Jueves 5 Diciembre 2024
Por Victoria Camboni-26 de agosto de 2021

"Los tiros no fueron al aire/Las balas no fueron de salva/Nadie te salva" (*)

(El recuerdo imborrable de una noche de terror)

Miles de personas acampando, haciendo guardia en los alrededores del Hospital Filtro, reclamaban desde el 19 de agosto de 1994 al gobierno de Luis Alberto Lacalle que no extraditara a Jesús María Goitia, Mikel Ibáñez y Luis Lizzarride, los tres ciudadanos vascos que estaban internados allí. La huelga de hambre que habían iniciado para que el Estado uruguayo les permitiera gozar del asilo político, los había llevado a que la noche del 24 de agosto esperaran la respuesta del gobierno resistiendo con una protesta pacífica -la huelga de hambre-, mientras cientos de personas, solidarizadas con su causa y arengadas desde una radio local por los dirigentes Tupamaros José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro, y por la central de trabajadores PIT-CNT y el Frente Amplio el día anterior, resistieron hasta el final. Nadie creyó que un gobierno democráticamente elegido daría la orden de agredir violentamente al pueblo, dejando más de 100 personas heridas. Nadie se imaginó que un joven -Fernando Morroni- moriría asesinado de doce tiros por una policía, que, se supone, debería trabajar al servicio de la ciudadanía. Nadie se imaginó que otro joven, de nombre Roberto Facal, también correría igual suerte. Y, nadie se imaginaría, que 27 años después, una mujer en muletas, sería la cara visible y el grito imparable de una marcha multitudinaria, que se niega a perder la dignidad y a olvidar que aún no hay justicia. Ni para esa madre, Norma Morroni, ni para su hijo Fernando, que cayó muerto en medio de la represión más salvaje que vivió este pueblo después de la dictadura; ni para la familia de Roberto; ni para todos los heridos de aquella terrible jornada.

"Culpables", entonó el Colectivo de Acción Callejera Antirrepresiva, un grupo de artistas, al comienzo de la marcha del Filtro, convocada como cada año, a comenzar en el Obelisco, mientras cientos de personas lo repiten, cada vez con más fuerza, cada vez con más convencimiento y cada vez con más deseo de justicia. Así empezó la marcha, que se ubicó en Bulevar Artigas y la recorrió entre pancartas, banderas, bombos y arengas, hasta llegar a los alrededores del Filtro.

Igual que aquella noche, cuando las autoridades ordenaron apagar todas las luces para desatar una furiosa violencia de balas y palazos, así llegó la columna de gente, pero esta vez para recordar, para reclamar, para oponerse con "memoria y resistencia contra toda impunidad", como se estableció la consigna de la marcha, este año.

La lectura conjunta de la proclama final destacó la solidaridad como "la ternura de los pueblos", como una de las bases de la sociedad uruguaya, que por tradición refugió a tantos perseguidos políticos. También señaló que existen "documentos desclasificados de los EEUU" que "hablan de la injerencia de España en los asuntos internos de Uruguay en todo el proceso de extradición de los ciudadanos vascos". La implementación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) y el intento de implementar allanamientos nocturnos también fueron parte de la denuncia, donde enfatizaron la responsabilidad más grande en los delitos de los grandes intereses: "los verdaderos crímenes son de guante blanco". Y exigieron "castigo para los represores del Filtro", que nunca respondieron ante la Justicia. Que todavía siguen impunes.

Contra toda impunidad, así lo sintieron las distintas agrupaciones sociales que participaron, trayendo a un 2021 convulsionado, no solo el recuerdo del hecho, sino otras impunidades con las que el gobierno actual responde y reprime.

La educación fue uno de los reclamos más fuertes en este 24 de agosto. El Movimiento Cultural Our Voice se manifestó a través de tres carteles, haciendo un juego de palabras con el nombre del hospital: "En el Filtro se cayeron las caretas del progreso", "En las aulas nos filtran la historia" y "Queremos una educación sin filtro". Por su parte el Centro de Estudiantes de Magisterio, denunció la actuación del gobierno, sobre tres de sus integrantes, que, a pesar de que por quinta vez esta agrupación realizaba pintadas en los muros de Magisterio, sin aviso previo las autoridades las llamaron a declarar. Un caso de ataque a la libertad de expresión, que se suma a otras manifestaciones similares por parte de las autoridades de la educación, que parecen haber comenzado una caza de brujas, persiguiendo a trabajadores por poner afiches en una cartelera, o a estudiantes por usar tapabocas contra la LUC, por mencionar algunos hechos, ampliamente conocidos.

La agrupación de niños, niñas y jóvenes que fueron víctimas de la dictadura uruguaya, Memoria y Libertad, participó en el micrófono abierto al final de la movilización. También representantes de la Federación de funcionarios de OSE (FFOSE). Askapena, la asociación vasca que apoya cada año la movilización del Filtro, volvió a enviar un discurso de apoyo a la marcha, a esta lucha de las calles que año a año insiste en recordar, en manifestar la memoria como un hecho y no como una imagen que se pierde en el tiempo.

Finalmente, Norma Morroni, subió al estrado con dificultad, por su salud. Al tomar el micrófono, aclamó la lucha de Magisterio y de los sindicatos, lamentó el hambre que el pueblo pasa y que se ve reflejado en las ollas populares: "Me estoy quedando en el camino", dijo, y agradeció a la gente que participó; "Quieren ponernos una mordaza", protestó con vehemencia, y con la claridad de que eso no fue, no es, ni será, nunca posible.

Filtro 2

"Un Lacalle me mato a un hijo, y este otro Lacalle está matando a un pueblo", lamentó e instó insistentemente a los manifestantes a cuidarse de la represión policial.

La gente, emocionada y contenedora del sufrimiento de esa madre, impregnada por el deseo de justicia para un pueblo que se hunde en las necesidades más básicas y que ve con indiferencia los golpes que recibe desde arriba, se solidariza, se despierta, y toma la lucha para sí misma, entendiendo de que la lucha es de cada persona. Porque la conciencia nace de uno, se reproduce y se une, creando una resistencia multitudinaria a los males que nos martirizan. Como a Roberto, también asesinado aquel 24 de agosto. Y como Fernando, cuyo crimen sigue sin justicia, y sin que el culpable de su muerte haya cumplido condena.

"Norma, escucha, tu lucha es nuestra lucha".

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*Foto de portada y restantes: Romina Torres de Our Voice y Antimafia

(*) Parte de la letra de una canción, del Colectivo de Acción Callejera Antirepresiva