El hallazgo de los restos óseos en el Batallón 13 del Ejército Nacional, el pasado 27 de agosto, generó conmoción entre los organismos de DDHH y particularmente en el seno de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, restando solo la definición de la identidad de quien fuera hallado, en el marco de las excavaciones que se venían realizando en los últimos meses, y esto es lo que finalmente aconteció en las últimas horas.

Ha trascendido que los restos de Bleier fueron hallados exactamente a pocos metros de donde se hallaron los restos de otro detenido desaparecido hace algunos años, y se encontraban a unos 80 centímetros de profundidad.

De aquí en más, se estima se harán las investigaciones de rigor para ir conformando el derrotero de Bleiers desde el momento de su detención, con la idea de definir responsables del operativo de secuestro, de las torturas y de su muerte.

En un contexto político sobradamente complejo en el Uruguay, respecto al tema violaciones de DDHH en tiempos de dictadura, donde las excavaciones en predios militares fueron obstaculizadas por la cultura de la impunidad imperante en el país desde el advenimiento de la democracia, el hallazgo número cinco de restos de detenidos desaparecidos, no deja de ser un hecho por demás sugestivo, particularmente porque la situación surge o sobreviene a un mes de las elecciones nacionales. Una coincidencia por demás preocupante, porque inevitablemente nos lleva a suponer que el tema de los detenidos desaparecidos habría sido explotado electoralmente, por el oficialismo.

Un hecho por demás reprobable, viniendo de un gobierno que se precia de izquierda.

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Foto de portada: www.sudestada.com.uy 

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