La intervención del autor de "El pacto sucio y el silencio"

Seguiremos hasta tener las respuestas que buscamos sobre masacres y crímenes

"Estamos aquí porque todavía pretendemos tener las respuestas a esas preguntas que no nos han sido dadas durante décadas". Este es el mensaje, el llamado, enfáticamente lanzado por el periodista y escritor Saverio Lodato, autor del libro "El Pacto Sucio y el Silencio" (Editorial Chiarelettere) escrito junto al magistrado Nino Di Matteo, y presentado en el Teatro Garbatella en Roma. Lodato respondió a todas las malas lenguas que denigran el compromiso cívico de muchos que, después de 30, 40 o 50 años de indecibles hechos mafiosos, insisten en su pretensión de saber la verdad sobre episodios dramáticos de este país sin ceder ante desvíos investigativos, verdades a medias o verdades convenientes. "Estamos aquí porque nos gustaría tener el placer de leer con nuestros propios ojos la agenda roja de Paolo Borsellino", dijo Lodato, examinando todos aquellos aspectos que aún encubren los hechos sangrientos de la historia de la República. "Nos gustaría leer los nombres, las fechas y las notas que Borsellino escribió en las semanas posteriores a la masacre de Capaci en las que había recogido los restos de Giovanni Falcone. Borsellino había escrito las lo que pensaba de las investigaciones sobre la muerte de Falcone. Yo -dijo Lodato al hablar junto a los demás invitados (Nino Di Matteo, Sigfrido Ranucci y Andrea Purgatori)- tuve la suerte de conocer a Borsellino tres semanas antes de la masacre en via d'Amelio, en un avión. Un encuentro casual. Era la primera vez que nos encontrábamos después de la masacre de Capaci en la que murieron Giovanni Falcone, Francesca Morvillo y los hombres de su escolta. Borsellino me dijo 'ten paciencia porque en septiembre tendrás mucho que escribir'", recordó nuevamente el periodista. Pero esa agenda roja desapareció.

"Borsellino, según cuentan los familiares, nunca se separó de ella. El día de la masacre, la agenda estaba en el maletín (que a su vez estaba en el auto del juez cuando explotó, ndr) que se puede ver cambiando de manos entre hombres del Estado en ese escenario al rojo vivo, donde las llamas aún no se habían apagado", agregó. En este cambio de manos también participó el juez Giuseppe Ayala, pero no recuerda bien la dinámica de la entrega del maletín, brindando diferentes versiones de lo sucedido.

Saverio Lodato nunca existio una mafia sucia y un Estado limpio 2

"Esperemos que la memoria del juez Giuseppe Ayala regrese, quien recordó que por un momento tuvo en la mano el maletín que contenía con toda probabilidad esa agenda pero que, abrumado por el susto del momento, no recuerda a quién se le entregó el maletín", dijo Lodato. Y luego agregó: "Estamos aquí porque pretendemos saber quién les sugirió a los mafiosos, a esos hombres rústicos, la organización de masacres en el Continente, después de las de Capaci y via d'Amelio, en esos lugares altamente simbólicos y llenos de cultura que ellos ni siquiera sabían que existían". "Estamos aquí -añadió Lodato en su discurso ante la audiencia- porque estamos convencidos que hay alguien que realmente sabe quién estuvo presente en el lugar donde los aprendices de brujo crearon al 'monstruo arrepentido' Vincenzo Scarantino. El hecho que después, según el juez Antonio Balsamo, actual presidente de la Corte de Palermo, se convirtió en el mayor desvío judicial de la historia de la república italiana. Sabemos que ese arrepentido fue creado en el laboratorio con el objetivo de no volver tangible la presencia del Estado en una masacre que llevó a cabo la mafia, pero que contó con el aporte y la participación de hombres del aparato estatal. Estamos aquí porque nunca nos hemos creído la historia que cuentan el general Mori y el capitán De Donno sobre las causas que hicieron imposible el registro del escondite de Totò Riina en via Bernini, un minuto después de su arresto. Porque nunca hemos creído que departamentos especializados del Arma de Carabineros no aprovecharían la tentadora oportunidad de ir a ver lo que Riina guardaba en su casa. Estas son mentiras que nunca hemos creído", dijo. "Y lo escribimos en tiempos desprevenidos -prosiguió- cuando esos textos y esos escritos eran considerados una locura, como fue considerada una locura el razonamiento sobre la tratativa Estado-mafia". En estos días escuchamos al capitán De Donno, al general de Carabineros Mori -recordó el autor del libro- gracias al programa de Massimo Giletti, en el que dicen que hubo un gran malentendido: 'nunca dijimos que el de via Bernini era el escondite de Totò Riina. La familia estaba allí, pero el escondite estaba en otra parte. Nunca supimos dónde estaba el escondite de Riina'. Declaraciones singulares por parte de hombres que durante 30 años han visto a Italia contar, desde las primeras horas, su verdad de que ese era el escondite de Totò Riina y que fueron absueltos en procesos específicos de la acusación por la falta de allanamiento del escondite de Riina".

Por ello, reiteró Lodato, "son muchos los motivos que nos obligan a volver periódicamente a reencontrarnos".

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Luego el periodista habló del arresto del super prófugo Matteo Messina Denaro.

"Hoy nos ha sido devuelto un fantasma. Un fantasma que viste una chaqueta de gamuza y cuyo nombre es Matteo Messina Denaro, considerado un enfermo en estado terminal. Ha pasado ya más de un mes y supimos que tenía muchos escondites en fila india en su pueblo, en Campobello di Mazara, uno a cien metros del otro. Supimos que tenía medicinas, relojes valiosos y que se tomaba selfies", dijo. "Pero esto no es lo que queremos escuchar y saber de Matteo Messina Denaro, porque de lo contrario seríamos tontos irreductibles si nos siguiéramos reuniendo por estos motivos. No, queremos saber lo que sabe Matteo Messina Denaro. De lo contrario, tendríamos que establecer, para siempre y por decreto, que nunca sabremos dónde pasó los últimos 29 años de su fuga. Nos gustaría saber dónde tenía sus escondites hace 5, 7, 12 o 18 años", explicó. "Nos gustaría saber cómo fue que el hombre símbolo de las masacres mafiosas de los años 1992 y 1993, y también responsable del atentado fallido contra Maurizio Costanzo del que se ha hablado estos días en su memoria, logró durante treinta años vivir absolutamente tranquilo".

"Por eso -dijo Lodato al acercarse a su conclusión- a los que dicen 'ustedes siempre repiten las mismas cosas y siempre hablan de aire enrarecido' les decimos 'no, tranquilos, porque cuando hablamos de la Tratativa Estado-mafia y del silencio tenemos presente una lista parcial de nombres': dalla Chiesa, Pio La Torre, Mattarella, Michele Reina, Cassarà, Zucchetto, Montana, Basile, D'Aleo, Livatino, Saetta, Ciaccio Montalto, de Mauro, Fava, Alfano, Spampinato, Rostagno, Impastato. Y cuántos, cuántos más. Pero realmente -se preguntó Lodato- ¿es posible creer que estos señores pagaron con su vida por la responsabilidad exclusiva de un grupo de pastores que vestían ropas de pana y tocaban instrumentos rústicos? No, no nos vuelvan a contar esta fábula. Desde que nació, con el primer crimen excelente de Palermo que fue la muerte de Emanuele Notarbartolo, director del Banco de Sicilia, la mafia tenía en su ADN relaciones con la política, con ciudadanos honrados, con alcaldes, con gerentes de bancos, con financistas y con los poderes ocultos. Nunca hubo una mafia separada del Estado. Sabemos muy bien que hay un Estado bueno. Es el mismo Estado respetable que debe enviar a su máximo representante a la playa de Crotone para llorar a 70 náufragos, porque de todo el resto del Estado nadie se molestó en ir a visitarlos", denunció el periodista. "¿Realmente creemos que los diarios de Dalla Chiesa, Falcone, la agenda roja de Borsellino, y todas las cosas que contenían huellas escritas y desaparecieron por arte de magia, fueron incautadas en tiempo real por los mismos comandos militares que en ese momento abrieron fuego contra los funcionarios del Estado? No, hubo otros que hicieron el trabajo sucio. Hubo quienes mataron y quienes robaron las cartas porque los misterios tenían que seguir siendo misterios. Si repasamos los últimos cincuenta años nos encontramos con un montón de cadáveres y misterios. ¿Por qué en Italia hay un rechazo tan grande al poder judicial y a las fuerzas policiales que realizan investigaciones y en cambio hay una mirada benévola para los poderosos que terminan enjuiciados? Esta es la demostración del hecho -concluyó Saverio Lodato- de que una mafia sucia y un Estado limpio no existen, y nunca han existido, porque la mafia y el Estado a menudo han trabajado en sinergia tanto en la elección de los objetivos como en los objetivos a eliminar".

Foto de portada: Paolo Bassani

Foto 2: Deb Photo

Foto 3: diseño gráfico de Paolo Bassani