Sábado 18 Mayo 2024
Sobre la intolerable lentitud de la justicia (Segunda Parte)

Por Yésica Nievas, Eduardo Godoy y Agustín Saiz, desde Argentina-9 de febrero de 2021

Continuamos con la segunda entrega de esta serie de notas, con las que intentamos a través de la visibilización de situaciones concretas y algunos casos, concluir con un balance del accionar del aparato judicial y su posicionamiento respecto al genocidio ocurrido y los crímenes de lesa humanidad que se juzgan hoy en día.

El cuarto tramo de la causa ESMA comenzó el 13 de agosto del 2018 y ya está a punto de concluir este año. Realmente hasta el día de hoy no se conocen cuántas víctimas pasaron por la ESMA. La propia condición de cautiverio de las víctimas y sobre todo el silencio de los acusados, ha hecho que hasta el momento se encuentren registrados un poco menos de 1.200 hechos sobre un total de 5.000 personas que se estima pasaron por ese centro clandestino. En el inicio del juicio se tuvo a 10 genocidas imputados por 816 delitos cometidos contra las víctimas, pero durante el transcurso cuatro de ellos fallecieron sin recibir condena. De los seis restantes sobresale el caso de Horacio “Pantera” Ferrari, que en el mes de noviembre del año pasado, con casi la totalidad del proceso desarrollado, quedó exento de ser juzgado por una decisión muy cuestionable de la Corte Suprema.

Sobre estos temas pudimos conversar con Adrián Krmpotic, abogado de la querella, quien junto a Ariel Noli, representan a Carlos Lordkipanidse y a Patricia Walsh en este cuarto tramo de la causa ESMA.

-Ya entramos en el último tramo de este juicio donde solo faltan meses para conocer las sentencias. Desde el punto de vista procesal, ¿qué es lo que está pendiente? ¿Cuál es la situación de Horacio Ferrari? ¿Puede quedar sin condena?

“Quedaron las últimas palabras de Carrillo, tenía que hacerlo en el mes de diciembre, pero se contagió de Covid por lo que se pospuso y fijaron una nueva audiencia para el 18 de enero. También quedaron las últimas palabras de Ferrari, pero quedó al margen de este juicio porque hace un año y medio atrás, la sala 2 de la Cámara de Casación Penal con los votos de los jueces Carlos Mahíques y Guillermo J. Yacobucci, hicieron lugar a un pedido de recusación que había interpuesto la defensa de Ferrari respecto de los jueces Obligado y Palliotti, que son quienes llevan este tramo. La defensa invocó el hecho de que ya habían dictado anteriormente sentencia en la causa ESMA unificada, donde se habían acreditado lo hechos que imputan a Pantera. Pero claro, en la causa ESMA unificada no se asociaba a Pantera con Horacio Luis Ferrari, con lo cual este juicio a lo único que debía abocarse era a demostrar que Pantera es Ferrari. Haciendo una lectura delirante si me permiten el término, Mahíques y Yacobucci entienden que este pronunciamiento de los hechos que se encuentran probados por Pantera, implica un prejuzgamiento respecto de Ferrari. Frente a esa recusación el fiscal de cámara interpuso un recurso extraordinario que la cámara rechaza por inadmisible y entonces, por vía procesal, recurre en queja directamente a la corte donde también recurrimos nosotros. La queja empieza a tramitarse en la Corte, el procurador general Casal acompaña el planteo del fiscal. A partir de ahí comienza un lento y engorroso trámite hasta que hace unos meses atrás (noviembre 2020), la Corte resuelve esa queja y la declara inadmisible en contra de la propia opinión del Procurador General. Cierto es que la Corte no está obligada a seguir el dictamen del procurador. Pero por lo general si el procurador dice que se abra la queja, la Corte lo abre, aunque luego lo declare inadmisible o no falle al respecto. La declaró inadmisible en base a una herramienta procesal que tiene la Corte que es la absoluta discrecionalidad invocando el artículo 280 del código procesal civil y comercial de la Nación, que habilita a la Corte a denegar el tratamiento de un recurso de queja sin explicar las razones. Esto dejó firme la recusación de los jueces Obligado y Pagliotti respecto de Ferrari, con lo cual quedó el juicio en un limbo porque se alegó contra Ferrari, pero ahora los jueces que estaban designados no lo pueden sentenciar. ¿Qué hay que hacer con Ferrari? ¿Hay que hacer un nuevo juicio? Lo que entendemos es que esto va a cristalizar la impunidad, Ferrari además tuvo la gracia de este tribunal de un cese de prisión preventiva en medio de un juicio oral que es un escándalo fenomenal, que no sucede jamás. Pero le dieron un cese de prisión preventiva por lo cual Ferrari se encuentra en libertad y su libertad no se encuentra amenazada en ningún modo, por lo menos por los próximos años. Y teniendo en cuenta que Ferrari ya roza los 80 años, lo más probable es que culmine sus días sin tener ninguna sentencia en contra”.

Crimenes de lesa humanidad en Argentina 2

-¿Quién es Horacio Ferrari? ¿Qué nos puedes contar de él? ¿Cuáles son las pruebas que tiene la justicia en su contra?

“Horacio Ferrari participó en el grupo de tareas con mucha intensidad durante todo el año 77, pero hay registros que lo ubican en el año 76 e incluso algunos que lo ubican ya entrado el 78. Pero entre marzo del 77 y enero del 78, por lo menos así lo tuvo dicho la Cámara Federal, se circunscribe la imputación sobre Ferrari que actuaba dentro del grupo de tareas bajo el pseudónimo de “Pantera”. Pantera tampoco era un desconocido, Pantera es un ultra conocido, desde la causa 13 (que tuvo sentencia en el año 1985) que se habla de Pantera. Hay cosas que tal vez resulten inexplicables, Pantera se cuidaba mucho de que alguno de los detenidos conociera su nombre. Sin embargo, el nombre de Horacio Ferrari, aparece en un listado de condecoraciones ordenado por el Almirante Emilio Massera en el año 78. Ustedes fíjense qué locura: ordenan condecoraciones que se iban a hacer en un acto por el valor y qué se yo al combate, y deciden que les van a entregar diplomas para la ocasión… porque no es una condecoración que está prevista, se imaginan ustedes, dentro del glosario de condecoraciones previstas por la armada en aquel tiempo, le iban a entregar un diplomita... ¿Qué idea se les ocurre a estos imbéciles? Mandar a hacerles los diplomitas a un secuestrado (Ricardo Coquet). ¿Qué hizo el secuestrado? Hizo todos los diplomitas y copió en un listado aparte los nombres de todas las personas. De esa manera se pudo conocer el nombre verdadero de una buena parte de aquellos que cumplieron funciones bajo la órbita del grupo de tareas 3.3.2, que significa fuerza de tarea 3 y unidad de tarea en este caso 2. La fuerza de tarea 3, se crea a partir del plan de capacidades de la Armada del año 75. Donde se termina poniendo en función toda la estructura de la Armada para la etapa de represión abierta que iba a comenzar a partir de octubre de ese año”.

-Es inexplicable que la armada operando en la clandestinidad se exponga de esa manera…

“¿Ustedes saben que todo esto está regulado? Había un reglamento que decía de qué manera iba a funcionar el centro que está escrito desde el año 1968, respecto de todo… respecto al destino de los menores incluso. La ESMA se aparta del reglamento y respecto de algunos casos, cuando ya se hizo la explotación de inteligencia por medio de la tortura, no definen la situación del detenido, ni por la libertad, ni por la eliminación física. Resuelven retenerlos para tener mano de obra esclava. No fueron muchas personas, pero fueron las suficientes como para a partir de cierta flexibilidad en las condiciones de cautiverio (flexibilidad es por ejemplo el hecho de poder ver y ver dentro de un centro de detención ya es un privilegio muy importante) estas personas que en su momento integraron lo que se conoce como un staff, hacían su trabajo, obviamente sin tabique y mayormente sin estar esposados. A partir de los testimonios de ellos se pudo reconstruir en qué consistía cada sector de la escuela, del casino de oficiales, etc. Ningún secuestrado de otra manera hubiera podido hacer un croquis. De este grupo en principio se encuentra la mayor parte de sobrevivientes y en segundo lugar son sobrevivientes que pueden aportar información delicada, trascendental y muy precisa, de ellos han surgido los elementos de pruebas más contundentes para poder llevar a juicios estas personas. ¿Por qué hicieron eso? Nadie sabe. Imagínense que en nuestro país hay más de 450 centros clandestinos de detención acreditados y de ninguno existe tanto detalle documentado como en la ESMA. A uno le parece que la ESMA es el ensayo de laboratorio de lo que no se puede hacer. Si ustedes quieren saber cómo funciona un centro clandestino de detención, analicen ESMA y pueden saber cómo funciona el resto por más que no tuvieran testimonios. Además, a contramano de lo que dictaba la doctrina, el centro de detención que funcionaba en la ESMA se convierte en un centro de detención de carácter permanente, cuando por definición la doctrina de los centros indica que tienen que tener una vida efímera. De hecho, esta decisión genera un enfrentamiento muy fuerte dentro de los oficiales del grupo de tareas que se divide entre aquellos que querían matar a los prisioneros. Dentro de ese grupo se encontraba Pantera y por eso era muy cuidadoso respecto a su identidad, porque es un oficial, tiene la instrucción y dentro de eso tiene una instrucción superior a la media. Con lo cual es de suponer que Pantera conocía los antecedentes de los juicios de Nuremberg, por lo menos debería estar en la cabeza de Pantera y decía, yo no quiero estar sentado en un Nuremberg en el día de mañana, a estos hay que matarlos a todos, no tiene que quedar nadie con vida”.

Crimenes de lesa humanidad en Argentina 3

-¿Qué opinión puede darnos a grandes rasgos de los juicios por crímenes de lesa humanidad en Argentina y qué puede decir de la defensa de Fanego que por momentos usa un discurso insultante y muy hiriente para los familiares de las víctimas?

“Los juicios están pensados para que la gente desista de seguirlos, los juicios se convierten en un ámbito para que visiten aquellos que tienen algún interés directo. Hace un tiempo atrás, habían tenido bastante impulsó algunas actividades como escuelas que proponen hacer visitas a centros clandestinos (hoy espacios de la memoria) y que asistan a los juicios. Por diversas razones se fue descontinuando. Respecto de Fanego para mi es inadmisible lo que hace. El hecho de que los jueces no reaccionen es porque tienen sus razones. Ellos dicen, nosotros no reaccionamos porque reaccionar implica cederle la tribuna a Fanego y no le vamos a ceder la tribuna a Fanego, vamos a dejar que despotrique, diga esto, termine de hablar, téngase presente, haga su reserva, téngase presente su reserva y continuemos el juicio, esa es la política que ha llevado adelante el Juez Obligado. Creo que Fanego excede su mandato como defensor y él está fuertemente comprometido con la política genocida y no lo oculta tampoco. Eso la verdad habla bien de él, pero tengan presente que, si un abogado les dice las cosas que dice Fanego al fiscal, a los testigos, a los jueces, sale esposado de la sala de audiencia. Ahora lo que sí creo es que esa defensa (anclada en la existencia de un conflicto interno, la necesidad de derrotar a la subversión) es una defensa que defiende por el lado equivocado. Porque ninguno de los defendidos se ha hecho cargo de los hechos que se le imputan. Nosotros en cambio abordamos la representación de nuestros defendidos como militantes. Si quienes nos convocan a nosotros a asumir la representación de nuestros defendidos en el juicio, nos pidieran que ocultemos esa condición, yo no los representaría. Fanego se encontraría mucho más a gusto en el papel que tiene que desempeñar si sus defendidos hubieran admitido los hechos y aportado algunos elementos que todavía quedan por aparecer, que aclararían algunas cuestiones que todavía permanecen ocultas”.

-Nosotros notamos que la mayoría de los imputados por crímenes cometidos en la dictadura, por no decir todos, van con la misma metodología, es decir, desarrollan la defensa bajo un mismo relato del “deber patriótico en una guerra contra la lucha subversiva, la amenaza de la invasión cubana, etc”. Es como si siguieran moviendo de manera colectiva, respondiendo permanentemente en bloque respecto con una única estrategia de defensa…

“Lamentablemente ese pacto de silencio nos impacta en lo último que nos queda a esta altura de la vida, donde los compañeros se van muriendo, que es la localización de los niños. Si sirviera realmente canjearía libertad por información respecto de la localización de los niños. No siempre hay que asimilar la cuestión de la justicia con la privación de la libertad, me parece que eso muchas veces no coincide. Aunque estamos más habituados a entender que la justicia se manifiesta o se grafica cuando hay una sentencia a pena de prisión, creo que hay objetivos mucho más elevados que mantener privado de su libertad a alguno de estos personajes. Y alguno de estos objetivos bien podría ser obtener data sobre la localización de los centenares de niños que faltan. Como les digo esto, también les digo sobre los lugares de inhumación, sobre una serie de cosas como el gran problema que tuvo la ESMA al igual que Campo de Mayo, que es la gran cantidad de detenidos que pasaron por ahí. Y la gran cantidad de detenidos ustedes lo tienen que medir por la gran cantidad de cadáveres que eso motiva. Con lo cual la disposición de los cadáveres es el gran problema que tenemos hoy. Han utilizado las más diversas formas de deponer los cuerpos de los compañeros. La verdad es que sería bueno que alguno de estos pueda darnos datos que nos permitan encontrar esos restos para que la familia pueda encontrarlos y de algún modo cerrar ese círculo, que no se cierra con la ausencia, con la desaparición. En ese sentido, la mecánica es una mecánica perversa, que sobrevive al paso del tiempo y esa es la gran victoria de la represión, que lograron a partir de su derrota por esas cosas de la política, de la vida y del derecho”.

Hay animales que nunca deberían vivir en la sociedad porque nunca podrán adaptarse, sin embargo, desde hace ya más de 40 años, una pantera sigue agazapada escondida entre las sombras. Ni los fantasmas de sus asesinatos, ni los gritos de sus víctimas logran todavía penetrar la densa selva de sus recuerdos para interpelarlo.

De él y muchos otros esperamos sobre el final de sus vidas y con nada que perder, una actitud de coraje opuesta al accionar que mostraron en el exterminio que participaron. Romper el pacto de silencio de la armada y de todas las fuerzas de seguridad que operaron durante la dictadura sangrienta, sería un acto demasiado importante y trascendente que entendemos no están a la altura. Como todo animal la sed de sangre lo somete, le nubla el juicio y no hay nada que lo cuestione. Aun así, no perdemos nunca lae esperanza de que antes de que toda una generación se termine, se abra una grieta de luz sobre las decenas de víctimas de este genocidio.

Silvina Stirneman, nacida en cautiverio, durante su testimonio en el juicio de los “Pozos” explico la necesidad de justicia. “Me di cuenta de que el perdón no podía existir con personas que no eran semejantes y los genocidas llegaron muy lejos. Se salieron de lo que significa la palabra humanidad, de lo que significa nuestro vivir juntos. Me di cuenta que la única cosa que podía reparar esta historia, la nuestra como colectivo, como pueblo, era hacer justicia porque hacerlo era un horizonte. Era algo que nos permitía reconstruir y poder vivir juntos de nuevo, rehacer un contrato social, ampliar derechos”.

Por lo tanto, sabemos que estamos apelando a un ápice de humanidad donde tal vez no la haya. Y también a una inteligencia a favor de la memoria histórica del aparato judicial, que tal vez tampoco la tenga. Porque Horacio Ferarri a sus 80 años, es hoy una pantera vieja y lenta que ya no se mueve como antes. Pero sigue entre nosotros.

Y aún así, la justicia argentina (duele decirlo) no puede terminar de cazarla.

“La lucha contra la impunidad es el motor de las cosas”.

Son 30.000.

Nunca más, es nunca más.

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*Foto de portada: www.laimposible.org.ar

*Foto 2: www.medium.com / Adrián Krmpotic

*Foto 3: www.prisonphotography.org