriz.

La relación política con su sobrino, Felipe Kast (hijo de su hermano Miguel) no ha sido fácil. El fundador de Evópoli, partido que nació como un proyecto de derecha liberal, nunca ha respaldado que los republicanos se integren a Chile Vamos.

El senador de Evópoli fue en 2019 a la frontera a partir de la situación de los venezolanos que intentaban entrar en Chile, donde habló con autoridades sobre la crisis humanitaria. Una semana después José Antonio Kast fue a Arica, donde pidió al gobierno una acción más decidida. Pero además apuntó a los parlamentarios que, a su juicio, actuaban como “puente para generar flujos migratorios”. Felipe Kast recordó en redes sociales que sus abuelos, padres del candidato presidencial, también llegaron a Chile desde otro país. “El niño que viajaba en ese momento con mi abuela era mi papá (tu hermano), y afortunadamente Chile le dio a nuestra familia la oportunidad de reconstruir una vida y cumplir sus sueños en un país libre”, escribió. El presidenciable no le respondió.

Una carrera política vertiginosa

Su primer cargo público fue de concejal por Buin, entre 1996 y 2000. Luego fue diputado por cuatro períodos consecutivos mientras militaba en la UDI (en 2001, 2005, 2009 y 2013). Pero al mismo tiempo, explican en el partido, se dedicó a la formación de jóvenes. “Existía una casa donde se hacían conversatorios y encuentros; José Antonio era la persona encargada de motivar”.

Un año después emprendió como independiente una candidatura presidencial, donde llegó en cuarto lugar con el 7,93% de los votos. En esta oportunidad, su jefe de campaña era quien fue el principal protagonista del famoso caso de los quemados que involucró a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas De Negri, el coronel Julio Castañer González, hoy procesado y condenado a 10 años y un día por el caso.

En 2018 creó el movimiento Acción Republicana y al año siguiente el Partido Republicano, una amenaza a la UDI por la derecha.

Integra el consejo asesor de la organización internacional Political Network for Values (PNV). Entre sus compromisos, de acuerdo a la página web del organismo, está la defensa a la familia, al matrimonio y la libertad religiosa.

Según un reportaje de La Tercera de 2019, José Antonio Kast fue accionista de una sociedad constituida en Panamá, por lo que Boric -en el debate del 11 de octubre- lo acusó de invertir en paraísos fiscales con pruebas documentales.

En el debate del 22 de septiembre pasado, Kast fue consultado por Jair Bolsonaro, a quien visitó el 18 de octubre de 2018, 10 días antes de que Bolsonaro fuera proclamado presidente.

Crítico de Piñena y rumbo a La Moneda

Kast ha sido crítico de Piñera, con quien ha dicho que no se ha reunido desde que llegó a La Moneda, y se ha instalado como un opositor a él, su gobierno y la gestión en aspectos sensibles de la agenda, como la seguridad pública. Ha dicho que “somos opositores a un presidente que no ha tenido el coraje para defender la patria” y pidió aclarar la venta de la minera Dominga, que involucra a la familia Piñera Morel.

Se ha comprometido a instalar una zanja en la frontera para controlar la migración irregular al país, tiene 19 propuestas en torno a la seguridad, es partidario de que en la persecución de delitos terroristas en La Araucanía se utilicen agentes encubiertos y ha puesto énfasis en el crecimiento económico y el control de las finanzas públicas.

En su programa hay 44 ideas sobre crecimiento económico -como la rebaja de impuestos- y en el ámbito medioambiental totaliza 138. Sus críticos le han atribuido una posición favorable a las termoeléctricas y de privilegiar el desempeño de la economía por sobre el medioambiente.

Dijo que pudo conversar en Punta Peuco con el militar condenado por múltiples violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet. Y sobre este último, dijo que, si “estuviera vivo, votaría por mí”.

Para el candidato presidencial independiente José Antonio Kast, los múltiples delitos de lesa humanidad por los que está condenado el brigadier (r) del Ejército Miguel Krassnoff Marchenko, corresponden  a “cosas que se dicen de él”.

“He ido dos veces a Punta Peuco y en una de esas idas tuve la oportunidad de cruzarme con él. Me regaló su libro y plantea su versión de los hechos. Conozco a Miguel Krassnoff y viéndolo no creo todas las cosas que se dicen de él”, sostuvo.

El peligroso fenómeno popular José Antonio Kast

El fenómeno “José Antonio Kast”, es sin duda muy peligroso. Todo el mundo social y político se pregunta, pero ¿cómo puede ser? ¿cómo puede tener tal popularidad?

Su campaña, al principio era extrema, diciendo cosas brutales, cómo exigirle mano dura al gobierno de Piñera, pedir más represión y pedir que se construyan zanjas para evitar la llegada de inmigrantes ilegales por pasos fronterizos no autorizados; sus propuestas siempre produjeron en las redes sociales, opiniones en contra, y con gran virulencia, eran rechazadas.

Se fue hábilmente abriendo espacio, con la muerte política de Piñera, que afectó a toda la derecha, pero él, astutamente con su liderazgo canalizó esa sed de “orden” de que padece la derecha, para que sus intereses no se vean afectados. Y se ha llevado bajo su alero, a la derecha más extrema; la derecha de los grandes medios de comunicación que representan todo el poder económico de este país. No existe, la “derecha democrática” que representaba Sichel, y cualquier esbozo de ella fue fagocitada por la extrema derecha de Kast (con quien de paso hemos visto se identifican las FFAA).

Es doblemente peligroso si pensamos que, como contrapartida, tenemos a un Boric, que representa la centroizquierda que, aunque quiere los cambios pedidos por la demanda popular, y que comenzó con mucho brillo, en elección primaria del sector, derrotó al único candidato al que la derecha le temía, al único candidato que podía salir a la calle y recibir sólo vítores, al verdadero candidato del pueblo, a Daniel Jadue.

Pero, ahora con la campaña brutal en contra de Boric, lo ha ido desperfilando, y no tiene el liderazgo, y la fortaleza para enfrentar la guerra que se le viene, al menos, es la impresión de muchos. En un tono menor, está la candidata de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste, que ha mostrado cierto liderazgo cuando era presidente del Senado, pero la acompaña gente de la ex concertación, cuyo desprestigio la tira para abajo, sin lugar a dudas.

Hay un centro peligroso, que son como ovejas perdidas necesitadas de un pastor, que están tan ciegas, que no ven a donde las puede llevar este pastor; no ven el abismo delante de ellas, y eso es una enfermedad social de muchos, que no sabemos dónde puede parar. En este contexto, se vuelve muy peligrosa la situación electoral. Tal es así, que según un estudio de “Pulso ciudadano” dentro del segmento C2 de ingresos (alrededor de US$ 2 mil mensuales) tiene muchos adeptos. Seguramente es gente que prefiere su estabilidad económica, que según ellos, Kast puede ofrecerles, por sobre su pérdida de libertades y autoritarismo.

El tema de la directiva del Colmed (Colegio Médico) haciendo un acto de alabanza a una parte del programa de gobierno de J.A. Kast, causó mucha polémica. Esa pequeña ceremonia se puede interpretar como una muestra o un síntoma más de una enfermedad muy grave y profunda que atraviesa la sociedad chilena.

Creo que es necesario salir a la palestra y denunciar al fascismo que galopa, reforzado a ocupar de nuevo los cargos directivos del país.

La impunidad que nos ha gobernado, la falta de verdad y justicia, la corrupción, la desigualdad y el monopolio de los medios de comunicación, la precariedad que impide una educación de calidad, etc. han llevado a gran parte de la sociedad a sentir: “Que la dictadura ya pasó, que los crímenes cometidos a miles y miles de ciudadanos debemos olvidarlos, que no fue tan terrible y que incluso podemos ahora elegir un presidente partidario de todo ese horror”.

Es triste saber, que una gran parte de los que se oponían al sistema que los aplasta, se han acostumbrado tanto a ser aplastados, que sin reales convicciones se opusieron, pero le temen mucho más al cambio que no conocen ni imaginan.

Es triste saber, que son borregos que temen ser libres, y que prefieren vivir amarrados porque les da más “seguridad”.

Sólo los jóvenes de la “revuelta de octubre” tienen las ideas claras y sus principios intransables.

Creemos finalmente, que el mayor aliado de José Antonio Kast, puede ser la apatía de los votantes, porque en la derecha todos votan.

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*Foto de portada: laizquierdadiario.com