Salvatore Borsellino: "Es inaceptable que se haya impedido a los jóvenes manifestarse"

"¡Fuera la mafia del Estado!". Este es el grito que se elevó con fuerza en 1992, en el funeral de los agentes de la custodia tras la matanza de via D'Amelio. Aquel fue un día de enfado de la multitud que, con gritos, silbidos e insultos, se lanzó contra las autoridades presentes. Todos recordamos las imágenes del jefe de Estado, Oscar Luigi Scalfaro, siendo asaltado y obligado a abandonar a toda prisa la Catedral de Palermo. Alguien incluso abofeteó al entonces jefe de policía, Parisi.

Treinta y un años después ese grito sigue dando miedo.

Ayer, día de la memoria de Giovanni Falcone, Francesca Morvillo y los hombres de su escolta, se intentó impedir que jóvenes y ciudadanos expresaran su disidencia.

Unas dos mil personas habían participado en la marcha de "Resistencia popular por una antimafia interseccional" (que contó con la participación de asociaciones, comités de estudiantes, sindicatos, muchas otras realidades sociales, a la cual adhirieron nuestra revista, I Siciliani Giovani y Telejato). Una marcha "no en contra", sino en todo caso de protesta, para decir basta a las pasarelas y conmemoraciones hipócritas de los mártires de este país, basta del silencio del Estado sobre las masacres y asesinatos que han marcado a nuestra historia y basta de una narración desviada de la lucha contra la mafia.

Una marcha pacífica que contó con la expresión de varias realidades para poner en el centro de la lucha contra la mafia a la "cuestión social". Una marcha incómoda. Ayer informamos de lo sucedido. Hoy hay comentarios como el del exmagistrado, ahora abogado, Antonio Ingroia, que el domingo pasado, en nuestra conferencia en memoria de Falcone, habló del "aire de régimen" que se está respirando hoy.

"El desarrollo de los hechos de ayer confirma este panorama desolador –dijo al ser contactado por teléfono–. Hay un ambiente pesado, con la restricción de los espacios de libertad, de derechos, del derecho de expresión, del derecho de opinión. La información se ha ido concentrando cada vez más en manos de unos pocos para crear un pensamiento con sentido único. El punto culminante se alcanzó con la violación de los derechos constitucionales que fueron vulnerados: el derecho de opinión y de manifestación, de expresar libremente su opinión de manera civil, como lo estaban haciendo estos jóvenes con una marcha que fue bloqueada con esta incomprensible ordenanza prefectoral. Las instituciones se agrupan en torno a aquellas instancias políticas que representan y han representado la cercanía con la mafia para así ensuciar la memoria de Falcone y Borsellino, manchando su legado moral más que profesional".

Y luego agregó: "Se ha impedido a los jóvenes recordar a Falcone bajo el árbol y posiblemente expresar su sacrosanta crítica a las instituciones en Sicilia, y al hecho de que están representadas por hombres abiertamente apoyados por aquellos que fueron condenados por apoyar a Cosa Nostra. Hablo del exsenador Dell'Utri y del expresidente de la Región, Cuffaro".

"Me parece verdaderamente paradójico –siguió diciendo Ingroia, al comentar las imágenes que circulan en la web– que a estos jóvenes no se les permitiera llegar al final de calle Notarbartolo. A algunos los golpearon y también hubo conductas violentas hacia otros completamente inofensivos. Es inaceptable que se les impida manifestar la misma disidencia expresada por Alfredo Morvillo, exmagistrado y exfiscal de Trapani, hermano de Francesca Morvillo y cuñado de Falcone que, como era de esperar, desertó de la manifestación 'institucional' manifestando su crítica, desprecio e indignación".

"Hoy se impidió la expresión de esa misma indignación y desprecio hacia los hombres que representan indignamente las instituciones en Sicilia. Es un día triste –prosiguió– que se vuelve aún más triste si se piensa que en la Comisión antimafia ha sido nombrada una figura como Chiara Colosimo, miembro del partido Hermanos de Italia, hipotéticamente cercana al exterrorista negro del NAR, Luigi Ciavardini. No podía haber una peor manera de recordar a Falcone el 23 de mayo". A continuación, concluyó con un mensaje a los manifestantes: "A los ciudadanos que estaban presentes y que también intentaron de manera civil y no violenta superar el absurdo cordón policial, pero sobre todo a los jóvenes, les digo que no solo los admiro, sino que los exhorto a que no se detengan en su indignación, que están del lado correcto y que deben continuar con el mismo coraje y pasión. Porque son los verdaderos herederos de las enseñanzas de Giovanni Falcone".

Sus palabras fueron seguidas por las de Salvatore Borsellino, hermano del juez asesinado el 19 de julio de 1992 con su escolta. Ya a primera hora de la tarde se había distanciado de las manifestaciones oficiales del Ucciardone, diciéndole a Adnkronos que si hubiera estado en Palermo se habría mantenido bien lejos de las celebraciones oficiales.

"Yo no hubiera ido, como acertadamente hizo Alfredo Morvillo, del cual suscribo plenamente cada palabra –dijo Borsellino– me hubiera negado a ver estos desfiles. Gente que, como dijo mi hermano Paolo, habría perdido el derecho a hablar por la forma vergonzosa en que, en vida, atacaron, denigraron y deslegitimaron a Falcone, y hoy aparecen para honrarlo". Luego agregó: "Hubiera salido a la calle a protestar contra estos 'desfiles' de políticos. El 19 de julio (aniversario de la masacre de via d'Amelio) será diferente. Como siempre. No aceptaré a los representantes de las instituciones que llegan para hacer pasarelas. Como ciudadano puede venir cualquiera, pero no permitiré que ese lugar sagrado sea transformado por las instituciones en un estudio de cine para sus desfiles".

Ante la noticia de la ordenanza que impedía el ingreso de la marcha de jóvenes por calle Notarbartolo respondió lo siguiente: "Es inaceptable que se acepte a personajes impresentables, se los reciba con reverencia y luego se impida a los jóvenes manifestarse y llegar a un lugar sagrado como lo es el árbol de Falcone, donde vivía. Habría estado con ellos para manifestar".

Ayer, durante el acto, Alfio Mannino, secretario general de la CGIL Sicilia, también se expresó con estas palabras: "Falcone y los mártires de las masacres de la mafia no son propiedad de nadie. Son un patrimonio colectivo. Son el patrimonio de los sicilianos que quieren la redención de esta tierra. Cerrar el acceso a las áreas adyacentes al árbol de Falcone a miles de ciudadanos fue una ofensa a la memoria de Falcone y a todas las víctimas de la mafia. Todo para sofocar el grito 'Fuera la mafia del Estado'".

Por su parte, Valentina Chinnici, parlamentaria regional del Partido Democrático, quien participaba en la marcha, dijo: "Nos detuvieron y alguien intentó forzar el bloqueo, pero no hubo violencia. Nos sorprendió la decisión, de la cual nos enteramos por la prensa, con la que el jefe de Policía de Palermo nos quiso detener. Ahí estaban las camionetas y los agentes antidisturbios, luego intervino la DIGOS, nos hicieron salir uno a uno, como una gran serpiente. Fue una marcha pacífica –subraya Chinnici– de verdadera sociedad civil. Quizás se pensó que el contenido de algunos carteles podría haber perturbado la procesión institucional".